Capitulo 4

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Zoro empezaba a sentirse perdido, más perdido que nunca y aunque tratándose de él eso era normal, esto era más complejo aún, se quedó bastante tiempo meditando entre las mandarinas, tanto que su cuerpo cayó rendido por unos momentos, se sentía dormido y despierto al mismo tiempo, se encontraba sentado en el suelo, una de sus manos sobre sus katanas y la otra sobre la rodilla que tenía levantada. Estaba consciente, tanto que podía escuchar el viento, las ligeras olas, y como el Sunny cortaba el mar mientras seguía avanzando. Al mismo tiempo pensaba en lo último que le dijo a Nami “Te buscaré por la noche” en realidad se moría de ganas por que el día finalizara y llegara el momento pero no tenía la más mínima idea de lo que le diría “¿Qué se supone que debería decirle?” “¿Sería mejor no decirle nada y continuar donde se habían quedado?” “ Y si fuese así ¿De qué manera podría abordarla?” “Y si en el remoto caso de que los planetas se alinearan nuevamente ¿Qué pasaría después?” “Qué demonios le estaba pasando?”.

El lívido que sentía no era nuevo, Zoro no era un niño y su virilidad sexual estaba presente desde hace ya varios años, pero si se quedaba meditándolo un rato y pensaba con objetividad se podía dar cuenta que no era solo eso, el deseo hacia la Navegante venía con un par de agudos, tormentosos y desenfrenados sentimientos, sentimientos que el espadachín se sentía incapaz de procesar con palabras, sentimientos que lo hicieron llegar hasta ese punto, y es que tan solo ver su sonrisa era casi como respirar, escuchar su voz como la melodía que sonaba al desenvainar una de sus katanas, sentir su cuerpo fue como el calor de una dura y excitante batalla, y besarla… Maldita sea, besarla fue como ser envuelto por el más exquisito de los licores, uno que sin dudar te hacia engancharte y terminaba convirtiéndote en un completo adicto.
…….

Nami estuvo bastante callada durante el almuerzo, tenía a Zoro sentado justo frente a ella mientras los demás hacían de la comida una revolución como siempre.
—Franky, usa de nuevo tu voz de robot – decían Luffy, Usopp y Chopper al unísono

—Ay ya dejen de jugar desagradecidos –Gritó Sanji ya que el trío estaba jugando con los tenedores y las cucharas haciendo alusión a un robot.
Nami quien siempre terminaba dándole un golpe a alguno de estos escandalosos (exceptuando a Chopper) estaba comiendo tranquilamente como si solo pudiera escuchar la propia voz de su cabeza, la cual la estaba atormentando muchísimo más que sus escandalosos nakamas.
Recordó lo que le dijo Chopper durante la revisión médica

Flashback

—Tu ritmo cardíaco está  disparado, tu temperatura no me gusta, es alta pero no tanto como para considerarla una fiebre peligrosa, aunque no lo sé, tu cara sigue bastante roja y estas sudando un poco, tu presión está normal, eso me tranquiliza –decía Chopper mientras llenaba una bitácora de información

—Chopper, no tienes que preocuparte tanto, te juro que estoy bien, es solo que por la mañana no tenia mucho apetito –se justificaba Nami quien aun estaba bastante nerviosa e inconscientemente reproducía una y otra vez en su cabeza el último encuentro con Zoro.

—Es como si hubieses estado corriendo un maratón, mejor quédate aquí hasta que tus pulsaciones se normalicen –concluyó  el pequeño reno dándole a Nami una bebida con sales minerales

—procura bebertela toda y debes dormir 8 horas o más, somos piratas, tenemos que aprovechar cuando podemos descansar sin amenazas– Concluyó  el pequeño

—Lo que usted diga Doctor Chopper – dijo Nami sonriendo y colocando una mano en la frente como lo haría un soldado
Chopper no se pudo resistir al halago de su navegante y se ruborizó.    

Fin del FlashBack

¿En realidad ese encuentro con Zoro la había dejado asi? Bueno, si Chopper lo decía era la verdad.

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