ASTRALES UN VIAJE QUE NO PUEDO DEJAR DE HACER

El Padre de Todos

Aún sigo creyendo que es preferible vivir ignorando ciertas cosas, no me gusta adentrarme en términos, palabras, o  imágenes que en su momento escuché o ví en ese lugar, siento que lo que me enseñan allá es diferente de aquí... y de cierta manera ha llegado el punto en el que me he bloqueado, recordando solo lo que es necesario.

Frente a todos estos seres estaba una especie de podio, que si estuvieras en el te permitiría ver hasta el último lugar de la sala...

Entraron varias personas de una altura muy extraña; ellos median un poco más de dos metros y seguían pareciendo humanos, ellos eran perfectos,  vestían unas especies de tunicas, me atrevo a decir que quizás provenían de las edades antiguas de algún lugar en el Mediterráneo, (y yo solo podía identificar esas ropas por libros de mi catolicismo... Mismo que mi madre me obliga a ir cuando era niña antes de que se fuera de casa) eran alrededor de 8 seres;  cuatro en cada lado dejando un gran espacio separandolos, cuatro a la izquierda y cuatro a la derecha sobre el podio es lo que logré percibir, los demás seres de la sala se arrodillaron ante la presencia de ellos, dejándome a mi y a la chica de pie; ella parecía no a darse cuenta de cuando se arrodillaron, por qué fue tan repentino, uno de los que subió al podio, tenía el cabello negro y largo, me miró y lanzo una sonrisa sacada de una película de terror, realmente era macabro, era como si su mirada me arrojará a un vacío en la oscuridad, la chica regreso de su trance y observo mi semblante de terror e inmediatamente inclino mi cabeza hasta al suelo y dijo: -no lo mires, mi señor no es tan benevolente como nuestro Padre-  Era todo tan confuso.

¿Que esperábamos?
¿Quienes eran esas personas?

El cielo de la sala se nublo y tube una sensación muy extraña de fervor, era como si estuviera emocionada y aterrada por lo que acontecería.

En el podio se presento un ser aún más grande que ellos, podría decir que media hasta 20 metros, tan solo las personas de dos metros le llegaban a las rodillas quizás poco más, camino hasta ubicarse enmedio de ellos, en el gran espacio que habían dejado exclusivo para el, esta persona era un anciano en comparación con los que estaban allí esperándolo, sin embargo se veía bien cuidado, a pesar de su barba de santa claus, su complexión era robusta y aún se podía ver lo fornido que estaba, aunque usará las mismas ropas que las otras personas, el anciano saco un bastón dorado lo golpeó en el suelo y todos guardaron silencio en la sala, nadie movía ni un músculo, ni nosotros ni los que estaban a un lado de el... Al escuchar el golpe no pude evitar dar un pequeño salto y por inercia mirar hacia el levantando mi cabeza...

Y lo que ví me dejó atónita... El anciano no tenía un ojo...

-¡YO SOY ODIN, PADRE DE TODOS! Y USTEDES MIS VALIENTES GUERREROS HAN SIDO CONVOCADOS DE TODOS LOS UNIVERSOS PARA PELEAR, UNA GUERRA- Su voz era tan fuerte, tan tosca, tan grave, era una voz que emocionaba y daba miedo, esta era  todo lo contrario a la voz que había escuchado en el cielo de la prueba de los sellos, aquella voz si me daba terror.

Voltee a ver a la chica, sin levantar de más mi cabeza, un movimiento en falso y tal vez moriría; para mi sorpresa, ella ya no estaba a lado de mi...(me ha abandonado aquí)- pensé

Te reitero que yo jamás lei sobre esto que estoy soñando, y no espero que me creas, pero un sueño no puede durar tantos años...

Así que si he de creer en algo; creo en lo que he visto...

Odin había salido de la sala después de su no tan grande discurso, dejándo a los otros personajes a cargo... Después de que se fue, una mujer de túnica rosa, nos permitio ponernos de pie haciéndonos unas señas con los brazos extendidos hacia enfrente como cuando recibes un abrazo, esta acción la seguí por los demás seres que estaban de mi lado que se comenzaron a parar, había un silencio en la sala supongo que tantos como yo intentaron hacer lo mismo que pasaba en mi cabeza en ese presiso instante (¡¡¡Despiertenmeeeee!!!)-Pensaba mientras parpadee tantas veces como pude, en intentos desesperados por despertar.

Uno de ellos hablo; este traía una túnica roja carmesí, era un rojo muy llamativo, su cabello era naranja y tenía una barba de candado...

-Se dividirán en grupos de primer cuadro terrestres, acuaticos segundo cuadro-  una especie de pantalla holográfica aparecio detrás de el, en las mismas ventanas que adornaban el trasfondo del podio, la pantalla se dividió en dos mostrándonos un panorama desértico, en una tierra roja y el otro escenario un mar oscuro  sin embargo no era de noche, no te sabría describir, solo que su agua era muy oscura como si dentro de ella vivieran las criaturas más temibles del mar...

-Pelearan contra las criaturas que están destruyendo nuestro mundo- añadio

(Bien ahora sí me llaman a salvar un mundo donde no sé si voy a morir si voy a despertar algún día y todo por meterme en un portal que aparecio en mi sueño, nota: no debo ingresar a portales extraños...)- estaba aterrada, temblando de miedo, entre la multitud logré ver una criatura el parecía un tiburón un hombre tiburón en sus brazos tenía unas aletas que sobresalían de su antebrazo, su piel era de color azul y gris, y solo usaba una especie de short, el me miró, sus ojos no me inspiraban miedo... Sin embargo no le hable...

-Los que no tengan habilidades, se les prestará una habilidad piensen bien su decisión-  el del cabello negro agrego a las instrucciones, pude percatarme que me observo, supuse que eso era para humanos como yo..

-(¿Habilidades? ¿Será que correr es una? O tal vez...)- pensé mientras cruzaba mis brazos mirando el suelo de martil, fue tanto lo que trate de entender todo desde cero que al levantar mi mirada ya no se encontraban la mitad de los seres del salón...

Mire enseguida la pantalla; allí en el cuadro del mar se encontraban la otra mitad luchando contra unas serpientes marinas gigantes color verdes ellas tenían escamas gigantes y filosos colmillos, todos esas criaturas luchaban desesperadamente por ocasionar daños a las serpientes y allí en medio de la lucha se encontraba ese tiburón que atacaba con ataques de sus aletas reforzadas de alguna  especie de metal a las bestias...

-Ellos tendrán que sobrevivir a las serpientes... Ustedes terrestres tendrán que sobrevivir a nuestras sombras sin embargo si mueren regresarán a sus hogares o tal vez no- no termine de escuchar cuando el suelo dónde estabamos se abrió dejándonos caer en el otro escenario...

Y así como llegamos estos Guerreros con los que recién había llegado comenzaron a atacarse entre si.. sin embargo lo peor estaba por acercarse a nosotros...

Corri tanto como mis pies me dieron...

A lo lejos pude observar unas criaturas que parecían sombras que apenas tocaban a los guerreros los mataban era como si les absorbieran el alma, cayendo vacíos al suelo.