²| ʙᴀᴅ sɪᴅᴇ

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JANE Y ALEC estaban en la sala de entrenamiento practicando sus habilidades y movimientos de combate. Jane, a parte de su increíble podré, siempre había demostrado un talento excepcional para el combate cuerpo a cuerpo . A pesar de su juventud, se había convertido en una experta.

Y aunque ambos chicos portaban poderes muy peligrosos, no subestimaban la importancia de saber cómo pelear. Sin embargo, nunca han utilizado sus dones uno con el otro.

Mientras Alec lanzaba golpes rápidos y certeros, Jane se sentía ansiosa y frustrada. Con el inesperado regreso de Peter, Jane sabía que tendría que enfrentar la difícil tarea de contarle a su padre sobre su regreso.

— ¿qué te pasa? —dijo Alec, deteniéndose en seco y dirigiéndole una mirada

Jane suspiró, con su respiración agitada—¿Q-qué?

El chico se cruzó de brazos.

—Golpeas como un marica. Es obvio que estás distraída —ladeó su cabeza

Jane frunció el ceño y lo miró fulminante.

—No me llames marica, Alec. No tienes idea...

Alec se encogió de hombros, y susurro con ligereza.

—Tal vez no, pero eso no cambia el hecho de que estás peleando como si estuvieras en otro mundo.

Jane apretó los puños, sintiendo el enojo acumulándose en su pecho.

—¡No me importa! Si, mi cabeza está en otro lugar en este momento y creeme, lo menos que me importa es ganarte en éste estúpido entrenamiento.

Alec frunció el ceño, molesto por la actitud de su hermana.

—¿Qué diablos te pasa, Jane? ¿Por qué estás tan alterada?

Jane exhaló profundamente, tratando de controlar su temperamento. Sabía que no podía ocultar más la verdad.

—Peter ha regresado. —soltó así sin más

Alec se quedó en silencio por un momento, asimilando la noticia.

—¿C-cómo...?

—Regresó junto con todos los demás que desaparecieron en el Blip —lo interrumpió ella

Luego, a su hermano se le ocurrió hacer la pregunta mágica

—¿Ya le dijiste a papá?

La pelinegra negó, mientras miraba el suelo. Sabía que Alec estaría al cien por ciento de acuerdo con su padre.

El chico esbozó una sonrisa enorme— ¡Dios mío, Jane! ¡Esto es increíble, hay que decirle a papá! Es nuestra oportunidad para acabar con Spiderman de una vez por todas.

—Espera

Jane lo detuvo, levantando la mano.

—No me entiendes, Alec. No quiero seguir siendo parte del plan.

Alec frunció el ceño, confundido.

—Jane, no puedes en contra de papá. Él confía en nosotros. Si no le decimos sobre Peter y él lo descubre, estaremos en grandes problemas.

Jane asintió con la cabeza, entendiendo la gravedad de la situación.

—Lo sé, Alec. Pero también sé que quiero paz, quiero vivir mis últimos años de preparatoria con tranquilidad. —suspiró— Lo que haya pasado entre papá y Tony Stark no es mi culpa... mucho menos la de Peter.

—No puedes pretender parar el plan por el sentimentalismo.

La chica negó. No estaba siendo sentimentalista, no le importaba Parker en absoluto. Pero ella tampoco era ciega, estaba perdiendo sus años de juventud en un plan estúpido que no quería seguir.

—Alec...

—Papá sabe qué es lo mejor para nosotros —la interrumpe y la mira por un momento— ¡Miranos! Se ha esforzado en cuidarnos y enseñarnos lo mejor desde que mamá nos abandonó.

Enseguida Jane sintió una pesadez en su estómago. El tema de su madre era algo que, por más que lo mencionara en su día a día, no dejaba de ser chocante. Ella solo se dedicó a mirar a su hermano mayor sin expresión alguna

—¿No los has escuchado? Dicen que Spiderman es el sucesor de Iron Man... —presionó el puente de su nariz— Tony Stark nos jodió la vida, sobretodo la de papá; ¿de verdad crees que necesitamos un sucesor de esa mierda?

En seguida miles de recuerdos llegaron a la mente de Jane, al menos, los pocos que tenía. Siempre eran los mismos: una muy pequeña Jane llorando llamando a su madre, todo estaba oscuro a su alrededor y tan solo podía recordar la sensación de sus mejillas empapadas de lágrimas.

No recordaba mucho de lo que había pasado, su padre le dijo que su mamá los había abandonado y él se hizo cargo. Su papá dice que Tony Stark arruinó su familia, Jane tampoco sabe exactamente por qué ya que él decidió guardarlo como un secreto.

Pero lo que sí sabía, era que le dolía mucho saber que su mamá decidió dejarla y que eso fue culpa de alguien.

Jane cayó en cuenta— No, no lo necesitamos.

—Esa es la razón por la que Spiderman debe ser borrado del mapa. Papá te eligió a ti para esto, no se exactamente por qué, pero confía en que harás lo correcto —el chico se agachó para recoger su chaqueta del suelo— cuando lo logres, podrás hacer lo que quieras.

La pelinegra se quedó allí, parada. Mirando como su hermano abría la puerta de la sala para luego irse. Se sintió mal consigo misma por haber pensado por un segundo que traicionaria a su familia.

Estás haciendo lo correcto, Jane.

Se dijo a si misma, recordando todas las veces que su padre la había protegido y cuidado.

𝗧𝗛𝗘 𝗟𝗜𝗘 | ᴘᴇᴛᴇʀ ᴘᴀʀᴋᴇʀ ғᴀɴғɪᴄDonde viven las historias. Descúbrelo ahora