You're Losing Me ||•Charlos•||

Capitulo 13: De compras.

— ¿Como te sientes cariño? — preguntó Horner, cuando los tres se encontraban almorzando en un bonito lugar cerca del hospital.

— Es extraño. — suspiró. — Es como un vacío, pero aun puedo sentir a Carlos, supongo que es por ser destinados, es como sentir que está y al mismo tiempo no.

— Charlie, estamos aquí para ti, para apoyarte en lo que tu quieras. — Lance le sonrió, tomando su mano.

— Gracias. — sonrió con timidez dándole una mirada significativa al mayor.

— Christian... ¿Como... Como está Carlos? — preguntó, no tenía caso fingir que no le importaba, no se habían separado por falta de amor.

— Bueno, ya salió del hospital y eso ya lo sabes. — comenzó, sin querer herir los sentimientos del menor. — Está intentando entender lo que está pasando, adaptarse al cachorro y a todo lo que no recuerda.

— Es bueno escuchar eso, ¿y el bebé como está? — preguntó nuevamente, sintiendo mas confianza.

— Mick es encantador, es un angel completamente, estoy tan feliz, mi nieto es precioso. — comenzó a contar emocionado, arrepintiéndose de inmediato. — Charlie, yo, lo siento...

— Está bien, Chris, es normal, es tu nieto. — le sonrió, aparentando que todo estaba bien. — ¿Como está su salud? ¿Ha mejorado?

— No. — suspiró cansado. — Pero tampoco empeora, estar al lado de omegas lo ayuda, pero necesita una madre...

— Lamento escuchar eso. — Charles soltó con sinceridad. — Supongo que está siendo muy difícil para todos.

— Si, pero tenemos esperanzas de que esa situación mejore pronto. — resopló.

— A mi no me tolera en realidad. — rio Lance. — Llora cada vez que quiero cargarlo, supongo que siente mi irritación por su madre.

— Lance. — lo regañó Chris.

— El no es responsable por lo que pasó Lance. — le sonrió Charles, sin poder evitar reír un poco. — Es un cachorro, no es su culpa esta situación tan poco convencional.

— ¿Y donde estas viviendo ahora? — preguntó Christian.

— Al otro lado de la ciudad, es bastante tranquilo allá. — les sonrió. — Los invitaría, pero aun no tengo muebles.

— Oh, podemos ayudarte con eso. — Lance opinó. — Y te visitaré, aunque no me invites.

— Lance... — nuevamente le llamó la atención el mayor. — Sin presiones, ¿lo recuerdas?

— ¿Que? Sigo siendo su amigo, yo no lo engañé. — se encogió de hombros, mirándolo fijamente. — Creeme, yo te habría dicho a los dos segundos de enterarme, Carlos ni siquiera me agrada tanto.

Charles rio al escucharlo, ¿podía considerarlo su mejor amigo? Definitivamente si, Lance era una de las pocas personas con las que fácilmente podrías olvidar el mundo entero.

— Supongo que gracias, entonces. — le respondió, riendo.

— El doctor dijo que deberías guardar reposo, tal vez lo mejor sea llevarte a casa. — Christian sugirió.

— No, estoy bien, yo, necesito muebles. — recordó. — Me vendría bien algo de compañía...

— Genial, traje zapatos cómodos. — Lance murmuró, dejando algunos dolares en la mesa. — Vamos.

— Bueno, vamos. — asintió el menor de vuelta, levantándose también.

— Yo, debo ir a ver a Carlos. — murmuró Christian. — No se como esté, ya sabes, por la inyección.