*Antes de comenzar recomiendo escuchar de fondo a mi amada Lana del Rey, específicamente Say Yes To Heaven*
En Austin, Max celebró su quincuagésima victoria en la temporada, una hazaña que llenó de orgullo a Christian como siempre. La carrera había ido bien, y tenía la sensación de que la celebración con su esposo sería grandiosa, especialmente después de que Lewis quedara en la P2, una actuación maravillosa.
No obstante, ese optimismo se desvaneció con la descalificación.
Dos pilotos fueron descalificados, por motivos técnicos y entre esos pilotos estaba Lewis, había un caos en el Internet, miles de comentarios con diferentes opiniones y lo que podría beneficiar a su lado profesional al darle una ventaja a Checo, en su vida personal con Toto, la noticia no era para nada buena.
Ambos sabían desde hacía tiempo que Toto consideraba seriamente el retiro, una idea que se mencionaba de vez en cuando. Christian a veces deseaba que Toto cerrara la boca y se centrara más en mejorar el coche en lugar de hablar de retirarse.
Las carreras en Japón y Qatar habían sido decepcionantes para Mercedes, con Toto ausente debido a la recuperación de su rodilla, y ahora esto con su regreso. Era probable que lo encontrara enfadado o muy callado.
Toto sufría en silencio últimamente, sin dejar que Christian se diera cuenta, según él, pero Christian entendía lo que eso implicaba. Había experimentado momentos similares cuando el que dominaba era Mercedes. Sin embargo, la diferencia era que las redes sociales amplificaban los comentarios y críticas, lo que a veces era difícil de ignorar. Christian había leído críticas hacia él y Toto, y sabía que Toto también las había leído, los comentarios podían ser duros de vez en cuando, pero había un límite, cruzar una brecha como desear el mal o acusar directamente no estaba bien, y aún así a Toto se flagelaba a si mismo con esos comentarios.
Toto estaba más sensible después de aquella temporada difícil de 2021, la cual ellos trabajaron para superar juntos y que de ninguna forma afectara a su matrimonio. A pesar de tener ocho títulos, había estado luchado con la presión, experimentando depresión leve y pensamientos intrusivos. Christian había estado allí para apoyarlo, convirtiéndose en su refugio en los momentos más oscuros, como éste en el que sabe que estará destrozado que va a querer liberar esa energía de alguna manera, ya sea peleando o llorando o ambas.
Christian llegó a la habitación, oscura con un silencio sepulcral y encontró a Toto en el balcón, aún vestido con el uniforme de Mercedes, mirando al vacío. Christian sintió una punzada de dolor y se acercó lentamente, hasta estar junto a él.
"Hola," saludó Christian, acariciando el cabello de Toto.
"Hola," murmuró débilmente
Toto levantó la vista, y las lágrimas comenzaron a fluir cuando sintió la mano de su esposo en su mejilla. Christian suspiró; le abrazó y acarició su cabello mientras escuchaba sus sollozos.
"Soy un fracaso, les fallé otra vez... no puedo hacer nada bien," susurró Toto entre sollozos.
"No digas eso, todos cometemos errores... somos humanos," consoló Christian.
"Sabes que en este deporte no se pueden cometer errores," dijo Toto indignado y autocastigándose.
"Si se puede, solo hay que aprender de ellos y avanzar nuevamente..."
"Aprender durante dos años, con ocho títulos encima te parece normal?" Responde indignado
Christian trató de no enojarse, a pesar de sentir que la ira crecía en su interior. No era una noche para peleas, tenían que hablar y disipar los pensamientos de Toto.
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Nuestros dulces momentos
RomanceCortos realmente cortos, de Hornywolff/Wolffner, siendo unos dulces esposos.