Mensaje XIX

2 1 0
                                    

Que te siga llorando no significa que no esté sanando.
Cada persona se recupera de una desilusión de manera distinta; mi forma de hacerlo es esta, escribirte cada día, rebuscar en mi mente los momentos que compartimos y plasmarlos por si llega un día en que los olvide.
Pero rebuscando en mis memorias lagrimeo un poco. Todo fue tan bonito y puro que me choca que tenido este final. Fue tan simple pero demasiado hermoso.

Estoy sanando aunque no lo creas, estoy aprendiendo a vivir sin ti. 

Nos hizo falta ser más valiente y no esconder todo el sentimiento que llevábamos dentro.

Te amé cuando las razones para odiarte eran demasiadas. Y entonces entendí que tenía que soltar a alguien que nunca estuvo amado a mí.
Entendí que quien tú crees que es el amor de tu vida nunca lo será… 

Tú fuiste la persona correcta en el momento equivocado, o quizás no en el momento si no en la vida. Quizás en esta no podamos estar juntos y por algo será, pero en la otra tal vez seamos felices.
Eres la forma en que la vida me dio a entender que no todo lo puedo tener por más que quiera. Que si algo es para mí, vendrá, y si no, no hay que forzarlo. Que lo que es para mí, ni aunque me quite. Pero si se algo, eres y serás la persona que me enseño a querer de verdad, que no importa nada y que solo importamos tú y yo, pero como te dije, éramos las personas correctas pero en la vida incorrecta. 

La distancia separa cuerpos, no corazones. Nunca se van del alma quien hicieron magia en nuestras vidas.

Y a pesar del desastre que provocaste. De ser una tormenta con los relámpagos inhumanos y dejarlo todo en malas condiciones. De ser un huracán, lo destruiste todo y con las mismas te fuiste. Pero no voy a olvidarte, ni guarde rencor.

Fuiste la primera persona de la que me enamoré realmente. Pero a veces a las personas le queda grande el lugar que le damos en nuestras vidas, y el espacio que te guarde te quedo inmenso porque me pertenecía a mí. A veces se ama el recuerdo y no a la persona.

Aunque ya no seamos nosotros, cuenta conmigo. Si te sientes solo, pon tu mano en tu corazón… voy a estar ahí.

Aun te extraño pero no como antes, antes te lloraba demasiado al punto de no poder respirar; por las noches te pensaba demasiado e imagine que escribiendo me podía desahogar, y efectivamente así fue, lo logré, siempre que te llego a extrañar o pensar y siento una presión en el pecho, escribo, te escribo mensajes que jamás vas a leer.

A veces me das igual y otras no, te podría decir que llegan días en los que no te pienso nada ni se me ocurre revisar tu perfil o si estas conectado. Hay días en que olvido que existes pero otros en los que te pienso como no tienes ni idea, en los cuales me paro de analizar que hubiera sido si hubiésemos luchado por continuar con la relación, que pasaría si nunca hubiésemos pasado el límite de amigos o si nunca nos hubiésemos conocido. Si aquel día no te hubiera abrazado o hubieras dejado tu número en mi camisa aquel último día de clases, o si tú nunca me hubieses pedido el celular para llamarte de antemano y tener mi número asegurado.
Pero como dicen ‘él hubiera no existe’ y es gracioso porque si mi mejor amiga no se hubiese obsesionado contigo y siempre me llamaban cuando estaban juntos, esta historia no existiría. O si no hubiese sido que a mi mejor amigo, mi hermano de otra sangre le agradaras tanto y te traía hasta mi casa para que pasaras el rato conmigo, nada de esto hubiera sucedido.

Pero no me he arrepentido ni pienso hacerlo, no te guardo rencor, te perdono pero nunca se me olvidara la cantidad de veces que me hiciste llorar. 

Al principio solo fui un capricho para ti, otra más en tu lista. Ya que según tu era inalcanzable, que salía de tu rutina que las chicas te rechazaran, que había sido la única y eso te hizo decir ‘bro, esta es la verdadera’. Ya después de eso dices que te fuiste enamorando.
Yo lo veía tonto, pero en realidad me parecía curioso que te interesaras tanto en mí en tan poco tiempo.
Confieso que al principio no me gustabas pero… con tu forma tan peculiar y rara de actuar me empezaste a cautivar. Con tus bromas inofensivas burlándote de mí cordura. Con tus intentos de enseñarme a montar skate o cuando tratabas que entendiera una canción el inglés. Con las flores que tomabas en el camino hacia mi casa para dármelas, pero se secaron como tu amor por mí.
¿Por qué? No lo sé, pudo haber sido mi falta de tiempo o tu falta de interés, porque de mi parte creo que di más de lo que debía. Incluso traté de ignorar mi miedo hacer rechazada y te brinde el cariño que a más nadie le daba. Porque hasta pelee con mi papá de que te aceptara porque sentía que eras el indicado, que te conocía bastante y estaba dispuesta a correr el riesgo de quererte.
Y si mi papá sabio de tu existencia te aseguro yo que no eras cualquier persona.
Al final sucedió lo que más temía, que la escogieras a ella antes que a mí; y lo hiciste, la escogiste a ella y a mí me dejase vacía y triste.
Te dejaste influenciar por tu mejor amiga; me pediste tiempo, tiempo que y no tenía pero te lo di porque te amaba demasiado. Y no hiciste nada, absolutamente nada para recuperar lo nuestro y decidí que ya había sido suficiente.

A veces te llego a odiar pero se me pasa porque recuerdo que fuiste el motivo de mi felicidad y mi profunda tristeza cuando te fuiste. Y entendí hace poco que ya no te necesitaba para ser feliz. Dijiste que jamás me harías daño, que no serias como el resto pero con tu decisión me destrozaste por competo, pero he aprendido poco a poco a reconstruir mi corazón.

Solo he aprendido a sobrevivir sin ti, sin tus mensajes, sin tus llamadas, sin tus besos y tus abrazos. Pero si me preguntan si me arrepiento de nosotros les diría que no, porque a tu lado fui muy feliz y me da gusto haber compartido un ratito de nuestras vidas.

Aun así, ojala no te hubieras ido nunca.

No todos están con el amor de sus vidas pero aun así estarán conectados para siempre. Y soy fiel creyente de que si dos personas tienen una coexio, nunca se va.

Mensajes que nunca envié Donde viven las historias. Descúbrelo ahora