capitulo 7.

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—Toma

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—Toma.

Giselle depositó un cuaderno y una lapicera sobre su banco.

Minjeong la miró con sorpresa, negó, tomando su mochila para mostrar el cuaderno que tenía en el interior para tomar notas, y el que usaba todos los días, corrió el regalo de Giselle.

—No. —la frenó la mayor, apoyando su mano sobre la de Minjeong, quién ante el contacto corrió la mano rápidamente, sintiendo el calor de sus mejillas aumentar.

A Giselle le pareció un poco raro ese gesto, pero no dijo nada, corrió el cuaderno hacia Minjeong.

—Ese cuaderno es para clases —dijo. —Este es para ti. Para que escribas lo que quieras decirme —dijo. —No entiendo tu lenguaje de señas, pero sé leer.

Minjeong se sentía extraña, simplemente no podía explicarlo, estaba feliz y triste a la vez, y de alguna forma, se sentía alagada por el regalo de Giselle.

Giselle le había dado un cuaderno para que tuviera una voz, y eso era algo que iba a agradecer por siempre.

Giselle le había dado un cuaderno para que tuviera una voz, y eso era algo que iba a agradecer por siempre

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