Mensaje XXII

2 1 0
                                    

Ayer te volví a pensar, recordé que fuiste parte de mi vida, y sabes, aún dolió. Aun duele recordar tu voz y tu sonrisa... aún me duele recordar que eras tú mi lugar seguro.

Escucho esa canción que me recuerda a ti, y con un nudo en la garganta y el corazón vulnerable, hoy acepto que no me gusta extrañarte.

Sé que no será así para siempre.
Pero aún me vino ese recuerdo de la persona que era cuando estaba contigo. Era feliz, y mucho... pero sé que hoy soy mejor, porque he aprendido a elegir mi paz y a elegirme a mi antes que a todo. Sé que para ser la persona que soy ahora tuve que dejar atrás mucho de esta historia que vivimos.
Me rompí y abrace todo ese dolor. Me permití sentir para sanar y reparar mi corazón. Un día a la vez. Y continúo viviendo mi proceso... sanando, creciendo y mejorando para mí.
Porque a fin de cuentas somos los únicos responsables de trazarnos un camino acorde a lo que merecemos, y para dibujarnos el mejor de todos los caminos, debemos hacerlos con los matices del amor propio.

Y nunca me había costado desprenderme de alguien... Jamás me había dolido tanto un adiós de una persona como me ha dolido el tuyo.

Solo yo sé lo mucho que dueles a pesar del tiempo que ha pasado. Lo que me está matando no tenerte. Lo que me duele saber que esos ojitos ya no brillan por mí y esas risas no son por provocación mía. Que esos 'te quiero' ya no son míos, que esas manos ya no me acarician a mí, me duele porque tú eras diferente para mí, eras único.
La conexión que sentí contigo desde el día uno fue especial y no deseo sentirla con nadie más.

Me cuesta mucho desprenderme de ti, pero tengo que hacerlo. Me canse de extrañarte todas las noches, me canse de dormirme pensando en que fue en lo que me equivoque, me canse de actuar como si nada hubiera pasado cuando tengo mucho que reprocharte, muchas cosas guardadas dentro de mí, muchos '¿por qué?' atorados en la garganta y sin respuesta.
Sinceramente, hay cosas que siempre dolieron y hasta la fecha aún duelen.
Y me lo tome personal, porque yo nunca te hubiera hecho eso.

Sé que no fui la mejor persona en tu vida, me hubiera encantado serlo de verdad. En fin ambos nos llevamos cosas buenas el uno del otro y eso es lo bonito.

Ojala algún día entiendas que eras todo para mí, ojala fuera tan fácil olvidarte como lo fue enamorarme de ti.

Nunca creí que esto llegaría a su fin tan rápido, pensé que íbamos a luchar un poco más.

Solo queda agradecerte todo lo vivido sin rencor alguno. Amé ser parte de tu vida o error de esta. Amé viajar a tu lado, amé dormir y despertar junto a ti.
Después de mucho había vuelto a creer en las promesas, ame compartir un ratito de mi vida contigo. Siempre quise que fuera contigo el formar una familia y todo lo que implica verte a fututo con alguien, no se pudo, pero de cualquier manera deseo que siempre te vaya bien. Voy a extrañarte un poquito más todavía, de aquí hasta que la vida quiera.

Y te quisiera pedir perdón. Te pido disculpas porque no tuvimos nuestro final esperado. Te pido tolerancia porque las cosas no salieron como planeamos. Bueno lo que no sabes es que yo no quería que terminara así, lo único que quería era hacerte feliz.
Así que te pido compasión si fui la persona que te hizo sentir infeliz, también te pido perdón por no darte el amor que merecías, y créeme que si alguna vez te lastime no fue mi intención.

Me encantaría ser egoísta y seguir contigo, pero he llegado un punto en que eres la única persona con a que no puedo ser egoísta.

Me tocó despedirme de tu recuerdo, y dejándote tuve que analizar las mil y un posibles razones por las que te fuiste. Me tocó ver tu sonrisa desde diez metros de lejanía.
Bueno, tuvimos nuestro tiempo, aunque no haya sido suficiente. Sin embargo estoy agradecida de haberlo vivido contigo, lo peor es que estuvimos a nada de serlo todo.
Y gracias por ser eso que nunca imagine tener.

Al final, te fuiste, junto aquel viento que te trajo aquella primera vez.

Mensajes que nunca envié Donde viven las historias. Descúbrelo ahora