Mi burbuja explosiva | Saiki Kusuo × Oc

12

Chiyo Yumehara... La chica que se había enamorado de mi, se me había declarado en un picnic y dos semanas atrás había llorado por rechazarla ahora me hablaba sobre su nuevo amor.

—Kaido es tan... Maravilloso.

—A ver amiga Chiyo, si entendí bien ¿te enamoraste de Kaido porque te consoló cuando llorabas por mi rechazó?

—Si, pensé que no te podía superar jamás pero me di cuenta que Kaido es el verdadero amor de mi vida. —sonrió bobamente—. Por eso te acepte nuevamente cuando dijiste sobre ser amigos otra vez.

Me reí tanto al escucharla que comencé a botar lágrimas con suaves quejidos, mi estómago estaba a adolorido pero simplemente no podía dejar de reír, ella es tan divertida.

—Oye ¿De qué te ríes, Hiromi? Habló de verdad. —Gruñó volteando a verme con molestia.

Es tan agradable ver que nuestro trato se ha vuelto más cercano y confiable y bueno... Algo bruto tal vez, pero me encanta.

—Auch, dolió. —puse mi mano en mi pecho fingiendo dolor—. Oye, Chiyo ¿desde cuando me tratas tan agresivamente y me llamas Hiromi?

—Desde que Kaido me consoló.

—Ah... Bueno. —sonreí al ver a Kaido a lo lejos—. ¡Kaido, ven aquí!

—Oye ¡no, tonto! —Intentó tapar mi boca pero era muy tarde, Kaido ya venia hacia nosotros.

—Hola Hiromi y Yumehara. —sonrió—. ¿Qué sucede?

—Kaido, amigo ¿qué hacías? —lo hice sentar a lado de Chiyo mientras daba palmadas a su hombro.

—Nada, iba a hablar con Saiki de un... un pequeño problema que tengo.

—Oh, ya veo. —asentí notando como Chiyo se había quedado en silencio—. Aquí mi amiga Chiyo tiene un pequeño problema también.

—¿En serio? Ella parecía estar bien. —se giró a verla—. ¿Que tienes?

—Y-Yo... Y-Yo quería hablar.... Sobre...

—¿Es por...? —me miró de reojo y me señaló—. Pensé que ya lo habías superado.

Solo le faltaba gritar para ser más disimulado... Esto de ser cupido será más difícil de lo que pensé.

—No, para nada. —negué y los acerqué aún más—. Ella aún sigue dolida porque la rechacé y necesita a alguien que la consuele y la apoyé en estos momentos.

—¿Y por qué no la consuelas tú-...?

—No, yo no puedo. —fruncí mis cejas interrumpiendolo—. Yo la rechacé así que no puedo consolarla ¿entiendes? Hablen los dos sólitos, yo me iré para darles privacidad.

Me levanté de ahí y le guiñe el ojo a Chiyo en señal de complicidad aunque ella parecía querer matarme y a su vez la emoción en sus ojos no se ocultaban.

Había hecho mi trabajo exitosamente, los dejé juntitos y solos con una excusa muy buena para que sigan viéndose, además, también gané totalmente la amistad de Chiyo gracias a su gran corazón y a Kaido.

—Saiki, Saiki... —murmure buscándolo con la mirada por los pasillos y los salones.

Seguí buscándolo pero me aburrí a mitad del camino, tenía pereza de seguir buscándolo, así que volteé mi cuerpo para caminar hacia el otro lado pero mi trayecto fue interrumpido.

Me tambalee un poco al chocar con un pilar duro. Mi vista que estaba en el suelo notó unos zapatos blanco al frente mio, eso solo significaba que no era un objeto con lo que había chocado si no una persona.