Mensaje II

12 3 0
                                    

Ahora no somos más que dos extraños con recuerdos en común.

Y odio haberme perdido por alguien a quien no le importó perderme a mí.

A pesar de todo el daño que me hiciste, todo lo que te llore, no puedo odiarte, me hiciste feliz por un lapso de mi existencia, por una parte de mi vida. Viniste a darme experiencias y a enseñarme que el amor no lo puede todo.

Perdón por no ser lo que buscabas, me esforcé por serlo… Me fui de tu vida amándote, y me dolió verte feliz con alguien más, cuando yo aun anhelaba tu regreso y te dedicaba mis suspiros.

Al final, nuestra historia termino siendo un amor de verano, de esos fugaces pero llenos de emociones. Después de todo fuimos una historia más de como amar no es suficiente. 

Una parte de mí no se quiere despedir, la otra ya se fue.
Y resulto como siempre dijimos, todo es temporal. Nada en esta vida es eterno, todo en cuestión de segundos puede resultar distinto y llegar a su fin. Madurar es entender que un día si y un día nunca más.

Desearía haberte abrazado más fuerte, no sabía que sería la última vez. Me encantaría nunca haber acabado ese beso, nunca pensé que sería el último y no habría más de estos.
Ahora solo me queda decirte adiós con un dolor en el pecho y lágrimas en los ojos, con un nudo en la garganta imposible de desatar. Solo me queda decirte adiós aunque con eso también me esté despidiendo de mí.

Me decepcioné, pero al contrario no me sorprendí, porque muy en el fondo sabía lo que iba a suceder. Sabía que se acercaba la tormenta, pero no sabía con qué intensidad, ni que la calma tardaría en llegar.
También se supone que todo lo que hiciste era para no hacerme sufrir, para no lastimarme… Qué ironía, no me quiero imaginar si esa hubiese sido tu intención, ¿acaso hubiese salido con vida?

Yo solo sufro porque no volveré a ver esos ojos cafés que causaban desvelo, porque no volveré a ver es media sonrisa, ni tus hoyuelos al sonreír, y mucho menos escucharé tus ruidosas carcajadas provocadas por mí.

Pero bueno no podemos obligar a las personas a quedarse, a elegirnos. Y así se fue, simplemente terminó…
Y si algún día me extrañas recuerda que yo no me quería ir. Solo fui obligada bajo las circunstancias de tu despedida, porque bien sabía que eras el equivocado, pero más sabía que lo único que quería era tenerte a mi lado.

Como último acto de amor por ti, me alejé, porque sabía que ya no era yo lo que buscabas, a quien necesitabas y que algún día estuviste tan seguro de querer.

Mensajes que nunca envié Donde viven las historias. Descúbrelo ahora