CAPÍTULO 10.

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Por más que Yeosang le dijo a Jongho que se vayan a dormir, ahí estaba él sobre pensando, nunca lo había hecho pero en esta ocasión era por aquel chico de su costado.

Él no quería hacerle daño, si tan solo hubiera tenido la cabeza fría y no dejarse llevar por estúpidos sentimientos no estaría en esta situación. Estos meses solo reafirmó que Jongho era un chico sensible y que no merecía sentir más dolor del que ya había sufrido... Solo que no contaba que ese dolor se lo causaría él.

¿Acaso es el precio que debía pagar por hacer tantas cosas malas?

Se decía mil veces que sí, iba a cargar por el resto de su vida con ese pensamiento de haber dañado al alma más pura, pero ya no podía abandonar así porque sí todo lo que había conseguido, su vida era eso, sin importar sus acciones.  

.

-Jongie, cariño, despierta.-Le hablaba al oído al aún dormido Jongho.

-Ummm... ¿que pasó?-Por más que estaba somnoliento, Jongho se veía tan lindo al despertarse, una cosa más que le gustaba a Yeosang.

-Levántate, ve a cambiarte, hoy te tengo muchas sorpresas.

Siempre hacia estas cosas por deber, pero esta vez lo hacía por puro placer de ver feliz al chico que se iba pesadamente a darse una ducha y seguir con cada cosa que él le diga. 

Si luego iba a dañarlo, al menos quería que pasara momentos felices... A menos que no lo dañe y aún pueda dar un paso atrás, ¿verdad?

-Miren nomás al novio más guapo que tengo. -Mirando a Jongho de pies a cabeza.

-No estés exagerando, me veo normal. -Mencionaba avergonzado.

-Pero ya bueno, mira, preparé esto para ti.-Mostrándole la mesa llena de ricos aperitivos.

-Muchas gracias Yeosangie, jamás me habían echo algo así. -Dándole un beso y caso seguido disgustando cada cosita que tenía enfrente. 

-Y eso no es todo, hay más cosas para ti, mereces todo en este mundo Jongho.

Y así se pasó el día lleno de sorpresas que le daba Yeosang, aun que siendo sinceros Jongho disfrutaba más de estar junto a Yeosang, que los regalos en sí, porque él era su mayor regalo, su mayor tesoro.

-¿Por qué estamos yendo al jardín Yeosangie?-Decía curioso.

-Deja de preguntar y solo sígueme. 

Y ni bien entraron al jardín se podía ver una linda carpa, tenía un amplio espacio, estaba decorada con unas pocas luces, que le daba ese toque de ''intimidad'', eso sin contar que Yeosang se la había rifado tratando de hacer como un mini cine, porque había recordado tiempo atrás que era uno de los deseos de Jongho, ver película al aire libre y eso sin contar la mesa de bocaditos, era la velada perfecta para cerrar ese día.

-¡Yeosang! como hiciste todo eso.-Se notaba la expresión de felicidad en su rostro.

-¿Te gusta?

-Claro que sí, esto es lo más lindo que me han hecho, muchas gracias amor, eres el mejor.-Continúo, yendo apreciar mejor el lugar. 

-Perdóname Jongho.-Dijo para si mismo, mientras veía al menor disfrutando del lugar, y así no pudo evitar que se le saliera una que otra lágrima.

Pasaron algunas horas, entre juegos, risas y un momento lleno de diversión, cuando accidentalmente pasó una escena en donde los protagonistas tenían su ''gran'' momento y solo se miraron entre ellos echando a reír. Dos chicos adultos que día antes se habían visto hasta el alma estaban ahí todos nerviosos por una pequeña escena, pero es que sí, ya desde hace unos minutos, ambos tenían esas ganas, pero no decían nada por el hecho de no arruinar el lindo momento.

Solo que no contaron con que una pequeña muestra de cariño por parte de Jongho, sería lo ideal para avivar más esa llama. 

Estaban sentados mirándose el uno al otro, las estrellas eran las fieles compañeras para ser testigo de lo que iba a suceder. 

-Cariño, realmente te agradezco por todo este día, hace años no la pasaba tan bien, pero...Déjame agradecerte de la mejor manera.

Yeosang solo asintió para pasar a despojar la camiseta del menor, mientras se daban intensos besos, para él siempre era demasiado acariciar la piel del contrario y recorrer con sus dedos su abdomen marcado, eso lo incentivaba a querer más y claro, Jongho lo notaba, y al fin pudo sentir que los días en el gimnasio de aquella ''prisión'' tenían efecto.

Jongho tenía a Yeosang encima de él, era impresionable como con una sola mano era capaz de despojar las prendas de aquel chico tan fácil y rápidamente mientras que con la otra iba estimulando su miembro, eso sin contar que sus labios eran el arma perfecta para hacer que su chico comience a disfrutar.

Jongho tenía unos labios que parecían hechos para el mismísimo placer.

-Como es posible que un idiota menor que yo, me tenga así.-Decía Yeosang entre jadeos.

-Si me sigues llamando así juro que te arrepentirás de tus palabras Yeosangie~-Expresaba Jongho de formar dulce pero a la vez que dejaba marcas y uno que otras mordidas en el cuello de Yeosang.

Yeosang sabía lo que quería...

-Eres un idiota Jongho, tanto te cuesta hacerlo de una vez.-Mencionaba con un tono de desesperación. 

-Quise ser un poco más delicado y romántico pero no me dejas otra opción. 

Y sin más Jongho volteó al chico de una manera muy brusca dejando así salir un gemido de la boca del contrario.

Hizo que se agache y con una mano agarrando las del pelirrubio y con la otra introduciendo de a poco un dedo y así ir metiendo más, fue estimulando la entrada del chico, por más que estaba también desesperado por estar dentro de Yeosang, no quería lastimarlo, así que fue de a poco, de todas maneras Yeosang lo disfrutaba y él también.

Era gracioso que solo con los dedos de Jongho, Yeosang estaba a nada de venirse, pero no era nada para criticarlo o burlarse, ya que cualquier persona mortal sentiría el mismo cielo ante esos toques con aquellos dedos, Yeosang volvía a confirmar que aquel chico era el mismo placer hecho persona, podía tenerlo de cabeza lo toque con lo que sea. 

Y Jongho sabía que el chico a quien tenía haciéndolo un desastre estaba a punto de venirse y entonces aprovechó para meter su miembro y así ayudarlo a que tenga un mayor disfrute. 

Las embestidas que este le daba eran tremendo deleite para el cuerpo contrario, él solo pedía más y más y aquel chico obedecía, era un vaivén de deseo. Yeosang realmente disfrutaba que Jongho lo domine, que haga con él lo que quiera. 

Por otro lado, a Jongho le encantaba ver a Yeosang en esa posición nada decente, pidiéndole más y escucharlo gemir mientras que con su otra mano iba masturbándolo, amaba tenerlo al borde. 

Ambos disfrutaban de este dulce pecado.

Pero lo que más amaban era que tenían esa manera de llegar al mismo tiempo, ese momento era de un gran disfrute. 

Y así, Jongho tomaba entre sus brazos a aquel sujeto que temblaba por haber llegado a ese punto de placer.

-Jongho, realmente debería ser ilegal todo esto que me haces sentir.-Decía aún agitado.

-Solo te estaba agradeciendo por ser el mejor chico que pude tener.-Mencionaba entre pequeñas risitas.

-Créeme Jongie, no soy ni una pizca de lo que tu necesitas, soy un ser que hubiera sido mejor que no te encuentres.-Estaba a punto de llorar, pero se contuvo.

-No digas eso Yeosang, realmente te amo y eres todo lo que necesito, no me importa tu pasado, ni quiero saber de él, el presente que tengo contigo es lo único que me interesa y todo el futuro que nos espera juntos.-Le decía mientras le mostraba una cálida sonrisa, acto seguido ambos chicos se echaron a dormir, no tenían suficiente energía para darse un baño, de todas maneras eso podía esperar.

''Jongho, no debiste enamorarte de mí''. 



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⏰ Última actualización: Feb 08 ⏰

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ENTRE CUATRO PAREDES [JONGSANG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora