Capitulo 18: Un viaje Largo y Extraño

85 7 0
                                    

Descargo de responsabilidad: No tengo Naruto ni Pokémon. Si tuviera tres deseos, uno de ellos sería un Growlithe o un Cubone. Los otros dos deseos serían un conjunto concreto de superpoderes y habilidad con un instrumento musical que no fuera una trompeta o un piano. No son malos instrumentos cuando se tocan bien, pero yo quiero ser como Rusty en el episodio de Squidbillies en el que vendió su alma al diablo para poder tocar la guitarra. Esa clase de talento.

Capitulo 18: Un viaje Largo y Extraño

------------------------------------------------------------------------------------------------

Había pasado una semana y media desde la conclusión del enfrentamiento en Ciudad Azafrán. Rojo y Azul habían vuelto a Ciudad Paleta con el profesor Oak y el resto de los ciudadanos. Green se las había arreglado para robar una buena cantidad de dinero del edificio central de Silph Co. antes de largarse de la ciudad, después de llevarse la mitad de la parte de Naruto de las malditas Piedras Lunares según su acuerdo, por supuesto.

Tras la batalla, Sabrina había desaparecido a pesar de que Naruto la había atado bien. Sin embargo, la habían derrotado y el Equipo Rocket había quedado destrozado. Zapdos había eliminado al teniente Surge de forma bastante irónica, y Koga había muerto en combate a manos de su propia hija.

Eso había sido lo más importante que sacar de toda la experiencia para uno de los chicos que había liberado la ciudad en una violenta batalla.

De vuelta a Ciudad Fucsia, se celebró un funeral para su antiguo Líder de Gimnasio, el maestro ninjutsu del Continente Pokémon, Koga. Fue enterrado en los terrenos de la mansión del gimnasio, junto a su esposa, en la tumba reservada para los miembros de su clan. Fue enterrado junto a su esposa, la madre de Janine.

A pesar de todo lo que había hecho en tantos otros lugares y a tantas otras personas y sus Pokémon, en Ciudad Fucsia se le seguía venerando como el Entrenador Pokémon más fuerte que jamás había salido de allí. Su habilidad como Líder de Gimnasio los había puesto en el mapa, ya que había sido él quien, décadas atrás, había tomado las enseñanzas de su clan y había creado un Gimnasio para desafiarse a sí mismo y a sus subordinados.

Casi toda la ciudad acudió al servicio. Incluso Erika había venido desde Ciudad Celadon para acompañar a su amigo. Jiraiya y Naruto permanecieron cerca de la parte trasera, fuera de la vista en su mayor parte, mientras que Aya y Janine estuvieron justo delante durante horas escuchando a todo el mundo hablar de cómo, a pesar de que su padre había sido un gran hombre, alguien tenía que detenerlo, y de que ella había hecho lo correcto. Había sido un desafío formal directo por el título de Líder de Gimnasio. Por costumbre tenía que ser a muerte. Todo el mundo lo sabía.

Ella no derramó una lágrima en todo el tiempo, a pesar de que había durado horas. Se había desahogado mucho antes. Naruto lo sabía. Él había estado allí cuando ella lo hizo. Si le hubieran quedado más lágrimas después de haber llorado hasta quedarse dormida en Ciudad Azafrán, él no habría tenido ni idea de dónde había procesado su cuerpo el agua que le sobraba.

Cuando terminó la ceremonia, aún se la podía encontrar en la tumba, sentada en la hierba y mirando las lápidas de su madre y su padre. El hecho de que llevara un vestido negro formal para la ocasión no importaba. Ni siquiera se dio cuenta de que Naruto venía detrás de ella hasta que se sentó en la hierba con ella, también vestido de etiqueta.

El hombre había sido un enemigo, pero si su propia hija podía perdonar lo suficiente como para tratarla como debía y Jiraiya también podía no había razón para que él no pudiera también.

Naruto deseaba saber qué decir, pero no lo sabía. Él nunca tuvo padres, así que no sabía cómo se sentiría una vez que murieran. Había estado en el funeral del Sandaime Hokage, pero esta situación no se parecía en nada a aquella.

El Maestro Hiperactivo y Cabeza Hueca Número 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora