I'm The Drama [𝐖𝐈𝐍𝐑𝐈𝐍𝐀]

Decisión Difícil

El reloj marcaba las doce de la noche. Karina acababa de cenar en soledad hacía una hora luego de que sus padres le dijeran que llegarían en la madrugada, y aprovechando la soledad la muchacha había armado dos líneas del polvo blanco que Taemin le había llevado en la tarde y lo había aspirado sin demora, pasando el resto del tiempo recostada en la cama mirando el techo y pensando, dándole vueltas al mismo asunto hasta que finalmente tomó una decisión.

En media hora ya estaba vestida con una camisa y unos shorts acompañados de unos tacones, su cabello estaba suelto y se había maquillado un poco luego de perfumarse. Iría al Savage, esto no se quedaría así, necesitaba respuestas de parte de Winter y no solo sobre por qué la había bloqueado.
Tanto tiempo sola le permitió pensar en muchas cosas, entre ellas la razón de por qué Winter se había negado tanto y la trató de espantar al principio, sus moretones, su insistencia por que no preguntara nada y ahora esto, su desaparición total de su vida. Algo no le cuadraba y necesitaba saber qué pasaba.

Pidió un Uber y a los pocos minutos se encontraba entrando en el bar, habiendo súper poca gente debido a que era un día de semana.
Se acercó a la barra y apareció Taeyong.

—¿Cerveza, bonita?

—Whisky doble. —Le pasó su tarjeta y el muchacho asintió, cobrándole y luego colocando el vaso frente a ella—. ¿Buscas a Minjeong? —Karina lo miró extrañada mientras bebía—. Ups, me refiero a Winter.

"Minjeong..." Repitió en su mente. Era un nombre jodidamente precioso.

—Sí, ¿está aquí? —cuestionó.

—Está en la parte de atrás, salió a fumar —La pelinegra se sintió sorprendida de aquella información, por alguna razón idealizó a Winter como una persona muy sana—. Si quieres puedes ir a buscarla, así le dices a esa desgraciada que se apresure.

Taeyong inocentemente había cometido dos errores esa noche.

Karina se colocó de pié y luego de que le indicara por dónde quedaba fue velozmente allá. Atravesó el pasillo de empleados e iba a salir por una puerta de metal, pero la dejó a medio abrir y se detuvo cuando escuchó voces y pudo reconocer la de la pelicorta en la conversación.

—Dejaron mi puto departamento hecho un desastre. —reclamó la barista, Karina frunció el ceño.

—No finjas que no sabes cómo funciona esto, Kim. Tenemos un trato, y tú no estabas allí para darnos lo que debías así que tuvimos que entrar y servirnos. Aunque ¿sabes una cosa?... —Pasos se oyeron seguidos de un pequeño golpe contra la pared, Karina asomó la cabeza y vió que Winter había sido acorralada contra la pared de ladrillos por un hombre—. No encontramos la cantidad debida, había menos.

—No llegué a reunirlo... Pero lo haré la semana que viene, reuniré la cantidad habitual más eso, lo prometo. —El hombre rió y tomó la mandíbula de Minjeong. A Karina le hirvió la sangre al ver aquello.

—Tuviste suerte de no estar entonces, porque si le entregabas menos de lo acordado a mis muchachos tú habrías terminado peor que tu departamento —Le dió una ligera bofetada y la barista cerró los ojos cuando sintió la quemadura del cigarrillo en su brazo, cigarrillo que le había quitado a ella hacía unos momentos. Cubrió su boca para no gritar y lloró en silencio, suplicando que eso fuera todo y respirando aliviada cuando lo vió alejarse de ella—. Y dile a la vieja de recepción que si se vuelve a meter mis muchachos le meteran una bala en la cabeza. Luego te informaré el aumento por este retraso.

Minjeong quiso reclamar, pero tuvo miedo y solo se quedó callada mientras veía al hombre alejarse hasta desaparecer y salir del callejón. Una vez se aseguró de que ya no volvería se deslizó hasta el piso y se sentó abrazando sus rodillas mientras lloraba lo más silenciosamente que podía.