Lágrimas y Dolor

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Las indicaciones de Jeran llegaron no mucho después en forma de documento. Había varios nombres, siete en total, entre ellos estaba el de Jongin. Acordaron un punto de encuentro, un estacionamiento aquella misma tarde luego del trabajo de Minjeong, entonces hablarían más y Jeran le daría instrumental para llevar a cabo sus trabajos de forma limpia.

Winter se estaba abrochando la camisa para salir aquella mañana cuando de repente los brazos de Rina la despistaron. La pelinegra se abrazó a ella, llevaba puesto el uniforme del instituto con el que se veía jodidamente bien.

—Ojalá trabajara ya allí... Para poder besarte sobre el escritorio a cada rato. —murmuró entre ligeras lamidas al cuello de la pelicorta, quien rió y negó.

—Si trabajáramos juntas seríamos un fracaso porque nos la pasaríamos haciendo el amor y lo sabes —Le dió más espacio allí pero mordió su labio, sabiendo que debía contenerse—. Debes ir a la escuela bebé.

—Sí, mommy. —ronroneó juguetona y la mayor negó.

Cuando su mirada bajó a través del espejo a las muñecas de Karina las notó marcadas, por lo que las tomó y acarició delicadamente dejando besos en ellas.

—Debería dejar de ser tan brusca contigo, te hago daño. —Sus dedos delineaban las líneas rojizas que las sogas generaron, los experimentos sexuales habían sido cada vez más frecuentes entre ambas, y no podían negar que cada cosa nueva que probaban era más caliente que la anterior.

—Pero yo amo que seas brusca —El puchero en los labios de la pelinegra la arrancó una sonrisa a Minjeong, quien se volteó en sus brazos y acarició su rostro-. Además las marcas ayudan a que todos sepan que tengo alguien esperándome en casa.

El tono seductor la tentó a besarla y empujarla contra la pared, pero si hacía eso no saldrían del departamento a tiempo.

—Vas a volverme completamente loca... Vamos, anda, debes llegar a tiempo a tus clases y yo debo llegar a tiempo al trabajo o tu padre me matará. —Con esa declaración y un pequeño y amoroso pico salieron juntas de la mano.



[...]



Minjeong no podía creer lo que estaba por hacer.
Su charla con Jeran luego del trabajo fue corta y concisa, el hombre le dió instrumental, cuchillos, una pistola con silenciador, un rifle, guantes y cosas para cubrir su rostro. El primer trabajo debía efectuarlo aquella misma tarde, como muestra de su "lealtad" al trato.

Así que sí, en ese instante se estaba dirigiendo al instituto de Karina. Sabía que aquel día saldrían más tarde de lo habitual debido a un partido importante del equipo de fútbol escolar. Su pelinegra le informó que se quedaría con sus amigos debido a que tanto Jongin como Taemin jugaban en el equipo, y querían alentarlos. Claramente ninguno de los otros sabía todo lo ocurrido con Kai, Karina no quiso mencionar nada y aquella tarde simplemente iba a apoyar a Taemin, dado que el otro joven había perdido cualquier pizca de aprecio que ella pudiera tenerle, o eso decía.

Eran las 19:27 cuando Minjeong estacionó su auto en un edificio en construcción, una zona algo abandonada, sin cámaras, sin gente. Subió varios pisos con dificultad y se ubicó en una esquina en la que tenía ángulo hacia la salida del instituto. Acomodó el rifle y con el corazón en la mano observó a través de la mira.

Los alumnos comenzaban a salir en avalancha, le costaba ver, pero sabía que los chicos del equipo saldrían después, y su objetivo estaría entre ellos. Un nudo se le formó en la garganta cuando vió a Jongin salir con Yuta, Aeri, Taemin y Karina. Lo que menos deseaba era que estuviera presente su dulce amada en ese preciso instante, no podía, no podía hacerlo si estaba ella... Si llegaba a enterarse la odiaría, iba a temerle y eso sería demasiado para el enamorado corazón de la pelicorta, que ya no se imaginaba una vida sin Yoo Jimin a su lado.

I'm The Drama [𝐖𝐈𝐍𝐑𝐈𝐍𝐀]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora