dark ocean /

[007]

Arrepentimiento

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El poder del humano era hermoso cuando se trataba de poder sentir lo que la otra persona siente.

Kelia entro al cuarto donde Luffy estaba con su amigo Zoro.

-¿Alguna vez te paso esto? ¿No poder saber que es lo que te pasa?- Pregunto Luffy sin poder saber que emoción era la que estaba sintiendo por haber aceptado que Zoro pelee contra el mejor espadachín.

Kelia se quedó callada, sabía perfectamente de que emoción estaba sintiendo el chico de sombrero de paja.

-Me pasa todos los días, Luffy- Contesto la pelinegra mirando a un punto fijo.

Luffy se dio la vuelta para mirar a la chica -¿Se puede saber por qué?- A Luffy le encantaban las anécdotas, así aún sean tristes, le interesaba sobre el pasado que había tenido su nueva tripulante.

Kelia sonrió y se sentó al lado de su nuevo amigo.

-¿Recuerdas el bar de Makino?- Pregunto la chica -Bueno, esto fue antes de que yo llegase ahí.

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Una pelinegra en la punta del barco, viendo el hermoso mar azul, pero recibiendo golpes de papeles que eran lanzados por un castaño de la misma edad que ella.

-¡No molestes Goran!- Dijo la chica devolviendole los papeles lanzados.

-Que amargada que eres, Kelia.

-Y tu eres el cobarde de la familia

-Esa eres tú.

-No, tú

-Kelia, deja de molestar a tu hermano- Dijo una señora rubia subiendo las escaleras del barco para acercarse a sus hijos, mientras tenía a un chico a su lado, su pelo era casi el mismo tono que de la señora, pero este era más oscuro. -Sabes que a Hunter no le gusta escuchar gritos-

-Pero mamá, yo no...

-Pero mamá, no, mejor quédate callada que tu padre está durmiendo abajo- Dijo la señora interrumpiendo a su hija quien solo rodeo los ojos y se fue a la otra punta del barco.

Aquella Kelia de dieciséis años deseaba poder irse lejos de su familia, quería alejarse y no volver a verlos nunca más, Kelia siempre tuvo aquel pensamiento y decía que jamás iba a pensar diferente.

La única mujer Rosier fue a la parte de abajo del barco a buscar un poco de comida, ya que estarse fastidiando por culpa de su familia le daba hambre.
Mientras corría aquellos baúles y cajones llenos de cosas robadas pudo visualizar unas manzanas, estaba apunto de tomar una, hasta que se asusto al escuchar ruidos tras de ella.

-Hunter, casi me matas- Dijo Kelia tocandose el pecho tranquilizandose -¿Que haces aquí?-

-Mamá se fue a su cuarto y Goran hizo lo mismo, yo me quedé solo, arriba y los vi- Dijo el chico asustado, Kelia se arrodillo enfrente de su hermano menor preocupada por él.

-¿Que es lo que viste, Hunter?- Dijo esta agarrandolo de los hombros.

-La marina, se dirigen hacia acá- Kelia iba a contestarle, pero se le hizo imposible al escuchar disparos y cañones.

Agarro a su hermano y lo escondió atrás de las manzanas, ella podía sentir lo asustado que él estaba, pero no se podía hacer nada para detener a los de la marina contra una familia de piratas.

-Quédate aquí, y por nada en el mundo subas, okey?- Kelia esperaba a que él conteste, pero este no lo hacía, Hunter solo la miraba asustado.

-Tengo miedo, Keli- Dijo el pequeño de los Rosier soltando algunas lágrimas. Kelia iba a contestarle, pero presto más atención a que el ruido de arriba había desaparecido, y ya no se escuchaban los disparos o los cañones.

-Espera aquí, y deja de llorar, en un minuto regreso.

Kelia dejo a su hermano solo y comenzó a subir las escaleras, deseando que todo haya sido producto de la imaginación de ambos Rosier, pero no fue así.

Varios barriles tirados y rotos en el suelo, algunas banderas rotas y pedazos de madera del barco habían desaparecido en el mar, pero había algo que no pudo ignorar, volviendo todo lo que había dicho en datos inútiles.

-¡Goran!- Grito la pelinegra corriendo hacia donde estaba su mellizo tirado en el suelo -Goran, estas bien, tranquilo- Dijo ella mientras ponía la cabeza de su hermano en sus piernas. -Estarás bien, Descuida- Murmuraba la chica soltando lágrimas intentando correr el pelo de la cara de Goran, él estaba cubierto de su propia sangre, le habían clavado una daga en el estómago, pero al parecer se la sacaron y provocaron que perdiera mucha sangre.

-Keli- Dijo con sus últimas fuerzas mientras le agarraba la mano a su melliza. Ella no le contesto, solo lo miraba con los ojos inundados en agua. -¿Estas orgullosa de mi?- Pregunto Goran, a Kelia se le entristeció el corazón. -No fui un cobarde, poco a poco me fui pareciendo a ti. - Kelia no podía hablar, todo este tiempo que ella le decía cobarde, lastimaba a su hermano y no lo sabía.

-Si, hermanito, siempre estuve orgullosa de ti- Dijo la chica intentando limpiarse las lágrimas, pero eran imposibles ya que al limpiarse salían más -Y no eres un cobarde, nunca lo has sido.

Ambos hermanos se quedaron viendo, ella de verdad lo quería y él de verdad la quería, pero nunca se lo dijeron, el otro nunca supo si también lo quería, hasta ahora.

-Siempre te voy a querer, Gor- Dijo Kelia acariciándole la cara, arrepintiendose de todas esas veces que le deseo la muerte a su hermano y decía que nunca lo iba a extrañar.

-Yo te voy a querer más, Keli- Kelia veía como poco a poco el chico iba cerrando sus ojos, y el agarre que él tenía con la mano de la chica se iba debilitando.

Rosier abrazo a su hermano llorando y maldiciendo no haber subido antes para al menos poder sido ella quien estuviera tirada en el piso y no él.

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-¿Y que sucedió después?- Pregunto Usopp sentado en el suelo, Kelia vio hacia un costado y también había aparecido Sanji, al parecer su historia había llamado la atención de todos.

-¿En que momento llegaron?-Pregunto Luffy sin recordar a ellos dos entrar al cuarto.

-Mis padres me dieron la culpa de todo- Dijo Kelia ignorando la pregunta de Luffy. -Cuándo estábamos en el barco, apenas vimos tierra me bajaron de su barco, me habían tirado como si fuese basura e hicieron sentirme como basura. Jamas pude perdonarme no haber estado antes para poder salvarlo- Kelia miraba al suelo recordando aquel momento a los dieciséis, sintió dos manos tocando sus hombros. Rosier rio al ver que pertenecían del rubio coqueto, quien cada vez que podía, le guiñaba el ojo.