El Maestro Hiperactivo y Cabeza Hueca Número 1

Capitulo 22: Miedo a lo Desconocido

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto ni de Pokémon. Conocí a un tipo ruso que podía hacer el maldito Poké Rap. Todos ellos. Fueron los dos mejores minutos de mi 2013, incluida la obtención de mi licenciatura. Jodidamente increíble. A veces son las cosas simples de la vida, ¿sabes?

Capitulo 22: Miedo a lo Desconocido

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Falkner tendría los Pokémon pájaro listos para su partida mañana. Eso fue lo que dijo. Janine se había llevado una grata sorpresa. Para ella había sido relativamente indoloro hacerle llegar su petición, y él había aceptado sin más. ¿Quizá estaban madurando después de todo?

Sin embargo, alguien podría no haberlo hecho, y aunque no señalaba a nadie, estaba bastante segura de que la multitud de entrenadores de Gimnasio Violeta golpeados y Pokémon pájaro que habían quedado esparcidos al azar por toda la instalación habían sido obra de su compañero de viaje.

Había marcas de quemaduras por todas partes, así que lo más probable era que hubiera tomado prestadas las habilidades de escupir fuego de Ranbouen para hacer el trabajo.

Naruto no había dicho nada al respecto, pero se comportaba con un aire muy complacido.

"¿Te divertiste?" Janine terminó preguntándole descaradamente mientras salían del Gimnasio, "Pensé que Erika había dicho que no podíamos pelear".

"Ella dijo que no podíamos pelear contra Líderes de Gimnasio," Naruto respondió a su vez, habiendo llamado a Erika antes de enfrentarse al desafío de los miembros del Gimnasio, "Ella dijo que aún teníamos que entrenar después de todo, y ellos no pensaban que yo fuera lo suficientemente fuerte para pelear en un torneo de Líderes, así que tuve que probar que era un entrenador lo suficientemente bueno, ¿no?"

Afirmaban que los Pokémon de un Líder de Gimnasio podían ser suficientes para vencer a la mayoría de ellos y a sus Pokémon. ¿Y qué tal a todos ellos y a sus Pokémon? Ranbouen era demasiado rápido para ellos. Enemigo o no de los Pokémon de tipo volador, seguía siendo un Arcanine, y los Pokémon rara vez eran mucho más rápidos que un Arcanine, sobre todo si estaba bien entrenado.

En retrospectiva, después de oír que Falkner necesitaba tiempo para preparar a los Pokémon que iba a usar para ayudarles a llegar a Ciudad Olivine, Janine se imaginó que el tiempo podría retrasarse unas horas más debido a que Naruto le estaba dando una paliza a toda su ayuda.

De cualquier manera, eso dejaba el resto del día para Janine y Naruto sin nada más que hacer. Ya habían ido a la Torre Brote, y después de los sucesos del día anterior ambos estaban seguros de que no volverían a ser bienvenidos en ese lugar a corto plazo. Los habitantes eran monjes, pero no de los que perdonan, sino más bien guerreros.

Sin embargo, había más cosas que hacer, y por mucho que se resistiera a actuar como una turista, había un lugar cercano que definitivamente quería visitar con un deseo casi infantil. Fue suficiente para que Naruto se entusiasmara lo suficiente como para seguirla a unos pocos kilómetros al oeste de la ciudad para pasar un día pintoresco y divertido.

Al menos hasta que supo adónde iban. Entonces se desinfló.

"¿Ruinas?" preguntó Naruto mientras caminaban por la soleada Ruta 36. Era un día hermoso, y él podía ver varias maneras mejores de pasarlo que pasando el rato en un lugar viejo y polvoriento como ese, "Aw, vamos ¿en serio? ¿Por qué?"

"Siempre he querido visitar las Ruinas de Alph", admitió Janine con alegría, con un serio resorte en el paso. "¿Te imaginas qué tipo de cosas puedes encontrar allí? Podríamos ser famosos. O ricos. O famosos y ricos. Eso sería lo mejor".