— ¡Lance, vas a romperme la mano! — gritó Charles, soltándolo.
— ¿Donde mierda está Fernando? — devolvió el grito. — Te lo juro que le voy a cortar...
Sus insultos se vieron interrumpidos cuando un alfa muy agitado llegó hasta ambos, mirándolo preocupado.
— Estas aquí. — sonrió Lance.
— Lamento haberme tardado mi amor. — le sonrió, acariciando su cabello.
— No importa, ya estas aquí. — le sonrió, dándole una mirada a Charles, quien solo negó, soldado una pequeña risa. — Char, creo que ya puedes tener tu ataque de pánico.
— Supongo que gracias por la consideración. — murmuró riendo, mientras abandonaba la habitación, dirigiéndose a la sala de espera.
Suspiró, dejándose llenar por el aroma a bebé del cachorro colgado sobre su cuello, que se negaba a soltarlo.
Sonrió, apartandolo solo un poco, mientras el pequeño gruñía molesto.
— ¡Má! — gritó molesto.
— No soy tu mamá, Mick. — negó, dandole una sonrisa, recibiendo un puchero molesto.
— Mamá. — murmuró, acurrucandose mas sobre su cuello.
— Charles. — un hombre llamó su atención, mirándolo sorprendido.
— Doctor Vettel. — respondió, dándole una suave sonrisa.
— ¿Como estas? Te noto algo pálido, no me digas que es consecuencia de la inyección. — murmuró apenado.
— En realidad, no lo se, he tenido un mes difícil, pensaba agendar una cita de hecho. — mencionó, mientras el pequeño se removía nervioso entre sus brazos. — ¿Que pasa contigo Mick?
— ¿Es tu cachorro? — preguntó con una suave sonrisa, mirándolo de forma brillante, adoraba a los bebés.
— Es...
— ¡Má! — gritó el bebé, dándole un sonoro beso en el cachete.
— Es muy dulce. — Sebastian trató de acariciar su mejilla, pero al parecer, al pequeño no le gustó la idea, pues terminó con una gran mordida en el brazo. — ¡Auch! Oye, tienes buenos colmillos, lobito.
Soltó una carcajada, acariciando la zona, que ahora estaba marcada por los pequeños dientes del menor.
— ¡Mick! — regañó Charles. — Eso no se hace.
El cachorro solo le gruñó al doctor, ignorando a Charles, logrando hacer reír al alemán.
— Es un cachorro muy territorial, seguro que te protege de los alfas. — soltó risueño. — Tengo uno así, Logan, es un cachorro difícil y amanece odiandome todos los días, su odio incrementa cuando intento abrazar a Kimi.
— Lo siento, no...
Su frase se vio interrumpida cuando un aroma bastante familiar llegó hasta él, observando como el alfa se acercaba a paso rápido.
— Buenos días. — llegó hasta ambos, dejando ver su semblante lleno de seriedad. — Fernando me dijo que habías llegado con Lance y tenias a mi cachorro.
Para Carlos fue inevitable sentir celos, ni siquiera entendía porque, pero la idea de Charles conversando y riendo con otro alfa, lo ponía demasiado molesto.
— Buenos días. — murmuró Sebastian de vuelta, mirándolo intrigado, con cierto apice de gracia.
— ¡Pá! — el cachorro gritó emocionado, intentando que lo cargara.
— Mickey. — su semblante se suavizó, extendiéndole los brazos, cargándolo de inmediato.
— Mamá. — aplaudió emocionado, señalando a Charles. — ¡Mamá, mamá!
Carlos sonrió, mirando intensamente al monegasco, detectando el aroma que tanto le gustaba en él, ¿no era incienso? Se preguntó a si mismo.
— Charles, tal vez seria bueno vernos hoy mismo, ¿te parece bien en dos horas? Tengo un espacio libre. — Sebastian preguntó.
— Si, está bien. — asintió, regalandole una sonrisa.
El español lo miraba molesto, ¿como se atrevía a invitarlo a algun lugar estando el ahí, ¿que se creía?
— Te veo entonces. — le sonrió, dirigiéndose ahora al español. — Con su permiso.
Le dio una sonrisa divertida, guiñándole el ojo al menor, dejándolos a solas.
— ¿Quien era ese tipo? ¿Por qué te invitó a quien sabe donde hoy? — preguntó el alfa directamente, mirándolo intrigado.
— ¿Disculpa? — preguntó ofendido.
— Me escuchaste. — lo miró fijamente. — ¿Por qué te dijo que te ve en un par de horas?
— No tengo que darte ninguna explicación. — lo miró fijamente. — No me conoces y lo que yo haga no es asunto tuyo.
Carlos lo miró sorprendido, claro que era problema suyo, era su omega.
El español se sobresaltó al darse cuenta de sus pensamientos, de los instintos de su lobo, ¿como podía llamarlo suyo? Lo había visto solo una vez.
Aunque no estaba seguro de ello, en realidad, su aroma estaba en su habitación, no era incienso, estaba incrustado en sus almohadas, así que debía ser algo más, debía ser alguien importante para él.
— Eres mi omega. — murmuró, sin saber de donde había salido aquello, mientras el monegasco lo miraba furioso.
— Yo no soy nada tuyo. — dijo de vuelta, avanzando hasta la sala de espera, siendo detenido por el mayor.
— ¿A donde vas? Estamos hablando.
— No me toques, ¿quien te crees? — lo miró mal.
— Charles, se que te conozco, yo lo siento dentro de mi, solo no puedo recordarlo. — resopló. — ¿Por qué mi cama huele a ti?
— Yo... — murmuró, sin saber que decir.
— Mi casa huele a ti, todo, mi ropa incluso, podía sentir tu aroma en el aire, podía sentir tu aroma en mi mismo. — se acercó a él, tomándolo de la mandíbula. — ¿Por qué no me miras? ¿Por qué me evitas?
— No te evito. — negó, sintiendo nuevamente esa corriente eléctrica recorrer cada parte de su cuerpo.
— ¿Lo sientes también no? Es como electricidad, como una corriente recorriendo cada parte del cuerpo, la sensación de estar completa al fin. — se acercó a su oído, hablándole en voz baja. — Sentir como la piel se eriza, las pupilas se dilatan, así me haces sentir, Charles, me haces sentir ganas de besarte...
Se alejó de su oreja, acariciando la mejilla del menor, sintiendose como si no hubiera nadie mas, como si el mundo hubiese desaparecido.
Mick aplaudió, soltando un par de gritos, logrando sacarlos de su burbuja. Charles se apartó repentinamente de él, alejándose un par de pasos, creando una especie de barrera entre ambos.
— No vuelvas a tocarme. — pidió, mirándolo fijamente, no iba a volver a caer ante él, no podía permitírselo.
— Charles... Hablemos, aclara mis dudas y dime que es lo que hice, no entiendo porque me rechazas, no entiendo porque estas evitandome y porque desapareces de la nada. — lo miró a los ojos. — Necesito saber la verdad, que todos dejen de tratarme como si fuera idiota, porque puedo sentir mi aroma en ri aun, es sutil, pero ahí está y yo, necesito respuestas.
— Yo... Yo... — murmuró con voz entrecortada, sintiéndose de pronto muy mareado.
Lo miró a los ojos y sintió como su vista se nublaba y se desmayó.
¡Gracias por leer!♥
Los amo, besos 🏎✨
ESTÁS LEYENDO
You're Losing Me ||•Charlos•||
FanficI have loved you for many years Maybe I am just not enough You've made me realise my deepest fear By lying and tearing us up Historia en español ;)