8

357 42 8
                                    

Esta vez si soy yo, Saiki.

Y quiero desahogarme sobre algo que me molesta. Si, es sobre ella porque desde que la conocí mi vida se ha vuelto una catástrofe de la magnitud de mis poderes.

Ella es la razón por la que estos dos meses me he visto constantemente molesto por cualquier cosa que ella haga. Y el simple hecho de saber que ella es el motivo de mi molestia, me molesta.

Ahora bien, si hablamos de la actualidad la criticaré como se merece.

¿Un beso? ¿Quién piensa que un beso es amistoso?

No se molesten en responder, la respuesta es obvia, nadie. Y el que diga lo contrario me aseguraré de ir hasta su casa para que se informen de lo que significa los besos.

El significado exacto de beso:
«Tocar u oprimir con un movimiento de labios a alguien o algo como expresión de amor, deseo o reverencia, o como saludo.»

Aquí en Japón no necesitamos besarnos para saludar, así que si alguien se da un beso es por amor, deseo o accidente como es mi caso y el de ella.

—Oigan, escuchen esto. ¿Qué hace un perro con un taladro? —arrugó su nariz antes de ponerse a reír a carcajadas—. Ta-ladrando.

Mientras ella reía aplaudiendo como una loca, se le salían quejidos sosteniendo su barriga con dolor. Los demás la miraban en silencio sin una sola elevación en sus comisuras que indicara que les causó gracia.

No puedo creer que haya dicho un chiste tan malo y ordinario como ese, tampoco puedo creer que de verdad se este riendo por su propio chiste.

...Un momento, lo ordinario es bueno, ¿debería felicitarla por eso? No, en ella nada es ordinario, casi caigo en su trampa.

Recuerdame, ¿por qué sigo juntandome contigo?

Dejo de reírse lentamente.

—Fácil, se tú secreto. —sonrió afectuosamente llevándose un bocado de carne a su boca antes de inclinarse hacia mi—. Sin mencionar que nos necesitamos mutuamente, mi antenitas.

Me detuve dejando el palo del dango en mi boca. Mi pecho comenzó a oprimirse sintiendo con fuerza los latidos de mi corazón, al mismo tiempo que mi respiración se volvía lenta.

Yare, Yare... ¿Qué me esta pasando?

Saqué el palo de mi boca y dirigí mi mirada al palo vacío que tenía al frente. No había masticado bien la bola de dango y ahora estaba bajando lentamente por mi garganta.

Si no fuera porque soy yo, probablemente una persona normal hubiera estado tosiendo exageradamente sin poder respirar bien.

La miré a ella y a su sonrisa ingenua. Ella es peligrosa para mi y para todas las personas, ¿cómo puede sonreir de esa manera tan... Rara y... Delicada?

—Saiki, ¿eso es verdad? —Teruhashi tapó su boca sonrojada.

—Que gracioso, lo esperaba de todos menos de ti, Saiki. —sonrió Nendo dando palmadas en mi espalda con intensidad.

Esos golpes en mi espalda tan repentinos hicieron que saliera de mi. Estaba tan inmerso en lo que me pasaba que ni siquiera puse la atención adecuada a lo que decían.

Regresé a mirar a Hiromi quien tenía una sonrisa juguetona como si se tratara de una niña haciendo una travesura.

Podria compararla fácilmente con Yuuta.

—Lo se, es tan sorprendente pero es verdad, Saiki tiene un fetiche con tocar a las personas. —asintió mirándome con tristeza—. Lo he visto con mis propios ojos.

Mi burbuja explosiva | Saiki Kusuo × OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora