Era por la mañana, sobre la una más o menos, Edra seguía dormida en la cama, escondida entre las sabanas.
- ¡Edra, levanta de una maldita vez, tienes que prepararte para esta noche!- Unos buenos días de la riquísima Ani siempre eran igual.
- Ya voy.- Dijo Edra entre dientes.
Salió de la cama, se ducho y se puso unos vaqueros cortos y una camiseta blanca de tirantes, esa mañana hacia mucho calor.
Edra bajó a la cocina y tomó un vaso de leche que le había preparado Ani, como siempre, excelente.
- Dorian te espera en la sala de hechicería.- Dijo Ani dándole un beso en la mejilla.
Edra asintió y se fue a la sala de hechicería. Antes de entrar, se paro en la puerta y recordó lo que casi sucede la noche anterior, un pequeño escalofrió recorre su cuerpo y decide entrar.
- Buenos días.- Dijo Edra mirando al suelo.
- Hola.-Dijo Dorian simplemente.
- Dorian...- Él no la dejo terminar.
- Olvídalo. Hoy te enseñare unos trucos de ataque y defensa. Te recomiendo que uses con más frecuencia los hechizos de la luz, no vaya a ser que te descontroles.- Aclaró Dorian. Edra asintió.
Después de una larga hora, Edra había aprendido todo lo necesario para combatir adecuadamente.
- Vaya...lo aprendiste todo...y los hechizos los conjuraste a la primera...esto es genial.- Dijo Dorian con una gran sonrisa en su rostro pálido.
Más tarde, bajaron y comieron el rico plato que había preparado Ani, pechuga empanada, delicioso.
- Maldita sea, esto esta buenísimo.- Dijo Dorian con la boca llena.
- ¿Dudabas de mis dotes culinarios?- Dijo Ani con una voz burlona y divertida.
Todos rieron, esta vez la comida había sido mas amena. Al terminar, Edra lavo los platos y Ani y Dorian fueron a preparar las mochilas con todo lo necesario para el viaje.
- Auch, me corté con el cuchillo.- Dijo Edra molesta. Frunció el ceño y decidió probar sus habilidades. Puso su mano alrededor de su dedo, cerró los ojos y una luz brillante apareció al instante, cuando Edra abrió los ojos el corte no estaba, el hechizo había sido a pedir de boca.- Siii, !Lo conseguí!
- Eeeh, tranquila, ¿que conseguiste?- Ani apareció de la nada dándole a Edra un pequeño susto.
- Hostia, que susto me has dado.- Dijo Edra con sus manos en el pecho.- Nada, solo me cure una rajita.
- Jajaja, ¡muy bien! Vas progresando.- Ani sonrió y salió de la cocina.
Edra terminó de lavar los platos y fue a la sala de las espadas, cogió su espada plateada con una estrella de cinco puntas entre lazadas sobre una luna menguante en el mango. Se puso a practicar un rato hasta el anochecer.
- Edra, es la hora, vamos.- Anunció Dorian.
- Está bien, voy enseguida.- Edra suspiró y guardo su espada en la funda, más tarde la usaría para salvar a Iván.
- ¡Edra maldita sea, ven ya!- Esa era Ani, sí.
- Uf, puta pesada.
Edra subió a la sala de hechicería, con todo listo. Ani empezó a dar las indicaciones precisas.
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La Luz En la Oscuridad
عشوائيEdra aparenta ser una chica normal. Su nueva estancia en Towner hará que algo despierte de su interior, conocerá amigos, enemigos. Sus sentimientos darán un giro al saber la verdad. Luz y Oscuridad conviven al acecho en un mismo lugar.