06 de diciembre - Clases de arte

27 3 5
                                    

—Pero ¿por qué lo rompiste? ¿qué es lo que hice? No he hecho nada. Cecilia estoy muy dolido por oír que rompiste conmigo, particularmente cuando el tiempo estaba tan maravilloso—veía a Near subido a las tarimas, con un chaleco café sobre su camisa blanca y mangas subidas hasta los codos. Le gustaba verlo así, tan desenvuelto, disfrutando de lo que realmente le gustaba. A fecha Mello se encontraba en tercer semestre, Near iniciando el primero luego de mucha insistencia del rubio de seguir lo que realmente deseaba en la carrera.

—Hubiera sido un compromiso poco serio si no se hubiera roto al menos una vez. Pero te perdoné antes de que terminara la semana—Near se arrodilla y mira a la joven.

—Eres un ángel, Cecilia.

—Mi querido muchacho romántico—ve a la chica besándole en la frente, sino mal recordaba en esa escena ellos se besan y luego ella le pasaba la mano por los mechones de cabello. Él interpretó a Jack en su primer semestre. Mirarlo ahora, un año después con la vista perdida disfrutando del rojo en las mejillas de aquel chico albino que insistía en ocultarlo, tenerlo como su sucio secretito, y lo que sentían por el otro, ¡oh calamidad que encontró amistad a su lado! —No debes reírte de mí, cariño, pero siempre ha sido un sueño mío desde niña el amar a alguien cuyo nombre fuera Ernesto. Hay algo en ese nombre que me parece inspirar absoluta confianza. Compadezco a cualquier pobre mujer casada con un hombre cuyo nombre no sea Ernesto.

—Muy bien jóvenes, bien hecho. Mañana continuamos, recuerden, estudien por su cuenta, para el final de semestre haremos nuestra presentación con los demás estudiantes de letras—sonreía el profesor Gevanni con la boina de un típico director de obra.

—Lo hiciste muy bien Nate, ¿quién diría que detrás de esa cara de alzado habría alguien tan romántico? —se acercó donde el joven hablaba con otros compañeros de clase, la chica pelirroja le tomaba del brazo y le plantaba un beso dejándole labial en la mejilla. Notaba como Near se incomodaba e intentaba tomar un poco de distancia sin verse maleducado.

—Desde siempre me gusto Wilde, sus letras son muy inspiradoras—dijo tratando de borrarse el labial sin que la chica se ofendiera. Mello aprovechó a acercarse, pidió a una chica labial y luego de ponerse un poco besó la otra mejilla del albino dejando sus labios en carmín sobre el lienzo de su piel. Los allí presentes se rieron de Near ahora tratando de quitar el beso de la otra mejilla muerto de la vergüenza.

—Debajo de ese exterior frío hay un romántico empedernido al parecer—lo abrazó rodeándole el cuello así lo tenía al alcance si insistía en quitare el beso suyo. Los chicos saludaron a Mello, uno que otro lo conocía de fiestas o participaciones en cuanto evento cultural sacara la universidad. Near dio la vuelta tomándole la mano y puso la frente contra su cuello en silencioso saludo—. Bueno chicos, nosotros nos vamos. ¿Near, un aventón? —comenzaron a caminar.

—Oh dios, dime que no la trajiste.

—Je venga, si hasta traigo un casco que sí te queda—llegaron al estacionamiento donde Mello tenía aparcada la moto, al volver la vista a Near ve que tiene el teléfono en la mano y una mirada decaída— ¿Pasa algo?

—Le dije a Linda que me cambié de carrera, ella está feliz por mí y me apoya en mantener el secreto de mi padrastro. Soy una basura, Mello. ¿Cómo puedo estar contigo llevándome a mi casa y luego cambiarme para ir a ver a Linda? —lo ve apretar el celular, conoce de sobra el conflicto interno por el que está pasando, ese día en la cafetería sabía que debía hacer algo tomaría el primer pasó aunque no la decisión final. Escribió su número en un papel a escondidas de Matt y se disculpó para ir al baño.

Al entrar esperaba sorprenderlo, un intercambio de palabras en esa intimidad secreta donde ambos sabían que lo que hacían rayaba en lo incorrecto. Lo que no esperaba era que al verse aislados se abalanzaran a la boca del otro. Near lo empujó sin mucho entusiasmo y disculpándose salió del baño. Le llegó un mensaje cerca de la media noche ese día. Lo que ese mensaje consiguió fueron más encuentros a escondidas, momentos acalorados, pláticas interminables por texto, separaciones abruptas alimentadas por la culpa, buscarse el uno al otro, mensajes que había que esconder (negándose a borrarlos). Near muchas veces lo intentó, intentó dejar a Mello, pero el último lo buscaba todos y cada uno, siempre una última palabra que decir, un regalo que devolver, algo y Near no se quedaba atrás. Cuando era a Mello al que la situación lo abrumaba, sintiéndose el plato de segunda mesa, Near encontraba la forma de estar allí con él, ya sean las tres de la mañana antes de un examen importante de derecho, ya estuviera lloviendo, en otra ciudad, lo que sea. La vida de ambos orbitaban alrededor del deseo y anhelo de estar con el otro.

— ¿Cuál es la importancia de llamarse Ernesto? —y en ese momento, era el momento que su personaje saliera al escenario a interpretar su papel.

— ¿Qué?

—Todas las mentiras que Jack dice para al final darse cuenta que sólo ha dicho la verdad. Sientes que sólo has dicho mentiras, Near, pero la verdad es...que cada vez que te veo allí, con tus compañeros, interpretando un personaje, contándome de lo que trató la clase, preguntándome de este autor y lo que intentaba decir, para después acabar sin ropa rodando por el suelo, todo el tiempo que disfrutas y eres feliz...es cuando te muestras como realmente eres. Cuando no cuentas mentiras. No estás diciendo mentiras, Near, estas viviendo cada vez más en la verdad—le alargó el brazo con el casco que tomó entre las manos, Near miró esos ojos azules relucientes bajo el visor del casco...iba a ponérselo y montar cuando un par de manos delicadas con olor a pintura le taparon los ojos.

—Sino adivinas quien soy, me debes un beso—Near tomó sus manos, las bajó pronunciando su nombre. Ver los ojos de Mello le rompió el corazón, tenía tristeza, no por sí mismo, sino por el joven albino que insistía en permanecer atado con cadenas de barro a una mentira.

— ¿Ya te ibas? ¿No quieres pasar a tomar algo? ¿gustas unirte Mello? —Linda era muy amable con él aunque este tratara de mantener la distancia. Compadecía a la joven, no quería pecar de soberbia al sentirse con más derecho que ella sobre Near aunque fuese verdad, tenía una certeza ardiente de que conocía al chico mucho más de lo que ella lo hacía. Quizás en otro momento y circunstancias podrían ser amigos de toda la vida.

—Sólo iba a dejar a Near y regresaba, tengo un par de clases más. Gracias, Linda—los despidió con la mano y tras dejar el casco enganchado que Near le regresó se fue.

—Lástima, Near ¿estarás ocupado a las tres de la tarde mañana? En mi clase de arte necesitamos un modelo para pintar y pensé inmediatamente en ti. No sería difícil, es cuestión de...—dejó de escucharla mientras caminaba a la plaza cerca de la universidad, en lo único que pensaba es que Linda y su carrera compartía campus con la suya y de Mello. Sus clases de arte.

N/A: esto se está volviendo un fanfic XD, jaja naaah lo dejaremos aquí por ahora, sino todo el mes de diciembre querré relacionarlo con el arco de Near con oreja perforada.

Mes Meronia 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora