Besos escondidos

2. ¡Deja de equivocarte en Whatsapp!

¿Un random se acaba de presentar en frente de nosotras cuando había más gente cerca de la entrada para poder preguntar dónde se localiza el baño? ¿Hoy se nos acercarán todo tipo de personas?

- Emm... Nosotras somos nuevas en esta cantina, así que creo que somos las menos indicadas para ayudarte - dijo Claire con una risa nerviosa. Le fulminó un poco con la mirada al haber visto su outfit compuesto por pantalones Adidas de color negro con rayas blancas en los laterales y lo que más puede que le llame la atención es la hermosa camiseta que no hace que le eche un mal de ojos a este chaval: la camiseta del Betis.

Y sí, no lo he contado antes... Soy una chica bética desde que nací. Me introdujeron al Betis desde que nací, especialmente mi tío (que en paz descanse) y mi abuelo, a pesar de que era del equipo contrario hace unos años pero al final se decantó por ambos. 

Volviendo al asunto del chico random, traté de echar una ojeada por toda la sala por si damos con un baño para hombres, y, casualmente, localizamos uno en la esquina superior de la cafetería, y salió pitando hacia allí como si fuera a perder la vida por ello.

Un par de minutos más tarde, había regresado hacia nuestra mesa de nuevo, con una sonrisa y una leve risa de su boca mostrando sus dientes amarillentos:

-Jeje, pues al final no era una tarea tan complicada...

- Ya veo, ya... ¿Cómo te llamas? Ya que estamos todos, creo que deberíamos presentarnos, ¿no? - dije, con intenciones de tomar la iniciativa y expandir mi círculo social. No resultaba ser un mal chico después de todo, aunque Claire le ha lanzado una mirada por ser del Betis... 

- Oh, me llamo Jessy... Estudio en la facultad que se encuentra aquí al lado, la de informática y matemáticas. También provengo de lejos, y me alojo en uno de los pisos que se hallan a dos calles de diferencia con nuestras dos facultades. Suelo montar fiestas pequeñas donde pincho mi musiquita y también traigo a mis compañeros de facultad, sobre todo con James y Ness. ¡Son un encanto de chavales!

Lo mismo que me pasó con Claire: tenía malas expectativas con este chaval pero resulta ser majísimo. Probablemente encuentre a mi segunda familia aquí, y espero adaptarme muy bien. Quizás tarde lo suyo, porque son cambios nuevos que tengo que experimentar

- Nos alegra que hayas venido hacia nosotras específicamente, ya que somos también nuevas y no queremos sentirnos solas. Una pena que estudies en la otra facultad y la frecuencia con la que nos encontremos sea algo más baja, pero podemos intercambiar redes sociales y así quedar para vernos en algunos descansos, que compartimos una área de descanso las dos ramas- le propuse a Jessy. 

10 minutos más tarde, salíamos Claire, Jessy y yo de la cantina tras haber intercambiado experiencias. Estos dos no han congeniado muy bien del todo al confesar que uno no es mucho de ver películas y otra que detesta el fútbol pero que no lo puede detestar absolutamente debido a que su familia es, de hecho, del equipo con el que más guarda rivalidad el Betis (el Sevilla F.C). Quitando eso de lado, y los piques continuos entre estos dos, nos hicimos un grupo de Whatsapp entre los 3 para concretar más reuniones entre nosotros y, si algún día se da el caso, salir de fiesta con los chicos de la facultad, ir al cine, o cualquier plan que surja.

-Por dios, qué pesado se me ha hecho el viaje al piso con este señor - se quejaba Claire con berrinches de por medio-, y de paso que se me hace pesado que esté hablando todo el tiempo de sus experiencias en los partidos de la cantera del Betis, del otro y de la madre que le parió.

No paraba de reírme con las cosas que Claire me decía, y el tono que empleaba para quejarse de Jessy. Jessy es una persona más pacífica, pero Claire cuando se enfada parece otra persona. Llegó a quejarse de tal manera que parecía Dani Rovira en sus películas de comedia que hacen que me caiga del sofá. Y, como de costumbre ante estas situaciones, me caí del sofá.