𝐌𝐄𝐓𝐀 [𝗕𝗲𝗻 𝟭𝟬 𝗢𝗰]

𝟏𝟏: 𝐁𝐮𝐬𝐜𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐌𝐚𝐭𝐫𝐢𝐱𝐞𝐬 [𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝟐]

Ben, Gwen y Aileen —o al menos, su cuerpo—, llegaron corriendo junto al abuelo.

—¿Qué pasó? —indagó Max al oírlos llegar tan apresurados.

—Ya sabes, lo usual. Un crustáceo gigante de metal salió del piso y atacó a Ben y a Aileen, diciendo que buscaba el Omnitrix y el Infinatrix —Gwen empezó—. Aunque, Aileen está...

Max fijó su vista en su nieta más joven. Su rostro se tornó serio de inmediato al notar sus ojos brillantes, y el enorme agujero quemado en su remera. Aunque no había señal de alguna herida.

—¿Aileen? —llamó—. ¿Estás bien?

—Protocolo de Resguardo y Defensa; activado —Aileen repitió con esa voz mecánica que desconcertó a Max—. El protocolo se desactivará una vez el portador base esté a salvo y recuperado al cien por ciento de su capacidad.

Max no respondió. En cambio, miró a sus otros dos nietos en busca de respuestas. Ni Ben ni Gwen sabían qué decirle, pero Ben habló, más serio que nunca.

—Ese cangrejo le disparó de lleno cuando estaba transformada en Fuego —explicó—. Aileen perdió la consciencia... y despertó así.

—También tenía una enorme herida en su abdomen, pero se recuperó por sí sola... o mejor dicho, el Infinatrix la curó. —agregó Gwen.

Max dedujo entonces que, debido a la gravedad del daño que Aileen recibió tras el disparo, el Infinatrix tomó posesión de su cuerpo como un modo de salvaguardarla. Aileen debía seguir allí, en alguna parte de su propia mente, dormida y en modo de recuperación.

—En ese caso...

—Me transformaré en Cuatro Brazos y lo haré pagar por lo que hizo —gruñó Ben, manipulando el dial en rojo—. ¡Oh, vamos, date prisa!

La mano de su abuelo sobre el Omnitrix lo hizo detenerse.

—Ya sé que estás enfadado, Ben, pero no hay tiempo —dijo Max con cierta dureza—. Entren al camper. Ya está listo. Vámonos de aquí.

La cabeza de Aileen se fijó en el camino por el que vinieron.

—Kraab no es el único que está en busca del Omnitrix y del Infinatrix —dijo la voz por medio  de sus labios—. Hay otros dos mercenarios en la búsqueda. Aconsejo al señor Tennyson que se apresure en conducir.

—Pero vas a regresar a mi hermana una vez estemos fuera —demandó Ben.

—El protocolo se desactivará una vez el portador base esté a salvo y recuperado. —repitió la voz monótona computarizada.

—Suban, ¡ya! —exigió Max.

Gwen y Ben subieron primero. Después Aileen, y por último Max, quien arrancó el camper apenas se sentó. Salió del pueblo y aceleró a fondo en la carretera.

Bajo los atentos ojos de Ben y Gwen, Aileen se dirigió a su cama. Se sentó en posición flor de loto, con la espalda recta y las manos puestas en sus rodillas. Parecía entrar en un estado de meditación.

—¿Aileen? —insistió Ben.

—El portador sigue en recuperación. Nivel de daño: medio —respondió la voz—. Tiempo estimado de recuperación: treinta minutos terrícolas. Les sugiero que esperen.

Ben apretó los puños. Gwen le puso una mano en el hombro para intentar tranquilizarlo.

—Ben, déjala —le dijo. Estaba tan preocupada como él, con la diferencia de que no lo manifestaba con enojo—. No podemos hacer nada por Aileen si es que resultó malherida. Ya viste lo que le pasó. Sólo... nos queda confiar en que el Infinatrix se haga cargo de ella.