Primera parte: Campos que se extienden hasta el horizonte

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Más allá de los guardacarriles metálicos que bordean la autopista grandes campos se extienden hasta el horizonte. Ni los había mirado antes de hoy; yo me había quedado dentro del cercado, en la taquilla donde ellos me depositaron. Estaba esperando.

Sí, os estaba esperando porque creía que era demasiado pequeña para no tener a nadie en mi vida, a nadie que fuese responsable de mí. Ahora ya soy responsable.

El mundo será semejante a mis sueños, un mundo sin perros como el perro, sin gente como vosotros(...)


Valérie Dayre. Así es la vida, Lili.


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