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Y como si la academia fuera un museo más personas se transfirieron a nuestra clase pero no juzgo, después de todo gracias a la transferencias puedo conocer a más personas.

Olvidé mencionarlo antes pero Metori, el niño rico se transfirió semanas atras. Como me molestó su actitud arrogante.

¿Qué me importa si su papel de baño es de oro o si sus zapatos tienen incrustado diamantes? Definitivamente no me importa, me da completamente igual.

Sin olvidar que fue muy, pero muy obvio que solo se transfirió por Teruhashi, aunque ella ni caso le hacía, ya todos sabemos porque. Teruhashi no tiene más ojos que para Saiki.

Después de unos sucesos amables su actitud se arregló para bien, o bueno, la mayor parte. Aún tiene esa actitud arrogante pero al menos es más tolerable.

Incluso hasta a una isla nos invitó, sin embargo, en el proceso quedamos varados en una isla desconocida. Por suerte Saiki es inteligente y pudo ingeniárselas para engañar a los demás de que no se perdieron tan lejos.

Si me preguntan a mi, ellos son muy ingenuos.

¿Cómo justo las herramientas necesarias para hacer una balsa llega a nuestra isla con bolsa de compra y recibo? No se como no les pareció extraño.

Oye, ¿eso no fue muy obvio? Incluso dejaste la bolsa de compra, se darán cuenta. —pensé al ver como ellos examinaban los Materiales.

Son tontos, pensarán que fue suerte.

Y él tenia razón, ni siquiera se pusieron a analizar como llegó eso hasta ahí. Fue entonces que me cuestioné sobre la inteligencia de cada uno, pero sin ánimos de juzgar.

—Shimizu trae cinco trocos, rápido. —ordenó Hairo dándome la herramienta para cortar los troncos de los árboles.

—¡Si!

Comencé a cortar los troncos para llevarlos hacia ellos.

Terminaron de construir la balsa y nos subimos para irnos, solo teníamos que esperar solo se viera el mar para que Saiki usará sus poderes y nos teletransportara a un lugar conocido.

Durante el trayecto recibí elogios, fui tan fuerte y resistente que me elogiaron por eso.... Mentira.

Estoy muriéndome, me hicieron cargar esos troncos. —dije en mi mente a la vez que me recostaba en la balsa.

Solo cargaste dos troncos, después te mandaron a hacer trabajo liviano con las chicas. —me respondió Saiki sin mirarme.

Pues lo siento por no ser tan fuerte. Esos dos troncos pesaban el triple de mi peso.

En ese momento me arrepentí de tener apariencia de hombre, ya que me trataban como si fuera el mismo Hulk, mientras que a las chicas solo le hacían amarrar los troncos y una que otra cosa que apenas necesitaba la fuerza.

El día siguiente continuó y pum, todos se enteraron de que quedamos varados en una isla, y aunque a muchos les sorprendió todos querían una sola cosa.

Si, sabemos de lo que hablo.

Los chismes sobre que tenían fotos de Teruhashi llendo al baño a mitad de la nada era perturbador y asqueroso pero literalmente todo mundo lo quería.

¡Todos están locos!

—Pobre Teruhashi, le debe estar incomodando.

Ella se las arreglará.

Saiki demostró indiferencia ante eso, creí que no haría nada pero me equivoqué nuevamente. Él si hizo algo por ella.

No sabía lo que estaba sintiendo. ¿Fastidio? No, no lo creo, no soy de las que se molestan por cosas insignificantes como un amigo ayudando a otro. ¿Celos? Pff, jamás.

Mi burbuja explosiva | Saiki Kusuo × OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora