Capítulo 16: Un corazón que llora.

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— La doctora vendrá en un momento, señor. — escuchó la voz de una mujer, ¿que rayos le había pasado?

— Gracias. — la voz de Carlos sonaba bastante seria y por un momento, deseo desmayarse de nuevo.

Contrario a eso, abrió los ojos, topandose con la seria mirada del español, quien estaba situado frente a él.

— Que bueno que despertaste. — le sonrió. — ¿Como te sientes?

— Mareado, me duele la cabeza. — murmuró, intentando levantarse.

— No lo hagas, estas débil. — mencionó, deteniendolo, mientras Mick intentaba acercarse al omega, impulsandose de sus brazos.

— ¡Má! — gritó, haciendo un puchero porque el alfa no lo soltaba.

Charles trató de darle una pequeña sonrisa, parecía ser que Mick se había autonombrado su cachorro, como una autoadopción.

— No grites Mickey, a Charles le duele la cabeza. — mencionó el alfa.

El pequeño rubio pareció entender lo que su padre le decía, pues comenzó a balbucear en voz baja, aun intentando acercarse al omega.

— El doctor dijo que podrías irte en cuanto te sientas mejor. — mencionó Carlos. — Pero debes agendar una cita lo mas pronto posible, deben revisar que todo vaya bien contigo.

— ¿Que fue lo que pasó? — preguntó, sentándose sobre la camilla, dándole un poco de espacio para que lo hiciera también.

— ¿Eres mi pareja? ¿Tu eres mi omega? — preguntó directamente, mirándolo a los ojos. — Estoy muy confundido con todo esto, yo, no entiendo que es lo que me sucede.

— Carlos yo...

— Hueles a mi, es casi imperceptible, pero así es, tu hueles a mi. — lo miró a los ojos.

Charles estaba a punto de responder, cuando la doctora ingresó, saludando.

— Hola Charles, ¿como te sientes? — preguntó la joven. — Oh, tenemos visita...

— Estoy bien, doctora, solo... Es sólo cansancio. — le sonrió.

— Temo que no es así. — negó, regalandole una gran sonrisa. — Charles, tienes 8 semanas de embarazo, felicidades.

— ¿Como... Como dice? — preguntó, sintiendo como el mundo se detenía por unos segundos, como si hubiese entrado en una especie de trance.

— ¿Es grandioso no? Años de intentarlo y mira, solo necesitabas un pequeño descanso de hormonas. — siguió parloteando, completamente emocionada. — Se que este era su sueño, yo estoy tan feliz por ustedes.

La doctora seguía hablando, emocionada por todo, mientras Charles seguía sin emitir palabra alguna, completamente perdido en sus pensamientos y Carlos, el solo parecía estar en crisis, no podía entender nada de lo que sucedía.

— 4 años de tratamiento, al fin han dado resultados. — tomo su tableta. — Necesitamos empezar con los controles de inmediato.

— Doctora, ¿está completamente segura? — preguntó el monegasco, mirando de reojo a Carlos.

— Completamente. — le sonrió. — Charles, entiendo que estas confundido y en shock, de hecho creo que sería bueno para ti ver a un psicólogo que te ayude a asimilarlo.

— Creí que era estéril. — murmuró en voz baja, perdiendose en su mente de nuevo.

— ¿Está todo bien? — Alexandra al fin miró a ambos, notando los semblantes de confusión en la pareja.

— ¿Puede... Puede darnos un minuto? — preguntó el menor.

— Claro, yo... Buscame en el consultorio cuando firmes el alta, te agendaré una cita. — sonrió, saliendo de la habitación.

De pronto fue como si una bruma tensa se posara en el aire, haciéndole prácticamente imposible respirar, aun mas con la mirada de Carlos fija en él.

Charles incluso podía imaginar como los engranajes de su cerebro trabajaban a toda marcha, intentando entender todo.

— ¿Que es todo esto? — preguntó Carlos, rompiendo el silencio al fin, mirándolo a los ojos.

— No, no puedes mirarme así, tu no. — negó Charles. — No tienes el derecho a reprocharme nada, todo esto, esta situación horrible y extraña es culpa tuya.

— No estoy intentando culparte, solo quiero entender. — soltó un gran suspiro. — Charles, yo, si yo lo arruiné, necesito saberlo, porque estoy volviéndome loco...

— Es una historia larga y muy complicada. — admitió el menor.

— Tengo tiempo de sobra. — se acercó a él, tomando con delicadeza su mejilla.

— Tal vez, podríamos ir por un café. — Charles quería golpearse internamente, se odiaba incluso por aceptar volver a hablar con Carlos y tenía miedo, miedo de que sus barreras se cayeran y sucumbiera ante el inmenso amor que sentía por él.

— Veré lo de tu alta y dejaré a Mick con mis padres. — asintió Carlos. — Vuelvo en un segundo.

Charles deseo congelar el tiempo en ese momento, aquel en que lo vio abandonar la habitación, con un Mick aun quejandose y dejándolo completamente solo.

Pero no pudo hacerlo, el tiempo siguió corriendo y la mente del monegasco siguió funcionando.

Soltó un gran suspiro, apenas procesando la noticia, iba a ser padre, por fin iba a cumplir su sueño, aquello que tanto había anhelado, por lo que tanto había luchado, estaba ahí, materializandose frente a sus ojos.

Llevó su mano hasta su aun plano vientre, sintiendo aquel familiar cosquilleo en sus yemas, aquel que evidenciaba los crecientes nervios y ansiedad que lo estaban abrumando en ese instante.

Estaba feliz, una parte de el al menos, una parte de el brincaba de alegría, su lobo se regodeaba de felicidad al saber aquella noticia.

Pero la contraparte de el, aquella que aun estaba herida y decepcionada, sentía una rabia inmensa, con todos, con el mundo, incluso con el universo.

¿Como su mas grande deseo podía hacerlo sentir tan infeliz y tan feliz al mismo tiempo?

Creía que iba a explotar en cualquier momento, que se tiraría a llorar y a destrozar cada parte de la habitación.

Incluso en sus sueños mas idilicos, el recibía y aceptaba aquella noticia de otra manera, con otro panorama, en otro momento.

Porque no mentiría, ese había sido su único deseo desde que se había unido a Carlos, formar una familia.

Cerró los ojos, manteniendo la mano en su vientre, mientras pequeñas lágrimas se deslizaban por su rostro.

¿Por qué ahora? ¿Por qué el destino lo había hecho esperar tanto? Su vida ya no era aquella, el ya no era ese omega que deseaba con tanto fervor un hijo, ahora era un omega sin un alfa, con un lazo roto y la mitad de su vida deshecha, ya no era aque Charles.

Ya no, había dejado a esa versión de si mismo atrás, ahora no solo sus ojos lloraban, sino su corazón también.

Había perdido un mundo y el destino, tan cruel como justo, le había otorgado uno nuevo.

¡Gracias por leer!♥

Holis ;) Volví...

Primero que nada, Feliz navidad atrasada y bueno, les deseo un feliz fin de año ✨

Los amo, besos 🏎✨

You're Losing Me ||•Charlos•||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora