siete.

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˗ˏˋ CAPITULO SIETE ˊˎ-
***

LAS CAMPANAS DE ADVERTENCIA SONARON alrededor del castillo, para su mala suerte. Ahora, todo el reino sabía que estaban ahí. Ya no tenían el factor sorpresa. Wren sabía que debería haber impedido que Miraz saliera corriendo por esa puerta, pero había estado tan ocupada con Caspian que era lo último en lo que pensaba.

Atravesaron el patio a toda velocidad, Peter iba delante y se dirigía hacia la puerta. Le costaba girar la rueda cuando por fin lo alcanzaron.—Peter—,jadeó Susan, completamente sin aliento.—No hay nada que hacer. Huyamos antes de que sea tarde—.

—¡No!—Argumentó él, gruñendo, girando aún la rueda.—¡Aun puedo lograrlo!—Guardias rodearon el segundo piso, y era sólo cuestión de tiempo antes de que fueran vistos. En ese momento, eran completamente superados en número. Peter parecía darse cuenta de esto, porque su tono se volvió de pánico.—¡Ayúdenme!—

Los tres compartieron una mirada, antes de obedecer y empujar con todas sus fuerzas la rueda de madera. Poco a poco, la puerta empezó a abrirse, pero nadie parecía muy contento.—¿Entonces por quién estás haciendo esto, Peter?—,preguntó Susan, pero su hermano no respondió.

Se oyó el ruido de pasos y cascos cruzando el puente, y pronto los narnianos se abalanzaron sobre él con las espadas en alto. Peter imitó la acción y corrió hacia los telmarinos.—¡Por Narnia!—

Wren nunca había visto tanta lucha en su vida. O tanta sangre. O tanta gente muerta. Y pensaba no volver a verlo, aunque ya se daba cuenta de que no iba a ser así. Le dio un rodillazo en el estómago a un hombre que se había acercado lo suficiente y le clavó una daga en el pecho antes de volver a sacarla para clavársela en el estómago al siguiente guardia que había intentado acercarse sigilosamente por detrás. Pero ella misma había realizado ese movimiento de ataque furtivo demasiadas veces como para no darse cuenta de lo que estaba pasando.

Sus manos estaban cada vez más empapadas de sangre, al igual que sus dagas. Pensó que las yemas de sus dedos estarían manchadas para el resto de su vida en ese momento, la tez pálida habitual de sus manos apenas perceptible por el rojo oscuro que cubría su piel en su lugar.

Parecía durar horas. Las puñaladas. Los gritos. La constante mirada detrás de ella para asegurarse de que no estaba a punto de ser embestida y no lo veía venir. Nunca antes había estado tan frenética y tensa. Ni siquiera aquella vez que su madre había desaparecido durante seis días seguidos.

Pero ni siquiera las batallas duraban eternamente, porque Peter les gritó que se retiraran. Wren levantó la vista, confundida, y vio a un minotauro que sostenía la puerta de metal que los Trelmarines intentaban cerrar. Era evidente que estaba luchando, y Wren sintió que la ansiedad volvía a subirle al pecho, que la adrenalina se le había pasado y se daba cuenta de que estaban perdiendo, y de mala manera.

—¡Tenemos salir! ¡Ahora! ¡Corran, sácalas de aquí!—.Ordenó a un centauro cuando Susan y Wren se agruparon para asegurarse de que la otra estaba bien. El centauro corrió hacia ellas, y casi a regañadientes, ambas se subieron a su lomo, y Wren giró la cabeza para mirar a Peter.

—¡Busca a Caspian!—Gritó, y él asintió.

—Lo haré.—

Y esa fue la última vez que los vio hasta el camino de regreso al campo.

***

La tensión era muy alta mientras regresaban a la base. Nadie había dicho una palabra, y el espeso silencio hizo que a Wren se le revolvieran las entrañas. Sabía que era la calma antes de la tormenta. Un volcán estaba a punto de entrar en erupción, y esta vez no podía evitar la situación como lo habría hecho normalmente. Además, ahora eran muchos menos. Apenas un centenar de personas se colocaron detrás de Wren, que se encontraba al frente de la fila. Lucy debió oírlos llegar, porque apareció desde el arco de piedra para saludarlos. Aunque, su cara se cayó cuando vio sus expresiones.

𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 | ᵖʳⁱⁿᶜᵉ ᶜᵃˢᵖⁱᵃⁿ ˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora