Oasis I: La travesía por la isla de Nabur

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Capítulo II: A lo que ellos llaman lugar de blasfemos, nosotros lo llamamos Hogar de los 'iluminados'

Me levanté de mi cama por una visita de mi amigo Said que de no ser porque no hay celulares hubiera acomodado un poco mi hogar. Pero en vez de llegar con una cara feliz o bueno lo suficiente para llamarlo aqui felicidad llegó con una cara sorprendida y llegó con un hombre en traje gris y rojo. Y todos saben que es eso... Un traje de la SSS (sociedad de servicio del sublime)

— ¡Qué hace aquí! exclame...

— Piensa en que hace el aquí mejor dicho?

—Quiros no es sublime. Dijo mientras discutimos.

Al instante entendimos el porqué estaba aquí.

¿Fue iluminado? Dije sarcásticamente pensando que alguien de ese rango no despreciaría tanto dinero por tener una verdad...

—¿Entonces porque tengo mi rostro lleno de cicatrices? Dijo aquel hombre.

Me quedé pensando en él porque él estaba lastimado pero había sido tan herido por ellos que no me podía dar el lujo de confiar en uno...

—Pruébalo. Dije con incredulidad pensando en descubrirlo.

—¿Qué quieres que haga? Dijo el hombre.

—Ve a la aldea norte... Dije y al instante Said volteo porque sabía que si lo mandaba ahí era posible que no regresará lo cual estaba totalmente consciente pero mi odio me cegaba y no era capaz de ver que alguien necesitaba mi ayuda.

El hombre no lo pensó dos veces y sin dudar fue caminando hacia la aldea. Nosotros lo seguimos de lejos por si las cosas se ponían violentas...

Ya llegando a la aldea de 'Heis' el hombre aun con el uniforme de la SSS estaba apunto de entrar pero los primeros obstáculos aparecieron en su camino...

Dos hombres de gran tamaño se le arrimaron y al ver su uniforme de inmediato quisieron arremeter contra él pues ningún soldado se animaba a pasar por esos lugares

—¿Qué haces aquí malnacido? Exclamaron molestos y con un plan sobre sus rostros.

—Demostrando que no soy de Quirós... Dijo el humano seguro de si mismo y tranquilo.

—¿Enserio? Dijeron aquellos hombres...

Era difícil de creer pero ninguno de los 'tontos' diría el nombre de su dios en vano así que en vez de matarlo como se habían propuesto lo dejaron ir pero el no.

—Amigos! Dijo el humano.

—Que te hace pensar en que somos amigos... Dijeron aquellos hombres.

—Somos del mismo equipo y a todos nosotros nos tienen atrapados en esta isla.

—No somos iguales... Dijeron sanguinariamente.

—Sé como salir de aquí! Dijo en un último intento por asegurar su supervivencia y la de ellos...

—¿Es enserio?

—Años trabajando para ellos y solo he logrado tener algo...

—¿Qué cosa?

—Su desprecio. Dijo el humano.

—Si el dinero no te parecía suficiente no se que esperabas de un magnate que se hace llamar dios. Dijo acertadamente uno de los dos hombres...

—Por algo les decimos tontos. Dijeron los dos mientras se reían disimuladamente para molestar.

—En fin... Disfruta de tu nuevo hogar. Dijeron los hombres.