Disgustos

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Cuando Minjeong despertó el reloj de la pequeña mesa marcaba las cuatro de la tarde. Luego de hacer el amor ambas habían caído dormidas sin poder evitarlo, por suerte no durmió demasiado, pero igualmente su estómago rugía quejándose porque no había comido nada desde el desayuno y había gastado demasiada energía.

Su mano de forma inconsciente se estiró por las sábanas, buscando a Karina, pero su corazón dió un vuelco y se levantó sobresaltada cuando no la sintió allí. Miró a todos lados y sin pensarlo se levantó, colocándose una bata que Jimin le había dado para estar en casa si deseaba. Caminó fuera de la habitación y apenas abrió la puerta el aroma a comida llegó a su nariz y su estómago volvió a quejarse. Una leve música se oía desde abajo además.
Bajó las escaleras y fue directa a la cocina, viendo allí a la pelinegra de espaldas mientras cocinaba y bailaba un poco algunas de las canciones de kpop que sonaban en el estéreo que estaba a un volúmen bastante bajo, probablemente porque no quería despertarla.

Una sonrisa se posó en los labios de Minjeong sin poder evitarlo y se quedó observándola un rato desde la distancia; llevaba el cabello húmedo, unas bragas y una camiseta que claramente no era de ella, sino que era de la pelicorta. Eso le aceleró aún más el corazón, pensando que se veía jodidamente bien con esa remera ajustada de Queen, que en verdad a ella le quedaba mucho más ajustada que a Minjeong pero la hacía ver sexy, sobre todo porque asomaba levemente parte de su abdomen al ser algo corta.
El pecho de la mayor estaba lleno de amor incondicional, estaba perdidamente enamorada de Yoo Jimin y ya no había vuelta atrás, eso lo tenía muy claro.

Pero de la nada una imágen vino a su mente y cerró los ojos con fuerza. Recordó a Jeran, y lo imaginó cerca de la pelinegra... Imaginó a aquellos tipos que siempre la golpeaban a ella haciéndole daño a Jimin, imaginó a Jongin usando a su favor sus contactos para herirlas a ambas. Todos escenarios horribles que la hicieron retroceder e ir inconscientemente a la barra, buscando en la heladera pequeña una botella de cerveza y dándole un largo trago apenas la abrió.

El ruido a cristal alertó a Jimin, que había terminado de colocar algunos pedazos de tocino en un plato y finalmente apagó la cocina, volteandose y caminando hasta la sala de estar para encontrarse con la escena de Minjeong apoyada en la barra con la botella de cerveza en la mano. Karina frunció el ceño y caminó hacia ella, arrebatandole la bebida antes de que si quiera pudiera reaccionar.

—¡Hey!

—Son las cuatro de la tarde Kim Minjeong, no comes desde el desayuno, ¿Qué mierdas crees que haces? —Su voz sonó molesta y sus ojos lo demostraban.

—Jimin solo dame eso, es una cerveza, no me hará daño. —Intentó alcanzarla pero Jimin lo impidió, empujándola levemente contra la barra y acercándose a su cuerpo con sus rostros muy juntos.

—¿Qué te pasa? —preguntó con voz más suave.

Minjeong suspiró y bajó la mirada, Jimin dejó la botella sobre la barra detrás de ella y tomó el rostro de la pelicorta.

—No importa... Lo siento, no quería arruinar el momento, solo intentaba que el alcohol hiciera lo que siempre hace conmigo... Ayudarme a olvidar las cosas malas. —hablaba con voz cansada, casi frustrada y eso hirió un poco a la pelinegra.

—¿Qué es lo malo que quieres olvidar, Minjeong? ¿Qué hay de malo en todo lo que pasó hace rato?... —La pelicorta abrió grande los ojos y comenzó a negar, tomando de la cintura a Karina por temor a que se aleje.

—No, no es eso Jimin, no hay nada de malo con eso, es solo... Es solo que recordé todo lo demás —La apreta un poco, como queriendo pegarla más a ella y Jimin une sus anatomías aún más para que se sienta más segura—. Lo de Jeran, la deuda, el hecho de esos "contactos extraños" de Jongin. Tengo miedo, Jimin, tengo miedo de que te involucren conmigo y que te pase algo.

I'm The Drama [𝐖𝐈𝐍𝐑𝐈𝐍𝐀]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora