Capítulo 6: La familia de Carlos.

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— Charles, cariño, espera un momento ¿si? — Christian por fin pudo alcanzarlo, deteniéndolo antes de tomar el ascensor.

— Quiero ir a casa Christian, es tarde, necesito dormir y dejar atrás toda esta locura. — suspiró, sin poder contener mas las lágrimas. — Le entregué mi vida entera Christian, yo no merecía esto.

— Por supuesto que no cariño, no merecías nada de esto. — negó, abrazándolo. — Y te prometo que va a escucharme en cuanto despierte.

— No quiero seguir viéndolo, no quiero saber nada mas de él. — negó, mientras Christian lo llevaba a donde pudiera sentarse. — Tiene un hijo con alguien más, el cumplió su sueño, pero no fue conmigo.

— No se que decirte cielo, es mi hijo, quiero excusarlo frente a ti, porque se que te ama, son destinados, pero entiendo como te sientes. — trató de sonreirle.

— ¿Por qué me lo ocultó? Max dice que fue un abuso en realidad, que lo drogaron, pero no se si sea cierto, solo, ¿por qué no me lo dijo? — siguió llorando. — Teníamos planeada una vida, íbamos a casarnos, merecía su honestidad, merecía lo mismo que yo estaba dándole.

— Charles, querido, tiene completa razón en eso. — asintió. — Por eso tal vez deberías hablar con él, no te estoy diciendo que lo hagas para que estén juntos de nuevo, sino solo para que puedas comprender que fue lo que pasó...

— No quiero hablar con él, no quiero verlo, no quiero escucharlo porque se que creeré en cualquier cosa que me diga y no quiero eso. — negó, secando sus lágrimas, sacándose el anillo. — ¿Puedes devolverselo Christian? Por favor, quiero irme ya, no quiero estar aquí.

— Mi niño, no puedo hacer eso, es algo que tu tienes que hacer. — le sonrió. — Y yo siempre estaré aquí para ti, puedes llamarme cuando quieras o visitarme, te prometo que Carlos no estará cuando lo hagas.

— Christian...

— Te amo como a mi propio hijo cariño y el tonto de Carlos no va a arruinar eso. — acarició su mejilla. — ¿Quieres ir a casa? Puedo llevarte o puedo pedirle a Toto que lo haga.

— Estaré bien, puedo tomar un taxi. — negó. — Solo me quedaré un poco más, solo para asegurarme que Carlos esté bien...

— Vamos, te vendría bien un té, estas muy nervioso. — lo llevó hasta la cafetería. — Te noto bastante pálido, deberías aprovechar y ver un doctor.

— Estoy bien, solo tenía la presión un poco alta. — sonrió amable. — Un enfermero me revisó, está todo bien, solo... Son demasiadas emociones.

— Y ¿como has estado? Carlos me contó que dejaste los tratamientos. — preguntó, queriendo distraerlo.

— Ya lo acepté Christian, no tendré aquello que tanto quería, debía dejar esa obsesión. — suspiró.

— Cariño, siempre puedes adoptar y te juro que amas a esos cachorros como si fueran tuyos. — le sonrió. — Amo a Max aunque no nació de mi.

— Justo ahora lo odio un poco, aunque es mi mejor amigo. — le sonrió.

— ¿Te sientes mas tranquilo? — tomó un poco de café.

— Si. — asintió. — Tal vez deberías volver, tienes que ver a tu nieto, su madre murió, necesita de un omega, necesita crear un lazo con alguno.

— Dime que Max no intentó forzarte a eso. — lo miró.

— Es Max. — se encogió de hombros. 

— Lo siento, cariño, hablaré con él. — suspiró. — No quiero herirte, ¿te molestaría si regreso a ver como está el cachorro?

— Es un bebé, no es su culpa nada de esto. — suspiró. — Solo no quiero verlo, porque eso lo hace mas real.

— Lamento todo esto Charlie.

— Yo también, no tienes idea de cuanto lo lamento. — murmuró, tocando ligeramente su marca. — Ve, te alcanzaré en un momento, quiero consultar algo.

— Vale, estaré en la sala de espera cariño.

Christian se marchó, dejándolo ahí, mientras Charles tomaba sus cosas y se acercaba a uno de los modulos de las enfermeras.

— Disculpe, ¿el doctor Sebastian Vettel? — preguntó.

— Piso 5. — sonrió.

— Gracias. — el menor le sonrió de vuelta, tomando el ascensor hasta el piso dicho, encontrándose con una pequeña recepción solo al salir. — Buenas noches, ¿el doctor Vettel?

— Está de licencia, pero regresa en 5 dias, ¿quiere que le agende una cita? — preguntó.

— Si, por favor. — asintió.

— ¿Está bien el sábado para usted? — preguntó.

— Está perfecto. — asintió.

— ¿Es paciente nuevo? — nuevamente preguntó.

— Si.

— ¿Que tratamiento desea?

— Quiero removerme una marca. — suspiró. — Quiero la inyección.

— Vale, le daré una orden de estudios. — le sonrió con amabilidad, entregándole una hoja para laboratorio. — Tiene que realizarse todos estos estudios y si los resultados son favorables, podrá removerse la marca ese mismo día.

— Gracias señorita. — le sonrió.

— Estamos a sus ordenes, hasta pronto. — sonrió, observándolo irse.





•~•~





— Familiares del señor Wolff. — el amable doctor nuevamente se acercó hasta el ojiverde, dándole una sonrisa. — Su esposo ya se encuentra en su habitación, ¿quiere pasar?

Charles nuevamente lo corrigió, recordándole que no era su esposo, mostrándose un poco mordaz.

— Venga conmigo, lo llevaré hasta ahí. — le sonrió nuevamente y Charles solo pudo suspirar frustrado, mientras Christian y Torger asentían.

— Tal vez puedan hablar cuando despierte. — lo animó el británico.

— Creo que el momento oportuno ara hablar era antes de todo esto. — murmuró amargamente, pero aun así lo siguió.

Porque si, tal vez lo verían como la peor persona del mundo, pero en cuanto Carlos despertara, le devolvería el anillo, las llaves de su casa y todo lo que pudiera atarlo a él.

No quería volver a saber nada de él, nunca jamás y no quería tener ni un solo recuerdo de él, lo dejaría atrás.

Entre mas rápido, será mejor, se dijo a si mismo, cuando el doctor lo dejó en la habitación.

Charles sintió como todas las palabras que había dicho antes se volvían vacías, Carlos estaba ahí, con la cabeza vendada, pero pareciendo tan tranquilo como nunca antes.

Su pecho subía y bajaba lentamente, mientras el molesto sonido del monitor era constante, haciéndole saber que estaba bien.

Charles sintió ganas de llorar nuevamente y así lo hizo, tomó asiento en la silla a su lado, y se inclinó, tocando sus manos y su rostro, llorando aun mas.

— ¿Por qué hiciste esto? Me rompiste el corazón, pero aun así te amo, ¿como puedo ser tan estúpido? — murmuró al aire. — ¿En verdad me amas? ¿alguna vez me amaste? ¿Como pudiste ser tan imprudente y no cuidar mi corazón?



¡Gracias por leer!♥

Los amo, besos ✨🏎

You're Losing Me ||•Charlos•||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora