cinco.

258 38 0
                                    


˗ˏˋ CAPITULO CINCO ˊˎ-
***

CAMINARON durante horas, y Wren estaba a punto de quejarse de lo mucho que le dolían los pies justo antes de que se detuvieran, y dio un paso alrededor de Edmund para ver un gran campo vacío ante ella. Una montaña se alzaba a lo lejos, construida completamente de roca, y un arco de piedra podía verse, incluso desde su lugar al otro lado de la llanura.

A medida que se acercaban, docenas de centauros se alineaban con las espadas en alto, saludando a los cuatro hermanos Pevensie. Tanto Caspian como Wren retrocedieron detrás de ellos, y ella pudo notar en la expresión de su rostro que el príncipe no estaba precisamente muy contento al respecto. Aunque a ella no le importaba. Todo este mundo era nuevo para ella, estaba lo suficientemente contenta de estar ahí. No necesitaba la presentación real.

Una vez dentro, miró a su alrededor con las cejas levantadas. Muchas criaturas estaban forjando nuevas armas y algunas estaban abasteciendo la despensa con comida. Siguió a Susan, sin saber qué hacer ahora. Era el momento en que sentía que no pertenecía al lugar. Pero por una vez en toda su vida, esa voz en el fondo de su cabeza pareció finalmente dejar de gritar. Porque en el fondo sabía que estaba destinada a estar ahí de alguna manera.

—Tal vez no sea lo que esperaban—,dijo Caspian.—Pero se pueden defender—.

—Oye—,Susan llamó desde unos metros de distancia.—Ven a ver esto—.

Confundida por su repentino cambio de tono, Wren subió los escalones para reunirse con su amiga, con los tres chicos siguiéndola de cerca. Susan los condujo a un túnel, iluminando con la antorcha la pared que tenía dibujos tallados. Sus ojos recorrieron las obras de arte que tenía delante. La de dos chicas montadas sobre un león. Se parecían relativamente a Susan y Lucy, pero entonces Wren se dio cuenta de que estaba siendo una idiota. Por supuesto, las pinturas eran de ellas. Eran parte de la historia. Otro mostraba a los cuatro sentados en sus tronos. Y el último... bueno, el último hizo que Wren se quedara helada.

Era claramente la gente de Narnia, todos completamente rodeados por los hombres que llevaban la armadura de los telmarinos, cada uno de ellos con sus espadas y arcos en alto. Pero había un telmarino que no se paraba con el resto, sino que estaba de pie con su arma apuntando a su propia gente, como si estuviera defendiendo a los narianos. Su dedo recorrió el boceto de aquel hombre, que le resultaba tan familiar que le dolía el cerebro mientras se esforzaba por encontrar una respuesta. Pero entonces se dio cuenta de dónde había visto antes a esa persona. Lo había visto en su propia casa.

—¿Wren?—Lucy le tocó el hombro, y ella volvió a prestar atención a los demás, que la miraban preocupados.—¿Estás bien? Te quedaste medio ida—.

—Sí—,Wren se sacudió esos ridículos pensamientos. Muchos hombres podrían haber tenido el mismo perfil que él. Pero cuanto más pensaba en ello, más se parecía el hombre de las paredes de piedra al hombre cuyo rostro estaba colgado en las paredes de yeso de su casa. Las mismas tres fotos de su padre, completamente grabadas en su mente. Había memorizado esa cara desde que tenía siete años. No podía equivocarse. Una pequeña parte de ella quería negarlo. Era imposible que su padre fuera de este mundo. Había vivido en el otro mundo. Una vida mundana, como su madre le había dicho. Pero, sin embargo, aquí estaba, esbozado en la historia de las paredes de Narnia.—Estoy bien.—

—¿Segura?—Susan insistió, y Wren se encontró con la mirada de Caspian. Algo en su expresión reveló que ya conocía ese factor sobre ella, porque asintió sutilmente con la cabeza... y sus sospechas se hicieron realidad de inmediato.

—Estoy segura—.

—¿En dónde estamos?—se preguntó Lucy.

—¿No lo reconocen?—Preguntó Caspian con incredulidad. Les hizo una seña para que lo siguieran, y terminaron en una habitación con extrañas estatuas de criaturas construidas en las paredes, una de las cuales incluía de nuevo a ese león, y ante ellos yacían grandes rocas, reunidas alrededor de un cuadrado gigante, que estaba partido por la mitad.

Lucy se dirigió hacia el centro de la sala.—Debe saber lo que hace—,murmuró.

Peter se aclaró la garganta y un denso silencio se apoderó de ellos.—Creo que depende de nosotros—.

***

Wren estaba sentada en una de las escaleras en ruinas, girando distraídamente su daga entre los dedos, con la mirada perdida en la distancia, hasta que de repente una sombra cayó sobre ella, y levantó la vista para ver a Caspian ahí de pie. Él tragó saliva visiblemente, antes de bajar junto a ella. Ella se movió, rozando accidentalmente su brazo con el de él, pero ninguno de los dos se dio cuenta.—¿Qué sabes de ese dibujo que vi? Sé que tienes alguna idea. Vi tu cara—.

—Me preguntaba cuándo te darías cuenta—.

Ella enarcó una ceja.—Bueno, ¿te importaría explicármelo? Porque a mi mente se le ocurren todas estas teorías locas y yo...—.

—Cuéntamelas—,le ordenó con suavidad, más suave de lo que ella había oído nunca.

Ella vaciló, antes de volver a mirar hacia otro lado, observando la puesta de sol en el horizonte.—Que mi padre formaba parte de este mundo. Que no fui arrastrada hasta aquí por completo accidente—.

—Lo era—,Caspian le ofreció un leve encogimiento de hombros.—Tu padre era telmarino, hace cientos de años. Su rostro está impreso en todos y cada uno de los libros de historia que nos enseñan. Pero, en nuestro mundo, no está escrito como un héroe. En cambio, se le considera un traidor. Fue el primer hombre que defendió a los narnianos. Los protegió, pero cuando llegó su castigo, se desvaneció en el aire. No se dice qué pasó después. Pero ahora que te conozco, creo que es bastante obvio—.

—Volvió a mi mundo y....—

—Sí—,Caspian dejó escapar una risa entrecortada, siguiendo su hilo de pensamiento.—Supe quién eras en cuanto te vi. El parecido es agudo. Llevo toda la vida estudiando los mismos libros de historia que tu padre. Es sólo cuestión de tiempo que los demás también lo descubran. Si no lo han hecho ya—.

—¿Y tu gente?—Preguntó ella.—Eso significa que también me reconocerán. ¿Qué pasará entonces? ¿Me harán cumplir el castigo de mi padre?—.

—No voy a dejar que eso ocurra—,dijo él con firmeza, y por un breve instante, volvieron a mirarse a los ojos. Un intenso calor yacía más allá de sus iris, y Wren se sintió de repente tan atraída por él en ese momento, que apenas oyó las palabras que salieron a continuación de su boca.—Tu padre luchaba por la causa correcta. Y es hora de que continuemos con su legado. Creo que te enviaron aquí para continuarlo, si no me equivoco—.

Wren miró hacia el campo, abarrotado de narnianos que se preparaban para la batalla. Sintió que se le hacía un nudo en la garganta y se mordió el labio, nerviosa. Todo aquello era completamente nuevo para ella y, sin embargo, se veía obligada a cargar con el peso del mundo sobre sus hombros. Aunque sabía que no podía irse. No quería irse. Narnia le parecía todo lo que siempre había soñado, y ahora que por fin estaba ahí, no iba a abandonar a sus ciudadanos. Iba a quedarse y ayudar, aunque le costara a Wren deshacer su felicidad. Ella se quedaría y lucharíahasta su último aliento, si llegaba a eso.—Entonces supongo que Peter teníarazón. Depende de nosotros—.

 Depende de nosotros—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 | ᵖʳⁱⁿᶜᵉ ᶜᵃˢᵖⁱᵃⁿ ˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora