Edra salió de la casa hacia el parque, sabía que no había sido buena idea. Estaba muy cabreada con Ani. Se sentó en el borde de la fuente.
- Hey, ¿Estás bien?- Una voz desconocida se dirige a ella.
- Sí, gracias.- Edra alza la vista y ve a un chico bastante mono de pelo castaño y ojos marrones verdosos.
- Perdona, me llamo Víctor.- Sonríe, tiene una sonrisa muy dulce.
- Yo soy Edra. Encantada.
- Vaya, que nombre tan peculiar, me gusta.- Ambos sonríen y se quedan callados un intante.- Eem, siento ser tan entrometido pero...¿Qué te ocurre?
- Mi mejor amiga y yo...no es nada.- Se le quiebra la voz cuando intenta terminar la frase.
- Oh, lo siento no pretendía...- Víctor se toca el pelo.
- No importa. ¿Eres nuevo? No te he visto por aquí.- Cambia de tema.
- Sí, no vengo de muy lejos, a mi madre le dieron un trabajo aquí y nos mudamos.- Él sonrie.
- Que bien, Towner es una ciudad preciosa.- La voz de Edra es muy dulce. Aquel chico le transmitia algo.
- Sí, ¿Te apetece tomar algo?- Dice Víctor algo timido.
- Será mejor que vuelva a casa pero...podiamos vernos otro día.- Insiste ella.
- De acuerdo. Esta noche aquí a las nueve.- Dice dandole su número de teléfono.
Edra le sonríe por última vez y se marcha de nuevo a casa. Al abrir la puerta Iván está plantado en frente de ella con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
- ¿Quién es ese?- Le pregunta sin reparos.
- Se llama Víctor.- Responde Edra.
- Ya...y ¿Que hacías con él?
- Hablar...eh ¿Cómo sabes que estaba con él?
- Pareces nueva...- Replica Iván acercandose a ella.
- Iván, tranquilo.- Él pone su mano sobre su mejilla y la acaricia con el pulgar.
- Edra...no me da buena espina.- Confiesa Iván.
- Oh genial. Tengo hambre.- Cambia de tema.
- ¡Ani!- Llama a Ani.
- ¡Qué!- La voz de Ani se escucha desde la cocina.
- ¿Puedes hacerle un sándwich a Edra?- Edra lo mira con rabia.
- ¡No!- Susurra Edra. Maldito Iván.
- ¡No me da la gana! ¡No soy la chacha de esa...no!- Un silencio sepulcral invade el lugar.
- ¿Qué ha pasado?- Dice Iván casi en un susurro.
- Solo nos hemos peleado.- Edra evita mirarle.
- Oh vamos, ¡no podría haber sido en peor momento!- Los ojos de Edra se inundan de lágrimas.- No llores, por favor.
- No me gusta que te enfades conmigo.- Ahoga un sollozo. Iván apoya su mano en su mejilla y le limpia las lagrimas con sus pulgares.
- No estoy enfadado contigo. Solo...vuelvas a acercarte a él.- Su voz suena a advertencia.
- Pues acabo de quedar con él...- Dice Edra, casi no se la oye.
- ¡Que, qué! No puedes hacer eso, eres mi...- Iván no termina, no sabe lo que son, no son nada oficialmente.
- ¿Tu qué?- Lo desafía.
Iván aparta la vista y se marcha. Edra lo quiere, ¿pero acaso no puede tener más amigos? En realidad él y ella no son nada.
Edra se limpia de nuevo las lagrimas y se cambia de ropa, se viste casual y esta vez se alisa el pelo, en este momento no tiene los consejos de Ani. Así que está de los nervios.
Ya casi son las nueve y Edra se dirige a la puerta para salir, una mano en su cintura la sobre salta.
- Ten cuidado.- Le susurra Iván en el oído. Edra asiente y sale de casa.
Cuando llega al parque, Victor esta junto a la fuente con su mirada fija en el agua. Edra se acerca a él, al notar su presencia, se gira con una gran sonrisa.
- Hola, pensaba que no vendrías.- Dice Victor.
- No digas bobadas.- Edra le agarra del brazo y empiezan a caminar por el parque.- Oye antes me dijiste que habías venido con tu madre. ¿Y tu padre?- Victor cambia su expresión a tristeza.
- Él murió.- Edra se queda atónita
- Oh Dios, cómo he podido ser tan tonta, de veras lo siento.
- No importa.- Le sonríe.- ¿Tu vives con tus padres?
- No, ellos...se fueron de viaje.- Recuerda.
- ¿Vives sola?- Dicde Víctor sorprendido.
- Que va, vivo con mi mejor amigo Dorian, Ani y mi...
- ¿Tú?
- Nada, e Iván, el hermano de Ani.- ¿En que estaba pensando?
- Ah, bueno.- Un silencio incómodo.
- ¿Te apetece conocerlos?- Él asiente.- Ven, te enseñare mi casa.
- ¿Ahora?- Ella asiente.- Está bien.
Ambos van hacia la casa de Edra. Cuando abre la puerta los chicos están en el salón viendo una serie. Y seguro que Ani esta en la cocina.
- ¡Volví con compañia!- Anuncia Edra.
Los chicos se asoman y el rostro de Iván, cambia por una mirada fría. Todos entran en el salón. Apresuradamente Iván se acerca a Edra y la rodea de la cintura. Ella se ruboriza.
- ¿Quién volvió con compañia?- Ani entra al salon.- Ah tú.- Susurró.
- Él es Víctor, es nuevo en la ciudad.
- Hola.- Estaba bastante incómodo ante la fija mirada de Iván.- Sera mejor que me marche.- Le Dice a Edra.
- Si, sera mejor.- Ruge Iván.
Edra acompaña a Víctor hacia la puerta, antes de salir Víctor la abraza.
- Lo siento, pensaba que se comportarían bien.- Le dice al oído.
- No importa, no me conocen, ni yo a ellos. Sera mejor así.- Edra sonrie.
Se dirige al salón con la cara roja de furia. Pero decide pasar de largo, no le apetece gritar.
Cuando sube arriba a la sala de hechizos, ve a Dorian leer un libro.
- ¿Qué lees?- Dice Edra sentandose en el brazo del sillón.
- Busco formas de ir al Palacio de la Luz.
- Ah vale.
- No te acerques a él.- Dice Dorian después de un largo silencio.
- Oh, ¡Vamos!- Edra no se lo podía creer.
- Es por tu bien. Veo la oscuridad en sus ojos.
- ¿Qué? ¿Te refieres a...?- Edra abrió los ojos como platos.
- Sí, puedo ver lo que es a traves de sus ojos ¿Recuerdas?- Edra asiente.- Él es un hechicero oscuro.
Edra se quedó sin habla, con la boca abierta del todo. Cuando volvió en sí, Dorian siguió leyendo aquel libro.
Subió a su cuarto, hoy no quería cenar, se tumbó en la cama junto a Poncho, se puso los cascos y se introdujo en sus pensamientos.
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La Luz En la Oscuridad
DiversosEdra aparenta ser una chica normal. Su nueva estancia en Towner hará que algo despierte de su interior, conocerá amigos, enemigos. Sus sentimientos darán un giro al saber la verdad. Luz y Oscuridad conviven al acecho en un mismo lugar.