Los rayos de sol provenientes del alba se escurrían por los ventanales del palico, en su habitación yacía Katara cundo el resplandor llegó hasta su rostro, esbozó las primeras señales de estar despierta mientras se estiraba suavemente y procedía a levantarce. Una vez centada en el borde de la cama hizo un mínimo esfuerzo mientras se incorporaba a la posición de pie y avanzaba hasta una mesa de madera oscura que se cernia sobre el suelo tapizado de color rojo intenso y sobre la cual se encontaba un recipente con agua. Luego de lavar su rostro, asearse y vestirse acomodó su pelo y salió de la habitación.
Avanzó por los pasillos hasta llegar a los patios del palicio dode procedió a realizar sus estiramientos matutinos, segudios de algunos ejersicios dominando el agua. Luego de varios minutos despues de haber comenzado su entenamiento escuchó unos pasos y volteó su rostro en dirección al sonido.
- Buenos días - Exclamó Zuko dejándose ver - No quería interrumpirte.
- Cuanto tiempo llevas ahí - Preguntó Katara apenada y un tanto sonrojada.
- Estooo... solo llevo un minuto - Respondió titubiando el joven - Como estabas tan concentrada no quise interupirte.
- Buenos días - Dijo Katara aun más apenada al recordar que no le había devuelto el saludo.
Se sonrieron el uno al otro y juntos se dirigieron a la sala del trono para el inicio de lo que iba a ser un largo día. Al entrar en la sala el Tío Iro se encontraba sentado junto a varios mensajeros y funcionarios.
- Buenos días sobrino - Dijo el anciono mientras proseguía a informar a Zuko - La señorita Toph y Zoka ya se han marchado al igual que el joven Avatar y al parecer él se fue un poco más temprano, en cuanto a los papeleos y los demas asuntos ya me estoy encargando de todo ¿Por qué no aprobechas para descansar o ir de paseo?
- Pero tío - Expresó Zuko
- Pero nada, desde que te coronaron no has descansado y ayer estabas demasiado tenso por lo de Azula, asi que tomate el día - Dijo el Tío Iro con una gran sonrisa en su rostro mientras se agarraba la enorme pansa.
- Tu tío tiene razón, Zuko porque no coges el día para relajarte y ya mañana vuelves a encargarte de todo, ademas tu tío va a estar al frente y de ser necesaria tu presencia él te lo hará saber - Habló Katara para persuadirlo.
- Te haré caso pero si hay alguna emergencia o si se sabe algo del paradero de Azula me avisas de inmediato - Dijo Zuko un tanto desconfiado.
Katara observó como Zuko se retiraba del salón y pensó en hacer lo mismo, utilizaría el tiempo para visitar la ciudad.A medida que atenuaba la luz de los escasos rayos de sol que se escurrían provenientes del orisonte, se iban prendiendo los candiles que adornaban la ciudad, despidiendo el atardecer y recibiendo a los primeros atisbos del anochecer. Katara recorrió la ciudad cautivada por la belleza de la iluminación. A lo lejos en la intersección con otras cuatro calles se encontaba un pequeño parque con alrededor de ocho bancas que circundaban una pequeña fuente de agua, Katara se acercó a una de ellas y se sentó minetras miraba al cielo.
- Son hermosas las estrellas no crees - Dijo alguien a la derecha de Katara mientras se asercaba a ella.
El sujeto tenía una capucha puesta la cual retiró mientras se acercaba a la muchacha dejando ver que era Zuko.
- Pero Zuko!!! Intentas matarme de un susto - Resopló Katara con un atisvo de nerviosismo en sus ojos - ¿Que haces vestido así? Y más importante ¿Acaso me estas siguiendo?
- Ja Ja Ja, traigo esto puesto para evitar que me reconozcan, no sería bueno tener a mucha gente detras de mi - Dijo el joven mientras se reía.
- Muy bien pero eso no responde mi segunda pregunta - Expresó Katara mientars fruncía el ceño.
- Esta bien, te vi salir del palacio y no quise dejarte sola, es peligroso estar solo caundo oscurece - Procedió Zuko a explicar.
Katara se acomodó en una pose de combate mientras tomaba agua de la fuente y la convertía en una alagada lanza de hielo que se quedó solo a centímetros de la garganta de Zuko.
- Parezco alguien que necesite protección - Entonó la maestra agua muy segura.
- Tranquila - Musitó Zuko mientras tragaba levemente un buche de saliva - Solo me preocupé por ti.
El hielo que conformaba la lanza se derritió y Katara se sonrojó, mientras apartaba el rostro volvió a la banca y tomó asiento.
- Te vas a pasar todo el tiempo parado como un tonto - Dijo una Katara aun sonrrojada.
- oh!!! Sierto - Respondió Zuko mientras se sentaba a un lado de la chica.
El silencio reinó unos minutos hasta que Zuko carraspeó y procedió a hablar - Te he notado algo distraida estos días ¿Algo te sucede?
La chica se encogió y movió más hasta el borde del banco y no respondió.
- Lo mío y de Aang no va muy bien - Respondió después de unos segundos de silencio.
- ¿Tuvieron alguna discusión? - Preguntó Zuko tratando de no ser indiscreto.
- Hace dos semanas... - Dudó la joven pero luego prosiguió - Tuvimos una pequeña discusión y decidimos darnos un tiempo.
- Lo lamento - Intentó el joven que sonara consolador.
- No te preocupes - Dijo Katara entre lágrimas - Es mi culpa que no funcionara.
- No te culpes - Dijo Zuko mientras se acercaba a la chica y la abrazaba para que esta sintiera que podía confiar en él - A veces el futuro es incierto y el tiempo sabio, si su destino es estar juntos de alguna forma se volverán a unir.
Katara sintió comodidad al estar en los brazos de Zuko, una sensación reconfortante y calurosa algo que no había sentido nunca o no le habían hecho sentir. Comenzó a dudar de su amor por Aang habían pasado mucho juntos pero en realidad no lo amaba y hasta ahora se daba cuenta. Zuko la llenaba de tranquilidad, la hacía sentir segura. Sin dar más tiempo a la duda se entregó a sus sentimientos y dejó que estos tomaran el contlor. Acercó su rostro al del joven maestro del fuego y luego lo besó, el chico confuso intentó detenerla pero no pudo y también se dejo llevar, sus labios se habían fundido en un largo y apasionado beso, luego de unos segundos se sepraron.
- Lo siento Zuko no queri...- Fue interumpida por el joven quién tomó su barbilla entre sus manos y la volvió a besar.
Las preocupasiones se hicieron a un lado y dieron rienda al amor luego habría tiempo de pensar en lo demás por ahora solo les importaban ellos mismos.
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Nuevos Vientos
FanfictionAzula atormentada por sus traumas del pasado intentará escapar de la prisión en la que se encuentra y buscar venganza, pero la vida le tiene reservada una sorpresa.