Nuestros dulces momentos

Heridas

Hay momentos en los que cierta situación puede doler tanto como cuando pierdes a un ser querido. Todo se detiene a tu alrededor; no sabes cómo procesar lo que está pasando. Eso es lo que Christian vio en el mundo de su marido y también un poco en su propio mundo.

Habían pasado las navidades, Toto le había dado un hermoso regalo. Todo estaba bien, ¿no? Para Christian, su esposo estaba tranquilo otra vez, pensando en la siguiente temporada, jugueteando sobre si iban a competir esta vez.

Y la felicidad... la tranquilidad se oscureció de repente.

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Era la reunión habitual que Toto siempre tenía con Lewis. Realmente Christian no sabe cómo pasó. Él se encontraba en Milton Keynes cuando una llamada de su esposo llegó.

"¿Tienes mucho que hacer?" Se escuchó su voz... Christian lo sintió tenso.

"Realmente no tanto, algunas reuniones... ¿por qué?" Trató de mantenerse tranquilo.

"Te necesito aquí..." la voz de Toto se quebró por un momento. "¿Puedes venir?"

Una corriente eléctrica pasó por su espalda e hizo que Christian se estremeciera y tragara, la tranquilidad de su esposo se fue.

No le bastó para cancelar todo lo que tuviese que hacer e ir directamente a casa. Mientras en su mente pasaba ese rumor que el equipo de relaciones públicas le comentó y cuando le preguntó a Toto si sabía algo, no quiso responder.

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Toto no podía describir tan perfectamente cómo se sentía. Cuando estuvo en esa reunión, simplemente se congeló y escuchó; cuando le tocó decir algo, pareció que lo dijo en automático.

Era como si el mundo se estuviera quebrando a su alrededor, aunque su rostro pocas veces lo demostrara.

Cuando Lewis le dio un abrazo de despedida, y Toto seguía conmocionado. Su corazón palpitaba muy fuerte, tenía síntomas de sudor frío, su respiración también estaba siendo un poco agitada.

Lo único que quería era estar en los brazos de Christian.

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Cuando Christian llegó a casa, lo encontró haciendo unas llamadas, un poco agitado pero sin demostrarlo. Estaba claro que algo sucede.

Toto lo vio y se apresuró a cortar la llamada que estaba teniendo.

A una distancia, ambos se miraron. Christian presentía que Toto se iba a quebrar en cualquier momento, su mirada lo decía.

"Lewis... activó la cláusula de escape", dijo Toto, y sus ojos se humedecieron levemente.

Christian se quedó estático por un segundo, pero luego se acercó, posó su mano en la mejilla de Toto y sutilmente limpió la humedad de sus ojos. Se miraron y no dijeron nada por un largo rato. Christian besó la frente de Toto, y un abrazo vino después.

Sentir el aroma de su esposo le estaba reconfortando. Toto quería quebrarse, pero no podía... algo no le dejaba.

"¿A dónde?" preguntó.

"Ferrari... se va con Fred", respondió.

No era secreto que Ferrari lo estaba pidiendo, pero para Christian estas cláusulas siempre solían ser como un protocolo; jamás esperas que... suceda.

Christian recuerda cuando Sebastian se fue, pero era algo que se lo había estado diciendo durante mucho tiempo. Recuerda que se lo decía, y cuando se decidió, se sintió mal, pero Christian dejó que volara. Luego recuerda cuando Daniel lo hizo y esto le molestó más porque ese sí fue un aviso repentino, aunque con el tiempo Christian le perdonó.