capítulo 5.

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Minjeong, como de costumbre, se congeló ante la pregunta

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Minjeong, como de costumbre, se congeló ante la pregunta.

Hey, hola. —dijo él chico, haciendo que ella reaccionara, negando, bajando la vista.

Minjeong señaló su garganta y luego movió su dedo en gesto negativo.

—Oh, eres muda —dijo él chico —. Mmm... Bien, niega si no lo sabes, pero, estoy buscando a mí hermana, Giselle, ¿La conoces?

Minjeong asintió.

—Genial, ¿Sabes dónde está? ¿Puedes llevarme con ella?

Minjeong volvió a asentir, comenzando a caminar hacia la cafetería, lugar donde la chica solía ir a encontrar una mesa vacía, llena de paz, ya sea para escuchar música y leer, o a veces dormir.

Minjeong sabia todo eso porque solía mirar a Aeri Uchinaga demasiado.

La chica nunca la había molestado, nunca le había hecho nada malo, incluso, ella fue quien le prestó una muda de ropa cuando la suya terminó en el inodoro, fue quien le prestó útiles cuando todos los suyos se le habían empapado de Coca-Cola.

Eso la había dejado bastante colgada por la chica.

Pero Giselle Uchinaga era más asocial que ella, y no le había tomado muchos días para decidir alejarse de todos los compañeros de clase, sin hablar con ninguno de ellos, sin llevarse con nadie, incluido ella.

Aunque a Minjeong le gustaba pensar que ella era un poco más especial para Giselle Uchinaga que el resto.

Tal como sabía, la chica estaba escuchando música y leyendo en la mesa más alejada de la cafetería.

Minjeong señaló hacia ella para que él chico la mirara, él asintió, y Kim dió media vuelta, lista para marcharse.

—No, no —una mano tomó su muñeca, y la chica miró al pelinegro—, ven.

Minjeong no se resistió, y se dejó llevar por él chico hasta la mesa donde estaba Aeri Uchinaga, haciendo que el corazón de la joven se acelerara un poco, y su rostro se ruborizara.

—¡Uchinaaaaaga Giseeeeeellee! —gritó él chico, sin escrúpulos.

Minjeong le causó gracia cómo la nombrada alzó la vista de golpe, abriendo los ojos de más, bajando sus auriculares hacia su cuello, mirando a los lados hasta dar con él chico, y luego dedicar una mirada confundida a Minjeong.

—¿Anton? —preguntó, en cuanto él chico llegó junto a su mesa, miró a Minjeong, y luego volvió hacia su hermano, —¿Pasó algo?

—Eso te lo explico después —dijo —. Primero —pasó su brazo sobre los hombros de Minjeong, ese chico era mucho más alto que ella, —¿Conoces a esta chica?

—Sí, es Minjeong, mi compañera de clases —respondió, con el ceño fruncido—. Anton, si te hizo algo, te pido piedad, mírala, es muy pequeña, muy joven para morir.

—¿Que? no me hizo nada —dijo él chico, viendo que Giselle ignoró sus negaciones —. Pero unas chicas la empujaron cuando entraba.

Giselle asintió.

—Sí, sé que... Le hacen varias cosas... — dijo bajo.

—¿Y porqué no haces nada, idiota? —Anton sonó enojado.

Minjeong se apuró a negar muchas veces, captando la atención de ambos hermanos.

Aún sabiendo que ninguno de los dos la entendería, sus manos se movieron para decir lo que quería decir:

<<Uchinaga Giselle es buena conmigo».

<<Uchinaga Giselle es buena conmigo»

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