CAPÍTULO 8

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Jongho estaba decidido pero a la vez nervioso, era la primera vez que se confesaba a alguien y más si era su propio doctor. Pero ya no podía esperar más.

-Yeosang, yo-Jongho tenía los ojos del mayor viéndolo completamente y eso hizo que dudará un poco, pero al final fue directo-. Me gustas.

-¡QUE!-Exclamó el mayor con un total asombro.

-Sí, y-yo, no sé como lo tomes pero desde hace mucho comencé a sentir cosas por ti, cosas que al principio eran confusas pero con el pasar del tiempo me di cuenta de lo que era. Claro, no debes responderme nada ahora, solo te decía como me sen- Fue interrumpido al instante por un beso cálido que poco a poco fue subiendo la intensidad. 

Jongho quedó totalmente perplejo ante dicha acción, definitivamente lo disfrutó, de hecho le pareció muy poco, quería más; pero también quería que Yeosang sea claro con él. 

Por otro lado, Yeosang se vio algo confundido por el repentino alejamiento de Jongho del beso.

-¿Pasó algo?, ¿hice algo que te incomodara?, puedes decírmelo con confianza Jongho. -Mostrándole una cálida sonrisa.

-No es eso, solo que me gustaría que dejemos las cosas en claro, te dije que me gustas, de hecho no es un simple gusto es algo más. Yeosang yo quiero todo contigo, tengo la esperanza de mejorarme, de no estar enfermo y poder pasar el resto de mi vida contigo, me haces muy feliz...Pero hasta ahorita no me dices que sientes tú al respecto. -Un silencio incómodo se formó en el ambiente hasta que el pelirrubio habló.

-Ay Jongho, realmente eres muy lento para captar indirectas, creí que era claro contigo. -Dijo entre pequeñas risitas-. También me gustas tonto, sino porque crees que te daba todos esos detalles, el hecho de jugármela por ti y sacarte de ese lugar, desde el primer momento que te vi sentí algo especial y mientras íbamos pasando más tiempo juntos, pude ratificarlo. Me gustas Choi Jongho, no solo eso, me encantas.

Ese instante fue tan mágico para ambos, sobre todo para el pequeño Jongho, porque sí, puede tener más de 20 años, pero por dentro era como un niño pequeño, solo buscaba amar y ser amado y con Yeosang lo tenía todo. 

Ni ellos sabían como pasaron de estar en una banca afuera de la casa a estar en la misma habitación de Yeosang, a punto de unirse por completo. 

-Espera Jongie, est-.Interrumpido inmediatamente por el menor. 

-¿Como me dijiste?.- Con una clara alegría, al escuchar que Yeosang se dio el lujo de ponerle un apodo, un poco cursi, pero a él le gustó, de hecho le gustaba todo lo que venga de él.

-Jongie, se me hizo muy lindo, pero ese no es el caso... ¿Estás seguro de esto?, luego no quiero arrepentimientos, no quiero que te sientas mal.

-No tienes ni porque preguntarme eso, estoy más que seguro, Yeosang quiero que seas mío.

Y sin más, pasaron de besos cortos pero intensos a quedar completamente desnudos. 

Claramente Yeosang era de los dos, el que más experiencia tenía, pero se dejó llevar por las caricias que le daba el menor, era como si ya lo hubieran hecho antes. Jongho tocaba sus puntos débiles como si los conociera como la palma de su mano. Aún no pasaba de caricias y besos húmedos pero Yeosang ya se sentía en el cielo. ¿Quién era Bonhee?, NO, para él solo existía Jongho, en ese instante solo pensaba en el chico menor que él, inexperto ''aparentemente'' en el sexo, en su cuerpo buen formado, en su piel canela que emanaba un olor que volvería loco a cualquiera, que con solo unos toques ya lo tenía totalmente mojado y pidiendo más, solo quería que ese bulto en los pantalones del contrario, esté dentro de él. No sabía como lo hacía, pero Jongho en ese instante lo estaba volviendo totalmente loco. 

Por otro lado, Jongho sabía lo que sus ''actos'' estaban provocando en Yeosang y lo disfrutaba, quería llegar al límite del mayor en donde le ruegue que haga con él lo que quiera. Mientras dejaba pequeños rastros de besos por su abdomen, levantaba levemente la mirada y se encontraba con un Yeosang hecho un desastre, sus ojos solo pedían que de una vez deje de provocarlo y se lo folle de la ''peor'' manera. Jongho sabía como jugar con él, de besos en el cuello a incluso ir estimulando su miembro. Él también se estaba desesperando, quería hacer a su chico totalmente suyo, pero su orgullo era mayor y hasta que no le ruegue, no lo tocaría de más. 

-MALDITA SEA CHOI JONGHO, CUÁNTO TIEMPO MÁS ME TENDRÁS ASÍ. -Exclamó el mayor con un tono de molestia y deseo a la vez. 

-Solo debes pedirlo bien, Yeosangie~

Y eso fue la gota que derramó el vaso, para que la poca dignidad de Yeosang se vaya a la mierda.

-Hazme tuyo, Jongho, úsame como quieras. Te necesito.

Esas palabras para Jongho, fueron más que suficiente. 

Esta noche sería muy larga para estos dos amantes...

ENTRE CUATRO PAREDES [JONGSANG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora