capitulo 4.

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Un chico que se veía mucho mayor que sus matonas empujó a quien la había puesto el pie al frente

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Un chico que se veía mucho mayor que sus matonas empujó a quien la había puesto el pie al frente.

La chica trastabilló hacia atrás con el empujón, tardó unos segundos en ubicarse.

—¿Disculpa? —la muchacha sonó ofendida.

Él pelinegro parecía más ofendido, moviendo la cabeza en gesto desafiante, haciendo de su cabello rizado y claro se balanceara.

—Discúlpate tú. —dijo él chico, intentando controlarse.

La chica soltó una risa, que casi pareció un ladrido.

—¿Quién te crees?

—¿Quién te crees tú para empujar a esta chica? —señaló con su mano hacia Minjeong, aún en el suelo.

La chica no respondió, acercándose hacia él chico para empujarlo hacia atrás, aunque no cayó, dió unos pasos hacia atrás hasta enderezarse de nuevo en sus Converses.

Su boca formando una leve <<o>>, con el ceño fruncido, chasqueo la lengua, ofendido.

Oh, niña, quieres pelear. —murmuró, mirando a la chica.

Hasta Minjeong tuvo miedo de la mirada asesina que le regaló aquel chico.

Sin contenerse mucho, él chico dió un limpio puñetazo sobre el ojo de la chica, para luego pisarla con fuerza la punta de su pié, no dejando que se vaya hasta que quiso soltarla, huyendo por el pasillo.

Las demás estudiantes miraron con miedo e incredulidad al mayor, antes de que este alzara sus manos para que todas siguieran su camino.

Se volteó hacia Minjeong, quién seguía en el suelo con los ojos muy abiertos.

Y por primera vez notó que el rostro de ese chico era muy familiar.

—¿Estás bien? —preguntó con sutileza, alargando una mano hacia ella.

Minjeong sólo asintió, tomando la mano extendida, él chico tiró de ella con fuerza, haciéndola pararse de un salto.

Rió al ver la expresión sorprendida de la chica.

—¿Cómo te llamas?

Y fue esa pregunta, esa expresión, el cómo ladeo su cabeza ligeramente, que Minjeong encontró el parecido que necesitaba para reconocer a Aeri Uchinaga en ese chico.

Y fue esa pregunta, esa expresión, el cómo ladeo su cabeza ligeramente, que Minjeong encontró el parecido que necesitaba para reconocer a Aeri Uchinaga en ese chico

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