05 de diciembre - Pastel de Chocolate

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— ¡Vamos, Mello! ¡No puedes perder! —gritaba la multitud de niños.

— ¡Eso, Near! ¡No te precipites! ¡Sólo aguanta! —gritaban otro grupo.

Ambos estómagos dolían, estaban mareados, empalagados hasta el borde del asco. Y nadie cedía cucharada. Ninguno dejaba de levantar bocado y llenarse la boca del pastel de cuatro capaz de chocolate de la cocinera Marinett, con dulce de leche en el medio y natilla para adornar con una enorme L en letra gotica. Un kilo y medio cada uno. Iban más de la mitad para los quince minutos. La leche fría les daba más asco de lo que ayudaba. Near sentía que la decisión más estúpida que cometió, el peor error era tratar de callar la voz de Mello jactándose de sus dientes y gusto por el chocolate. Una discusión guiada por el rubio sólo podía llevarte a lo más absurdo de lo absurdo. A saber cómo pasaron de hablar sobre las caries y muelas en la fila del comedor a estar frente a todos los Wammys en una competencia por ver quién podía acabarse más rápido la mitad del pastel de chocolate que ese día servirían de postre.

El albino no acostumbraba a comer mucho, eso para empezar le decía a Mello que era una competencia que fácilmente podría ganar con poco esfuerzo. Hasta sentía que hacía trampa al comparar los apetitos de cada uno. Claro que a medida que pasaba el tiempo y Near no le dejaba tomar ventaja empezó a preocuparse.

Quedaban medio kilo en los respectivos platos...nadie decía nada. Mello y Near tomaron la primera cucharada para verla bien, verse mutuamente. Si Near comía eso vomitaría hasta la primera leche. Si Mello comía eso quedaría asqueado del chocolate hasta su muerte.

— ¡Esperen, niños! ¡Faltó el natilla! —dijo la cocinera echando un enorme cucharón de sustancia blanca en cada plato.

— ¡UGHHH QUE ASCO! —gritaron todos los niños huyendo del comedor tapándose las bocas.

[...]

—No quiero volver a probar chocolate en mi vida, oficialmente te odio, oveja—eructó Mello con un vaso de agua gasificada y una tableta que hacía espuma al entrar en contacto con el líquido entre las manos. Su estómago dolía y hacía ruidos extraños, esperaba que todo ese pastel no se fuera por la puerta trasera.

—Mello debió rendirse...fue empate por su culpa—la cara de Near se notaba verde. No estaba seguro si estar o no agradecido por no necesitar un lavado de estómago. Lo que más deseaba era sacar toda esa masa amorfa y chocolatada de su ser.

Mello sacó una de sus tabletas y quitándole el envoltorio de aluminio la pasó por debajo de la nariz de Near, al albino casi se le cae el vaso al taparse la boca para no vomitar luego de la potente arcada que le hizo inclinar el cuerpo.

—Si le doy una mordida...gané—Mello observaba aquella famélica victoria al alcance de una mordidita.

—No lo hagas, por favor, no podría soportarlo—rogó.

—Aquí voy—y le dio una mordida. Near soltó el vaso que esparció todo el líquido, corrió al baño y volvió a vomitar. Oficialmente Mello superó a Near, sólo necesitó de dos kilos de pastel de chocolate y una mordidita a su barra.

N/A: me inspiré mucho en Matilda :3 hay muchos días que son difíciles, creo que mas o menos de este largo serán esos días :(

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