𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 | ᵖʳⁱⁿᶜᵉ ᶜᵃˢᵖⁱᵃⁿ ˣ

uno.

˗ˏˋCAPITULO UNOˊˎ-
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—¿OTRA VEZ ESTÁS DIBUJANDO esas tontas pinturas tuyas?—.Una voz familiar preguntó, haciendo que Wren levantara la vista al oír el sonido. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro, antes de poner los ojos en blanco y asentir.—Bueno, déjame ver—.

—Hoy estás exigente—,comentó, entregando su cuaderno de bocetos en dirección a su amiga.—Es lo mismo de siempre. Ruinas junto a una playa. No sé por qué lo dibujo siempre, es bastante raro, la verdad. Es lo único que me viene a la mente—.

—Qué raro...—

—¿Qué cosa?—Cuando ella no respondió, Wren agitó una mano en su cara, tratando de ganar su atención una vez más.—¿Susan? ¿Estás bien?—

—Sí—,la morena ofreció una sonrisa.—Es sólo que me resulta familiar. Sé que ya lo habías dibujado antes, pero esta vez has incluido más la playa que los muros derruidos. Siento que lo he visto de alguna manera—.

—Bueno, lo veo en mis sueños todo el tiempo—,Wren se encogió de hombros con indiferencia, tomando el cuaderno de vuelta de su amiga para colocarlo en su bolsita.—Es la misma imagen, una y otra vez. Se está volviendo repetitivo. Mi mente debería pensar en algo más original—.

Susan soltó una risita, levantándose mientras las dos se dirigían hacia la acera de fuera. Las chicas no llevaban mucho tiempo siendo amigas, en realidad no más de tres meses. Pero las Pevensie habían sido las nuevas en la escuela ese año, y Wren hizo todo lo posible para que se sintieran bienvenidas. Sabía lo que era sentirse completa y absolutamente sola. Ella misma se había mudado al menos a media docena de colegios a lo largo de su vida y no había tenido a nadie que la saludara o le ofreciera amistad. A pesar de que los hermanos se tenían los unos a los otros, Susan parecía estar un poco distante del resto. Y por alguna razón, Wren sentía que conectaba con ella más profundamente por ello.

Ambas tendían a preferir estar solas, pero cuando estaban juntas a ninguna de las dos parecía importarle. Era el tipo de amistad en la que podían estar sentadas en completo silencio, y aun así disfrutar de la presencia de la otra. A Wren también le agradaban bastante el resto de los hermanos de Susan, pero ella era definitivamente la más cercana a la mayor, no sabía si era por la edad que compartían o por sus personalidades.

—Tengo que irme—,anunció Wren vacilante, y Susan le lanzó una mirada cómplice.

—¿Otra vez a esa hora?—

—A estas horas es cuando menos se llena la tienda—,replicó, haciendo que la otra chica frunciera el ceño.

—Sabes que no me gusta que hagas cosas así. Podrían descubrirte, y te meterías en muchos problemas si lo hicieras—.

—Si tuviera la opción, no lo haría en absoluto—,dijo tajantemente, antes de tragar saliva cuando la cara de Susan decayó.—Ya lo sabes. Pero no te preocupes. Soy la reina del sigilo. Nunca me atraparán—.

Susan se rió.—Eso lo dices ahora, pero si luego tengo que decirle a tu madre que pague la fianza para sacarte de la cárcel, no me digas que no te avisé—.

Wren se burló, retrocediendo de ella mientras empezaban a tomar caminos separados.—No seas ridícula, Susan. Las dos sabemos que mi madre nunca me sacaría de la cárcel. ¿Nos vemos luego?—

—Adiós—,Susan levantó la mano en señal de despedida, y Wren se alejó cada vez más por la calle que estaba completamente abarrotada de gente, que parecía pasar a su lado como si simplemente no existiera. Pero siempre había sido así. La mayoría de las veces, la gente la pasaba por alto. Se había acostumbrado, por supuesto. Pero la voz en el fondo de su cabeza siempre le gritaba '¡Tú no perteneces!' y tenía que forzar esos pensamientos. Porque, le gustara o no, estaba atrapada en Inglaterra con una madre moribunda y un padre fallecido.