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☃︎ 𝒮𝓊𝓃𝓰𝒽ℴℴ𝓃

24 de diciembre.

25 de diciembre.

Ni-ki se negó a decirme nada.

¿Era alto?

Meneó la cabeza.

¿Entonces era bajo?

No . . . No te lo diré.

¿Guapo?

No te lo diré.

¿Feo de un modo infernal?

No te lo diría aunque supiera qué quiere decir eso.

¿El pelo rubio le cubría los ojos?

No . . . espera, intentas engañarme, ¿verdad? No diré nada excepto que quería que te entregase esto.

Junto con el cuaderno había una . . . ¿marioneta?

Es como si Peggy y animal se hubieran acostado —señalé—. Y hubieran engendrado esto.

¡Mis ojos! gritó Ni-ki—. ¡Mis ojos! ¡Ahora que lo has dicho no puedo dejar de verlo!

Deberías irte a casa antes de que comiencen a servir la cena —dije mirando el reloj.

¿Tu madre y Kim volverán pronto? —preguntó.

Dije que no con la cabeza.

¡Abrazo navideño! —exclamó y de inmediato me vi envuelto en lo que solo podía denominarse un abrazo navideño.

Se suponía que aquello debía enternecerme, pero nada asociado con la cultura de la Navidad era capaz de provocarme algo semejante. No sin que resultará falso . . . pero aún así abracé a Ni-ki como si realmente lo sintiera. Aunque, sobre todo, lo que quería era volver a tener la casa para mí solo.

Entonces nos vemos el día después de Navidad en esa fiesta, ¿no? —preguntó— ¿Era el 27?

El 26.

Debería apuntármelo.

Sujetó un bolígrafo de la mesa que estaba junto a la puerta y se escribió «El 26».

¿No tienes que apuntarte que pasa el 26? —sugerí.

No, eso lo recordaré. ¡Es la fiesta de tu novio!

Podría haberlo corregido, pero sabía que tendría que volver a hacerlo más adelante.

En cuanto Ni-ki por fin salió del edificio, me deleite con el silencio. Era Nochebuena y no tenía que ir a ningún lugar. Me quité los zapatos. Luego, los pantalones. Y, como me pareció divertido, me quité la camisa. Y la ropa interior. Caminé de una habitación a otra tal y como vine al mundo, pero sin sangre y el liquido amniótico. Qué raro. Me había quedado solo muchas veces, pero nunca había caminado desnudo por casa. Tenía un poco de frío, pero también era divertido. Saludé con la mano a los vecinos. Bebí un poco de yogur. Puse el disco de mi madre Mamma mia y di unas vueltas. Hice un poco de limpieza.

𝗥𝗘𝗗 𝗡𝗢𝗧𝗘𝗕𝗢𝗢𝗞 sᴜɴɢᴊᴀᴋᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora