Rojo Fuego

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Luego de pasar un buen rato en el falso puesto de horquillas, los amigos siguieron su camino. Li Lianhua miraba a Duobing, quien de buen ánimo avanzaba por la calle; ignorante del engaño que había sufrido.  No pudo evitar sonreír de ternura, pero en el fondo se lamentaba por mentirle a su amigo. "Una persona así de sincera como él, no merecía ese trato" pensó. Por lo que, decidió revelárselo en cuanto estuvieran en un lugar más tranquilo.

Al avanzar unos cuantos pasos, encontraron un edificio alto con acabado elegante; su nombre grabado en madera de roble: "Hostal de la Orquídea en Flor". La cacofonía de sonidos del mercado fue reemplazada por el melodioso toque del Guzheng; sus cuerdas tensadas en notas agudas, junto con las suaves risas y conversaciones animadas de los comensales, añadía un tono vibrante y acogedor al ambiente del hostal.

—Bienvenidos señores— Les habló un trabajador —¿Desean alojarse?

—Gracias, solo queremos una mesa— Fang Duobing señaló los comedores.

—Bien, bien. Adelante, por favor— El anfitrión los guio.

Una vez instalados pidieron la especialidad de la casa y un vino de loto para beber. En espera de los alimentos, Li Lianhua tomó la iniciativa.

—Fang Duobing, ¿no notaste nada extraño en esos vendedores de horquillas? —Preguntó casual.

—¿Extraño?, no. Al contrario, me parecían muy amables y cercanos— Fang Duobing se tocó el rostro, pensante. —Como si los conociera de antes—Sonrió.

—¡Muy cierto! —Li Lianhua respondió su sonrisa—¿Cómo a quién? —Insistió.

—Como a...—Fang Duobing paseó la mirada por el lugar, tratando de recordar— ¡Hey, mira! —Se detuvo en seco, y se levantó de su asiento para indicar a un par de personas en la entrada. —-"Habla de Cao Cao, y Cao Cao llegará"

Li Lianhua vio como la señorita Su y la princesa Zhao Ling, aun disfrazadas, caminaron en su dirección

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Li Lianhua vio como la señorita Su y la princesa Zhao Ling, aun disfrazadas, caminaron en su dirección. Fang Duobing, alegre, las recibió efusivos.

—Debe ser el destino que junta nuevamente nuestros caminos—Levantó sus manos unidas en un saludo cordial.

—Buenas tardes, señores. Que coincidencia encontrarnos de nuevo— Xiao Yong respondió el gestó de Duobing, y miró a Li Lianhua con complicidad.

—¿Vienen a comer también? —preguntó Duobing. Esta vez respondió la princesa:

—Nos estamos alojando unos días en esta posada. Y sí, también veníamos a comer—

—¡Que bien! Les parece comer juntos—Duobing animado siguió argumentando su propuesta —El lugar está lleno, y en esta mesa aún queda mucho espacio.

—¡Claro que sí! Gracias—Xiao Yong se sentó a lado de Li Lianhua —Es bueno hacer nuevos amigos. Si ya nos encontramos por segunda vez, no es conveniente ignorarnos—Sonrió a Li Lianhua.

Li Lianhua no sabía que hacer; sentía la necesidad de apoyar a la señorita Su, pero se sentía culpable de engañar a Fang Duobing. Decidió ir con la verdad por delante y terminar la farsa en ese mismo momento.

—Fang Duobing, tengo algo que decirte...— Interrumpió la conversación que ya había iniciado Duobing con la princesa.

Duobing lo miró inocente. Li Lianhua sostuvo su mirada un tanto avergonzado, pero continuó:

—Estas personas son...—Un estruendo en el lugar cortó su anuncio.

—¡Fuego, fuego! —Un desconocido alertó, provocando en pocos segundos el caos en el lugar. La música se detuvo y la reemplazó el alarido histérico de las personas, tratando de escapar de la amenaza de las llamas.

Li Lianhua y Fang Duobing miraron la situación, analizando sus posibilidades. Moviéndose en sintonía, tomaron de la mano a las chicas disfrazadas, y corrieron al ventanal más cercano. Sacaron a sus amigas a lugar seguro, y voltearon la vista al hostal. Las llamas consumían rápidamente la edificación de madera, y múltiples personas se agolparon a sus afueras, observando el desastre.

—Aún queda gente adentro...—dijo un hombre de mediana edad. Tosía mientras sostenía a un joven, con el rostro fuliginoso.

  Tosía mientras sostenía a un joven, con el rostro fuliginoso

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Fang Duobing miró a Li Lianhua y a las chicas, serio. Les dijo:

—Quédense acá—

Corrió hacia el edificio en llamas, y entre la confusión y la multitud escapando no percibió a Li Lianhua detrás de él.

El humo llenó cada rincón del lugar. El ambiente alegre de hace solo unos minutos atrás se había transformado en un escenario de terror; las cortinas encendidas en rojo fuego, alimentaban el desastre en el techo que amenazaba con caerse en cualquier momento. Fang Duobing echó una mirada rápida en el gris entorno, y notó un par de personas paralizadas en el suelo. Conteniendo el aliento, se acercó rápidamente a ellas, y las zarandeo levemente para volverlas en sí. Entre el calor del fuego y la falta de aire las ayudó a levantarlas y las encaminó a la salida. En la bruma de humo notó una silueta conocida; se volteó y reconoció entre las sombras y el calor, a Li Lianhua levantando a una joven mujer. En el calor abrazador de las llamas que recorrían con fervor cada pared del lugar, pudo ver el rostro enrojecido de su amigo, cubierto en sudor y hollín, esforzándose en llevar a la joven en peligro.

 En el calor abrazador de las llamas que recorrían con fervor cada pared del lugar, pudo ver el rostro enrojecido de su amigo, cubierto en sudor y hollín, esforzándose en llevar a la joven en peligro

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 Un instinto de protección se activó en Fang Duobing, y de modo automático apretó el paso, entre las llamas, hacia Li Lianhua. La respiración se hacía cada vez más difícil, y sus movimientos se entorpecían aspirando el humo tóxico. Avanzó con decisión hasta llegar a su amigo y la joven, y sin perder tiempo, los ayudó a llegar a la salida. El camino antes expedito, ahora yacía cubierto de muebles ardientes y vigas rotas en llamas, haciendo eterno su breve recorrido. Casi al llegar al destino, un estruendo sacudió la casa y una parte del techo se desplomó al suelo. Fang Duobing no volteó al sonido; solo podía mirar a la salida. Empujó a Li Lianhua hacia ella, justo en el momento en que un dolor caliente azotó su espalda, dejándolo atrapado en el suelo. Vio a su amigo a salvo y a pesar del dolor se sintió aliviado. Sus fuerzas se escapaban tan rápido como el aire de sus pulmones; se sintió asfixiar entre la danza de las llamas y el compás del humo. Su conciencia se perdió entre la falta de aire y el dolor.


La Casa de Loto. Mysterious lotus Casebook FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora