Capitulo único

797 51 39
                                    

Realmente quería hacer las cosas bien esta vez, pero entre ser el único Spiderman de Nueva York, salvar el multiverso, pertenecer a una sociedad con los arácnidos de cada un de las dimensiones existentes y tener de jefe a Miguel O'Hara; había vuelto a fallar en su relación con Mary Jane. Aunque esta vez dejaba que viera a su hija Mayday y fuera parte de su vida. Al menos tenían una cierta amistad y un trato cordial entre ellos.

¡Pero! El gran pero de todo aquello. Era una pequeña obsesión que le había nacido últimamente, y a veces creía que no era tan pequeña. No sabía en qué momento había sucedido. Solo sabía que no lo dejaba vivir en paz.

De hecho tenía varias semanas sin pararse por el cuartel del Spiderverse, solo porque sabía que él estaría allí, era obvio que estaría allí. Era el jefe, el líder, el organizador de todo y quién se había tomado muy en serio su papel de mantener el equilibrio de aquellos universos.

Suspiró mientras pasaba los canales de la televisión, mientras comía pizza fría en aquel departamento tan deprimente. Le dió un sorbo a su cerveza, cuando un holograma del objeto de su deseo salió de repente de su brazalete comunicador.

Casi se atraganta del susto y tuvo que escupir lo que tenía en la boca, porque Miguel siempre era así, se comunicaba sin antes avisar o hacer una leve llamada ni nada. Peter se limpió la boca con una camiseta que tenía en el sillón hecha bola a un lado, se sentía algo dura, seca con alguna sustancia que no quería recordar ni que era.

-¡Parker!, ¿Estás bebiendo en horario laboral?- La voz molesta de Miguel retumbó por el apartamento.

-Relativamente no estoy en horario laboral, ya terminé mi patrullaje por el día de hoy.- Dijo Peter un tanto apenado de que Miguel lo viera en fachas, sin camiseta y solo con su glorioso pants gris que no recordaba si había lavado esa semana o no.

-Tienes que estar siempre alerta, nosotros nunca descansamos y lo sabes.- Miguel lo apuntaba con dedo acusatorio. Peter rodó sus ojos y volvió a darle otro sorbo a su cerveza.

-¡Vi eso Parker! Deja de embriagarte, tenemos un misión.-

-¡¿Qué?! ¡¿Pero, por qué yo?!- Dijo un Peter indignado.

-Porque eres el único disponible.- Miguel también se veía molesto a la posibilidad de hacer equipo con él.

-¡Dile a Ben! Él siempre te quiere estar lamiendo el culo.- Dijo Peter sin esconder para nada su molestia y pensando. 'Aunque yo también quisiera estar haciendo eso.' Sacudió su cabeza. No tenía porque estar pensando eso del hombre holograma que salía de la pulsera de su muñeca.

-Está ocupado en otra misión. ¡Así que o vienes o voy por ti!-

-Ya, ya, ya... está bien... ahorita voy.- Hubo un silencio en el cual ni Peter se movió, ni Miguel cortó la comunicación.

-¡¿Qué esperas?! ¡Muévete Parker!-

-¡Tengo que vestirme! ¿Qué? ¿Quieres verme vestir y tener una llamada erótica conmigo o qué?-

Miguel gruñó en molestia y cortó la llamada. Peter se terminó la cerveza de un sorbo. Tenía que agarrar valor para ver a la cara a ese mexicano malhumorado gruñón.

Se vistió con su traje, intentó sumir la panza sin mucho éxito y se dió por vencido, total, su cuerpo ya era así por la edad, o eso era lo que quería creer, no por sus malos hábitos que habían regresado junto con ese departamento donde vivía.

Abrió el portal con su brazalete y entró en él, en cuestión de minutos estuvo en el cuartel. Miguel en su plataforma elevada, viendo las diferentes pantallas de los universos.

Desperate for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora