Mensaje IV

4 1 0
                                    

Ya no duele, solo extraño tus abrazos de vez en cuando.

Hoy te extrañe, extraño hablar contigo, no te lo diré, pero lo escribo aquí por si el destino quiere que lo leas.

Fuimos el amor perfecto pero en el momento equivocado, tal vez mas adultos si allá podido resultar, pero sigues siendo el favorito de mi corazón.
No te olvido. Siempre serás mi persona preferida.

Curaste algo que no ocasionaste. Aunque no sirvió de mucho que te marcharas y me destruyeras otra vez.

El día que vuelva estar con alguien es porque llena todo lo que necesito. Ya que después de ti el amor se volvió un tema que prefiero ignorar.
Y todos hablan de enamorarse, pero yo solo pienso y temo en no volver a llorar temblando por alguien.
Te llore hasta ahogarme, y aun así no puedo odiarte.

Lo que fluya es lo que está destinado a ser. Y no voy a forzar más lo nuestro, si todo acabo fue porque era lo necesario.
 
Y no me arrepiento de darte todo, porque te acordaras de mí el día en que te den menos.

Me contengo todas las noches por enviarte un mensaje, un ‘¿Y si nos hacemos los desconocidos y nos volvemos a enamorar? Pero no, soy fuerte. Aunque duela.

Éramos esas almas similares que sí o sí deberían estar juntas, pero no, estábamos destinados a querernos, sin embargo no a quedarnos. 

No volveré a experimentar aquellas emociones y desilusiones, que sentí contigo, ni volveré a estremecerme con alguien como me lo hice contigo.
Fuiste especial de cierto modo, me hiciste volver a confiar y me apoyaste en todo.

Al final solamente seremos un recuerdo borroso en la adolescencia del otro.
Pero por si lo dudas, sigues siendo tú.

Porque sin buscarte, te ando encontrando en todos lados, principalmente cuando cierro los ojos.
No sabía que extrañar dolía tanto hasta que fue mi turno.

Y quiero que sepas que yo realmente no me quería ir y que solo fui obligada a dejarte marchar. Que aun siento mucho por ti y debo reprimir esos sentimientos por el bien de ambos. Que te añoro demasiado y no creo que algún día deje de lograr de hacerlo. Que me hiciste sentir amada y protegida como nunca antes me habían hecho sentir. Que las puertas están abiertas en toda ocasión si se trata de ti. Que lo volvería a intentar una y otra vez, que siempre serás el recuerdo más bonito y valioso que tendré en mi vida. Pero también quiero que seas realmente feliz y sabía que conmigo ya no lo eras, que querías ser libre y no te podía obligar a quedarte en donde no querías estar.

Y te diré que fuiste mi último ‘te amo’ y cabe mencionar que después de ti no me han quedado ganas de volver a enamorarme. Pero porque no, estoy en los mejores años de mi vida; debería salir, divertirme, enamorarme, desenamorarme y seguir teniendo presente quien fuiste para mí. No es sano que viva con el miedo contante de que la historia se repetirá y volverán a dañarme, no debería parar toda mi vida por un corazón que ha sido malherido.

Al final no fuiste el amor de mi vida, pero si el amor que más me dolió y el que más quise…

Mensajes que nunca envié Donde viven las historias. Descúbrelo ahora