Un Par de Recuerdos

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Karina no llegó si quiera a salir del ascensor, en cuanto las puertas de éste se cerraron en la parte baja del edificio Minjeong pareció olvidar todo el dolor de sus heridas y se lanzó como un animal contra ella. La empujó hasta hacerla chocar en la pared y comenzó un beso húmedo en el que sus lenguas luchaban por el control sin vergüenza, generando que al apartarse un poco un hilo de saliva dejara unidas sus bocas.

Quiso seguir e ir a su cuello mientras unía sus anatomías y entrelazaba sus piernas, pero la menor la sostuvo suavemente de los hombros y gimió cuando la primer mordida marcó su piel blanca.

—Minjeongie, déjame preparar el baño para nosotras, más personas podrían necesitar el ascensor. —murmuró casi sin aliento. La mayor observó que ya habían llegado y con cierto pesar se alejó de ella, haciendo un puchero pero dejándose llevar dentro.

Cuando estuvieron allí Minjeong notó algo que la primera vez no, una barra depositada a no muchos metros de la entrada de la cocina. Sin pensarlo la señaló y miró a Jimin.

—¿Puedo? —Karina negó de inmediato.

—Es temprano y ambas seguimos en ayunas, Kim. Cuando salgamos de ducharnos te daré desayuno y entonces podrás usarla tanto como desees, sospecho que será tu lugar favorito. —La mayor rió un poco y asintió a pesar de sentirse como una pequeña niña regañada en un primer momento.

Por más que Minjeong insistió en ayudarla a cargar la maleta escaleras arriba Karina se negó rotundamente y la subió por su cuenta, siendo seguida de cerca por la pelicorta quien temía que perdiera el equilibrio. Una vez llegaron hasta la habitación Karina dejó un beso en su mejilla y salió yendo al baño principal de la parte baja, pues era el más amplio.

Winter se quedó arriba y comenzó a sacar las cosas que la mayor había llegado a empacar siguiendo sus instrucciones. Habían unas cuantas prendas las cuales dobló sobre la cama separadas y luego ropa interior más que nada. Minjeong sonrió, porque por algún motivo sintió que Karina había empacado sus conjuntos más sexys allí, lo que generó un escalofrío en su espalda.

Sin pensarlo dejó a un lado la ropa que usaría al salir de la ducha, escogió uno de los conjuntos más provocativos para ver su cara cuando se lo pusiera y una camisa blanca que le llegaría hasta la mitad del muslo.

Finalmente dentro solo quedaban cosas como su cepillo de dientes, algunos libros, documentos y finalmente su cuadro. Lo observó soltando un suspiro y acarició a la pequeña niña de la derecha. Una lágrima estuvo a punto de abandonar su ojo cuando sintió los delicados brazos rodearla por detrás de forma inesperada haciéndola sobresaltarse.

—No te oí volver. —Secó rápido la humedad de sus ojos y la miró sobre su hombro, la atención de Karina estaba en el cuadro.

—¿Quién es ella? —preguntó bajito y llevando sus manos sobre las ajenas que sostenían el cuadro, sintiendola temblar.

—Es... —Minjeong lo pensó y sintió que sería injusto no mencionarle aquello—. Mi hermana menor. Ella está en coma, mi familia... —Tragó saliva para contener el llanto y siguió—. Tuvimos un accidente de auto muy feo, íbamos todos, mis padres, mi hermano mayor y mi hermana menor. Ella es la única que "sobrevivió" además de mí, pero hace años que está en coma. Era lo único que me quedaba en este mundo antes de ti.

Karina de la nada abrió los ojos más amplio, su mirada se veía llorosa por la historia pero aquellas últimas palabras plantaron un gesto de sorpresa en su rostro, que rápidamente trató de suavizar a la vez que tomaba con delicadeza el cuadro y lo llevaba para acomodarlo en una de las mesas ratoneras junto a la cama.

—Nunca volverás a estar sola, y prometo que haremos lo mejor para tu hermana, debe haber sido muy duro para ti perder así a toda tu familia... ¿Hace cuánto fue?

I'm The Drama [𝐖𝐈𝐍𝐑𝐈𝐍𝐀]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora