01 de diciembre - Cafetería

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Linda:

               Ya estoy aquí, te mando ubicación. Fue el peor día de universidad y apenas empezó el ciclo escolar 🥺🥺🥺

Era lo que decía el mensaje, según Google maps llegaría en cinco minutos aproximadamente, no tenía prisa, seguro encontraría a su novia la mar de tranquila viendo a los transeúntes pasar mientras bosquejaba en una servilleta. La tranquilidad con la que vivía ella era la razón por la que estaban en una relación de dos años y contando. A veces le gustaba la ironía, ella estudiante de artes y él yendo por leyes. Iba perdido en sus pensamientos cuando un peso completo lo hizo tropezar. Se quedó un poco sin aliento y cuando enfocó al culpable se quedó frío.

No, frío no era la palabra correcta, quedó en shock, en una especie de transe donde todos los cables que lo ataban a la tierra se reventaron, donde todos los sentidos quedaron embotados y las funciones del cerebro se dedicaron unánime a contemplar y gozar del tacto que el accidente provocó. Sobre él, apenas sostenido por los antebrazos, estaba un joven rubio de penetrantes ojos azules, su aliento llevaba el penetrante aroma del chocolate, su aliento que provenía de esa boca rosa...a sólo unos centímetros de la suya.

Ahora retrocedamos la cinta un poco, hay un rubio corriendo en dirección al Wammy's café, maldecía la hora que escogió esos pantalones de cuero, sus pelotas sudaban como si fuesen huevos a baño maría y ya llegaba tarde a su cita. Básicamente escogió esos odiados pantalones para impresionar al pelirrojo que conoció en Grindr, esa sería la tercera vez que quedaban y con algo de suerte hoy se coronaría. Se llevaban muy bien, era divertido, estar con él era sencillo, no le gustaba el drama de celos y lo mejor de todo, era diestro. La cantidad de problemas que iba a ahorrarse con los papeles ya establecidos o inclinados a su favor. Le incomodaba mucho que sus anteriores citas lo vieran e inmediatamente pensaran que era de los que gustaba recibir. ¡Por eso no quería cagarla! ¡Por eso no se fijó al doblar la esquina! ¡Pero no por eso estaba con la cabeza tan frita para no pensar que si se inclinaba más besaría a ese hermoso ángel!

—Ejem disculpa, yo...yo no me fije por donde iba, permíteme ayudarte—se levantó tratando de no hacer más embarazosa la situación o tendría que esperar con la pierna cruzada hasta que la incomodidad pasara.

—No te preocupes, no pasó nada—le respondió tomando la mano que le ofrecía. Estaban sudadas. "Vamos Near, busca una excusa", "Maldición, esos ojos, esos rizos, esa piel, Mello ¡pídele el número carajo!"

Se separaron y cuando sus materias grises, sus células cerebrales entraron en parálisis completa ambos suspiraron y decidieron hacer las cosas lo menos vergonzosas posibles.

—Bueno yo tengo prisa, debo irme.

—Sí, lo noté—ambos empezaron a caminar...al mismo lugar...a paso tranquilo e incómodo.

—Emmm...sé que soy irresistible pero igual podemos quedar para otro día—el rubio trató de hacerse el gracioso "Mello idiota..." con éxito pues el albino comenzó a reír "¡Mello genio!".

—Creí que eras tú el que me seguía—le dijo con una risa de medio lado.

—Me llaman Mello por cierto, estudiante de letras por las mañanas y talón de plátano por las tardes—ya roto el hielo venían las presentaciones.

—Wow ¿estudiante de letras? ¿en verdad? Puedes decirme Near, un gusto—se tomaron por un momento las manos, el rubio las estrecho de arriba abajo más tiempo en son de broma, era como si...existiese algo muy familiar en ese completo desconocido.

—Sí, ¿también estudias letras? —será posible que ¿fueran a la misma escuela? Nah la vida no podía tener a Mello como favorito.

—No, lo digo porque era lo que quería estudiar, soy estudiante de derecho.

— Y ¿Por qué no estudiaste lo que querías? No te ofendas, pero no tienes pinta de abogado—dijo tomando uno de los mechones blancos y colocándolo tras su oreja revelando un arete que pudo ver tumbados en la banqueta—, tienes apariencia de un personaje sacado de algún cuento hecho en un viaje muy largo en metro.

—Mi padrastro, dijo que si quería seguir estudiando debía ser abogado o contador—recordar a Light era demasiado molesto para el albino, desde que se casó con su madre hacía cinco años sólo quería salir de esa casa y alejarse de sus constantes intentos de imponer su voluntad por alimentar ese ego sin fondo. ¡Un momento! ¿por qué estaba contándole cosas tan privadas a ese chico?

—Vaya, supongo que, si lo planteas así, no hay mucho a donde recorrerse. ¿Y qué tal si entras a algunas clases de forma presencial? A mis maestros no les importaría, dicen que...

Empezaron a conversar, cada tema se ligaba con otro y otro y después debían preguntarse ¿por qué te estaba contando esto? De no ser por Siri ambos chicos hubiesen pasado de largo.

—Ok, esto ya son muchas casualidades, ¿tú vas a entrar? —preguntó exaltado el rubio.

—Quedé con una persona— "¡Dilo, cobarde, di que quedaste con tu novia! ¡Di que tienes novia! No, no puedo...si lo hago puede que..."

Voy a resumirles la hora y media de incomodidad y ansiedades que se desarrollo dentro de la cafetería. Ambos adolescentes prestaron cero atenciones a sus acompañantes. El lugar era acogedor, las mesas no estaban muy separadas entre sí y resultó que Linda, la novia de Near ¡recuérdalo Near, tu novia!, escogió como él suponía un lugar junto a la ventana, dándole a él la otra silla que daba a las mesas redondas al fondo con muebles, a Matt le gustaban ese tipo de mesas por lo cómodas que resultaban. Al momento del ver al otro con la nula seguridad de no notarse su intromisión, cada uno podía ver la otra faceta con que se manejaba el otro, Near veía ese lado un poco más aventurero e insinuante del rubio y por consiguiente Mello notaba asombrado a un albino tranquilo y serio, casi rayando en la indiferencia de no ser por las manos sujetas sobre la mesa con aquella chica. Las miradas encontradas parecían acallar los ruidos de fondo (conversaciones) del lugar. Era una rara carrera donde ninguno quería parecer demasiado ansioso para pedir e irse, de hecho querían quedarse hasta tener la oportunidad de volver a hacer contacto. Near pudo deleitarse al ver comer a Mello fresas con chocolate, ver como la fresa era primero mordida antes de dar pie a los labios que se deslizaban por su tierna piel; Mello apenas pudo soportarlo antes de apretarlas piernas cuando una mancha de leche se le deslizó a Near por la barbilla. Con todo lo sucio y mal pensado que podía parecer esa simple imagen.

Cada uno preguntándose qué debería hacer ¿Cómo ingeniárselas? pedirle el celular era muy tarde para eso, sería raro acercarse cuando la despedida quedó atrás. Tratar de contactar por medio de la mesera estaba fuera de discusión, no estando acompañado. Entonces...

—Ya vuelvo—el albino se levantó de golpe, acomodándose un ligero incordio en la entrepierna. No dio una mirada al rubio, no era un bar para manoseos en el baño, no era el momento, no era el lugar, no era la persona adecuada, AMBOS VENÍAN ACOMPAÑADOS ¡NO DEBÍAN!

El agua fría en la cara apenas puede bajar esos asensos, siente como si el agua se evaporara de su piel. Se escucha la puerta del baño y pasos rápidos en su dirección.

¡NO! ¡NO! ¡Era una cafetería en horario familiar, carajo!

#mesmeronia2023 tada! Jajaja esperen esperen pues qué creen que iba a pasar? Aún estamos en horario familiar para subir tan rápido de clasificación XD día uno y empezamos! Gracias N_Near_R por la gran idea de este año

Mes Meronia 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora