El Maestro Hiperactivo y Cabeza Hueca Número 1

Capitulo 4: Sobre la Luna

Descargo de responsabilidad: No soy el propietario de Naruto ni de Pokémon. Para aquellos que me llamen la atención sobre este hecho sin provocación o razón necesaria, tengo algo para ellos que pueden atrapar. Pueden ver mis dedos corazón girados hacia arriba en su dirección y, en raras ocasiones, pueden ver mi bota metida en su culo. Y no, no tienes que buscar 150, 250 o las que sean. Todo lo que tienes que hacer es coger dos de cada.

Capitulo 4: Sobre la Luna

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Habían pasado unos días desde que salieron de Ciudad Peltre y no había ocurrido nada importante desde la partida de Naruto y Janine. A pesar de ser una ninja, a Janine no le gustaba correr todo el día como podía hacerlo Naruto, pero a él no le importaba. Siempre que ella sentía la necesidad de relajarse y descansar, él encontraba tiempo para entrenar. Le había prometido a Jiraiya que para cuando el hombre regresara tendría los jutsu que su sensei le enseñó aprendidos y listos para usar en combate.

Pero una vez más, Naruto y Janine estaban de vuelta en el camino a un ritmo más reservado que antes en este día en particular, caminando en lugar de correr... sobre todo porque no había realmente suficientes árboles para saltar haciendo el viaje más fácil que corriendo por un camino montañoso.

"¿Dónde vives?" Frente a la cara de Naruto mientras caminaba, él estaba haciendo su mejor esfuerzo para leer el mapa y obtener su ubicación. En su mejor suposición, todavía estaban en la Ruta 3, ya que se dirigían al este de Ciudad Peltre y no se habían topado con ninguna maldita montaña que no pudieran atravesar o rodear directamente. "¿Por qué no puedo llevarte directamente a casa y terminar con esto?".

"Porque aún no quiero irme a casa". Janine comentó distraídamente con una sonrisa en la cara, "Te garantizo que si das vueltas e intentas encontrar mi pueblo y dejarme tardarás mucho más que si te dedicas a lo tuyo y dejas que las cosas sigan su curso". Le puso una mano en el hombro y le quitó el mapa, metiéndoselo de nuevo en la ropa, sin despeinarse lo más mínimo al hacerlo. Soy buena compañía".

Cara bonita o no, Naruto no podía confiar en un ladrón... especialmente en un ladrón ninja con el que había luchado. Definitivamente se acostaría con Ranbouen fuera de su Poke Ball hasta que se determinara que Janine en serio sólo viajaba con él por el simple hecho de hacerlo y no con segundas intenciones. Ya se había quemado así antes.

Cansada del silencio mientras Naruto seguía pensando que aún estaban en el camino correcto, Janine volvió a hablar-: Sigues desapareciendo temprano en la mañana antes del amanecer. ¿A qué te dedicas? ¿Estás entrenando?" Preguntó con curiosidad. La perspectiva de averiguar cómo Naruto manejaba las extrañas técnicas que hacía era simplemente asombrosa para ella.

"Sí, de hecho." Naruto admitió, para sorpresa de ella. Ella supuso que él seguiría siendo tan frío como lo había sido los últimos días con ella. Sin embargo, ella no sabía que simplemente no estaba en la naturaleza de Naruto guardar rencor por algo como un robo, algo que realmente no le afectaba en este caso también. "Todavía no soy bueno con el jutsu así que no esperes que te muestre ahora mismo lo que estoy haciendo."

Sí, Naruto era un tipo extraño, incluso para una ninja como ella. Pero la derrotó tan rápido la otra noche, que era evidente para ella que Naruto podía luchar y derrotar a sus Pokémon sin su Growlithe en absoluto. Si bien sus Pokémon no estaban ni cerca de ser tan fuertes comparados con otros como los de su padre, esto era cierto tenía que admitirlo, seguía siendo un humano solo contra un Pokémon. Y eso era increíblemente impresionante.

Le encantaría que esos dos se encontraran y lucharan. Aunque los Pokémon de su padre harían picadillo a Naruto si intentara enfrentarse a ellos, pero ese era un caso muy especial. Su padre era un entrenador increíble.