𝗥𝗘𝗗 𝗡𝗢𝗧𝗘𝗕𝗢𝗢𝗞 sᴜɴɢᴊᴀᴋᴇ

☃︎¹⁶

☃︎ 𝒥𝒶𝓀ℯ.

29 de diciembre.

Los hombres somos la especie más incomprensible.

Este tipo, Sunghoon, nunca vino a ver el muñeco de nieve. Si alguien me hiciera un muñeco de nieve, yo iría a verlo, pero yo soy yo. Es ilógico. La Sra. Basil. E. llamó para avisarme que el muñeco se había derretido. Pensé: ser como tú es horrible, Sunghoon. Un chico te hizo un muñeco de nieve, usando galletas Lebkuchen para formar los ojos, la nariz y la boca. No sabes lo que te has perdido. Aunque, según mi tía, el fallecimiento del muñeco no debía ser motivo de preocupación.

«Si el muñeco de nieve se derrite, haz otro y ya está», afirmó. Las mujeres representan la lógica.

El ilógico Soobin se despertó de su gripe y rompió de inmediato con Kai , porque este último se fue a Hawái a visitar a su abuelito durante dos semanas. Soobin y Kai decidieron que su relación todavía era demasiado nueva como para sobrevivir a una ausencia de dos semanas, así que decidieron terminar de mutuo acuerdo. Lo hicieron con la promesa de que podrían volver a estar juntos cuando Kai regresara, pero si alguno de los dos llegaba a conocer a alguien en ese lapso de dos semanas, tenían luz verde para seguir adelante. Para mí, eso no tiene ningún sentido. Con esa clase de lógica, se merecen el uno al otro o no tenerte el uno al otro, según como resulte. Los chicos están locos . . . demasiado dramáticos.

¿El peor infractor masculino? El abuelo.
Se va a Florida en Navidad para pedirle matrimonio a Mabel y ella lo rechaza, entonces vuelve enfadado a Nueva York el mismo día de Navidad, convencido de que la relación ha terminado. Cuatro días después, el 29 de diciembre, decide regresar a Florida, con un rotundo cambio de opinión.

-Voy a resolver este asunto con Mabel -nos anunció durante el desayuno a Soobin y a mí-. Me iré en unas horas.

Aun cuando no me entusiasmara mucho la idea de que el abuelo y Mabel formaran un vínculo más permanente, supongo que podría acostumbrarme si eso lo hacía feliz. Y desde un punto de vista práctico, alejar al abuelo de la ciudad era además un punto a mi favor para impedir que estuviera todo el tiempo preguntándome a dónde iba, justo cuando las cosas comenzaban a ponerse interesantes en Jakelandia.

-¿Cómo piensas resolver las cosas? -preguntó Soobin. Su cara seguía pálida, tenía la voz ronca y la nariz le goteaba, pero se estaba comiendo el segundo plato de huevos revueltos y ya había devorado una pila de panes tostados con mermelada, de modo que era evidente que se sentía mejor.

-¿En qué estaría pensando con eso de casarnos? -exclamó el abuelo-. Es un concepto anticuado. Voy a proponerle a Mabel una relación exclusiva. Sin anillos, sin boda, solo . . . compañeros. Yo sería su único novio.

-Adivina quién tiene novio, abuelo -preguntó Soobin con un tono desafiante- ¡Jake!

-¡Eso no es cierto! -respondí de manera contundente pero tranquilo, en un tono para nada chillón.

El abuelo me miró.

-No se te permite tener novio hasta dentro de veinte años, Jackecito. Es más, que yo recuerde, tu madre sigue sin permiso para tener novio. Pero de algún modo logro escabullirse.