Mensaje VI

6 3 0
                                    

¿Alguna vez has llorado solo porque te diste cuenta de cuanto amas a alguien? y ¿Alguna vez has llorado porque sabes que con nadie más te sentirás igual que con esa persona especial? o ¿alguna vez has llorado tanto porque amas a alguien y esa persona ya no siente lo mismo por ti? Bueno, yo sí. ¿Cómo le digo adiós al chico que fue mi luz en medio de toda la oscuridad?

A algunas personas las amamos toda la vida, otras aun después. Y hay una gran diferencia entre 'dejar ir' y 'fingir olvidar'. Gracias por irte de mi vida, yo jamás te hubieron dejado. Yo sé que es hora de olvidarte y seguir adelante, de volver a casa... pero tengo un problema... no encuentro el camino.

Te estoy soltando de a poquito cada noche, en gotitas saladas. Lo más difícil que he tenido que aprender este tiempo fue como cada día ir recuperándome y seguir adelante sin personas que pensé que estarían en mi vida para siempre. Tuve que darme cuenta que tienes que hacer las cosas por ti mismo, porque la única persona que te volverá a poner de pie, quien te hará salir nuevamente adelante, eres tú.

Si al sanar aun me quieres, búscame... yo también habré sanado y tal vez en esta vida si podremos seguir amándonos. Sé que nos quisimos, pero lo hicimos mal. Nunca íbamos a funcionar, pero ras lo que más deseaba. Puede que sea en otra vida, o puede que no ocurra más. Ya que no todas las conexiones están destinadas a convertirse en una historia de vida.

A veces el universo separa a dos personas solo para mostrarle lo importante que son el uno para el otro. Quizás el universo también se equivoca o nos equivocamos nosotros al no luchar, porque si es cosa del destino nos volveremos a encontrar. Te amo, aunque no somos ni seremos, pero estuvimos y fuimos.

Y decir adiós también cuenta como amor. A veces hay que dejar ir, y otras veces hay que aprender a irse.
Entonces le dije adiós a esa sonrisa cálida que me hacía brillar, y a esos ojos color café que con una mirada removían todo dentro de mí. Le dije adiós a lo que más amé.

Me marcho, no porque te deje de querer. Me voy porque sé que ya no tengo lugar en alguna parte de tu corazón. Con todo el dolor de mi alma te dejo ir, pero ten en cuenta que siempre te querré, aunque no te busque, no te piense, no te extrañe; en mi corazón siempre habrá un espacio para ti, para la persona que confió en mi cuando más lo necesitaba.
Y no hay sentimiento más contradictorio que el que sientes cuando tu mente te pide a gritos que te marches y tu corazón te implora que te quedes. Sin embargo como última muestra de lealtad hacia ti, te querré el resto de mi vida, aun así tú ya no estés en ella.

El día en que terminamos, el día en que todo acabo y no hubo marcha atrás, no sabía con quién más iba estar, sigo sin saberlo, pero te aseguro que no será lo mismo. Llegue a un punto de no saber con quién más hablar que no fuera contigo, llegaste a conocerme tanto que eras capaz de saber que sentía, que me pasaba sin necesidad de decir una palabra y a veces era incluso hasta predecible.

Y es triste porque siempre voy a estar un poco enamorada de ti.
No eras la definición de amor que buscaba, pero fuiste el claro ejemplo de lo que pudo haber significado.
Recuerda que el mundo sigue y yo siempre te quise.

Se feliz, cumple los sueños que una vez hablamos para cumplir juntos, se tan increíble cómo eres y no cambies por nadie. Se feliz que yo estoy intentando serlo. Te deseo suerte, que cumplas todas aquellas metas que alguna vez me comentaste. De todo corazón te deseo lo mejor. Porque si tú eres feliz, tal vez con solo eso, yo también lo sea.
La felicidad también consiste en lo que dejas ir por tu propio bien.

Mensajes que nunca envié Donde viven las historias. Descúbrelo ahora