𝗆𝗎𝗍𝖾 ♥︎!

capitulo 14.

La directora comprendió completamente la decisión de ambas jóvenes de cambiarse de colegio, por más que quedara un trimestre para que termine el ciclo.

Por más que estaba enojada con Minjeong por no haberle dicho nada, ya que Kim finalmente confesó que habían sido varias veces las golpizas, que no era la primera, Choi Sooyoung ayudó a acelerar el cambio de escuela, recomendando una con orientación artística, cuya directora era amiga de ella.

Según sus palabras, una mujer extravagante y muy linda llamada Tiffany Young.

A la semana, ambas chicas comenzaron de nuevo, en un lugar más verde, con gente tocando guitarras bajo los árboles, acompañados de otros que cantaban letras inventadas, más personas que hacían dibujos rápidos de cualquier cosa que llamara su atención.

Giselle le había regalado un nuevo cuaderno, está ver más bonito que el anterior, con tapa dura para que pueda escribir donde sea, y con su nombre grabado en la tapa para que el mundo supiera de quién era.

Giselle recordó cómo había estado sonriendo todo el día, a pesar del dolor de su labio, sonrió hasta que se acostumbró a ese dolor, y le agradeció escribiéndolo en ese mismo cuaderno, siendo las primeras palabras <<gracias, Unnie››.

Minjeong palmeó el brazo de Giselle, señalando en dirección a una chica tocando un saxofón, con una muchacha en silla de ruedas frente a ella.

Giselle sonrió al ver a Minjeong sonreír por eso, con el corazón algo dolido por el labio que no había terminado de sanar, por más que a la chica no le doliera, a Giselle sí.

Por decisión de Minjeong, se hicieron amigas de aquellas dos chicas primero.

La saxofonista se presentó como Ningning, y la otra muchacha en silla de ruedas era Karina.

Giselle se presentó por las dos, con algo de miedo al decir que Minjeong era muda, pero las dos chicas no lo tomaron como si fuera una discapacidad, un problema, un error.

Por primera vez Minjeong encontró alguien más que Giselle que la trato igual que el resto.

Para el final del día ya eran amigas, y
hasta Ningning llegó a prestarle su saxofón a Minjeong, instrumento que la chica sopló muy fuerte y casi cae hacia atrás por lo aturdido del sonido, pero Giselle se había apresurado a sostenerla.

Eso provocó risas, porque Minjeong había sido muy adorable con su cara de susto.

A Giselle se le seguía derritiendo el corazón cada vez que veía la risa silenciosa de Minjeong.

Y estaba feliz de haber llegado a un lugar donde podría verla más veces.