death cast;; [Island of the Slaughter]

11. Trent Resents.

Regla número 12: nunca lo interrumpas.

DÍA VEINTICINCO.

5 de abril de 2007

Cuando empiezas a romper tus propias reglas, es cuando sabes que ya no importan y, de hecho, nunca importaron en absoluto.

Y eso es exactamente lo que está haciendo Courtney Satella. De pie aquí, sola, en los sucios baños del campo, agarrándose al mostrador con las manos sudorosas, mirándose en el espejo, con el líquido resbalando por su rostro, y se pregunta, no por primera vez: "¿qué me ha pasado?"

Un recuerdo lejano de una niña que todavía discutía con la gente pero hablaba con aquellos que se sentían solos, sin menospreciarlos, cruza vagamente por su mente. Recuerda estar sentada al borde de un muelle con un niño que no hablaba por razones desconocidas, con el sol cayendo a plomo, cuando todo estaba bien y cuando todo era feliz. Ahora, sin embargo, esa chica está muerta. Desaparecido. A medida que pasaban los días, había otro niño que se sentía solo. Hablaba, pero muy rara vez otra persona le hablaba. Y él también está muerto, todo por rencor .

¿Por qué Courtney dejó que ese chico se fuera con Duncan? Sabía en el fondo que no terminaría bien, porque Duncan dejó muy claro que odiaba al chico tranquilo con comentarios ingeniosos . Pero ella no dijo nada, y cuando llegó el momento de elegir equipos, donde las únicas dos personas que quedaban eran el chico tranquilo o el chico alegre, Courtney no pudo evitar elegir al alegre. ¿Por qué? ¿Por orgullo? ¿O falta de atención? ¿Por qué, por qué, por qué?

Cuando el sol brilla ahora, ya no es tan tranquilo y relajante como solía ser. El calor primaveral simplemente estresa a todos y les cae sobre la espalda, pegando la ropa a la piel y chamuscándolos con una leve quemadura solar.

Courtney no puede evitar sentir que su sentido del orden ha comenzado a desvanecerse. Ya no duermen por turnos; diablos, apenas duermen. La mayoría de las noches, todos están despiertos, mirando sin rumbo al techo, entumecidos, vacíos, sin saber qué hacer con ellos mismos. Ya no comen juntos a la misma hora todos los días como antes. Algunas personas simplemente ya no comen. Ser un Bagre Asesino o un Topo Asesino se siente como otra vida, un recuerdo vago, algo que ya no importa. Estar en parejas o en grupos ya no parece importar. Todo el mundo simplemente hace lo que quiere sin preocuparse ni considerar el efecto que podría tener en el futuro.

A veces, cuando Courtney piensa en el niño educado en casa con el que habló, duda de que sea una persona real. La última vez que lo vio... fue hace tanto tiempo que apenas puede reconocer si, para empezar, fue una conversación real o si fue solo producto de su imaginación. Pero en el fondo sabe que es una estupidez. Ella sabe que ese niño fue asesinado y que, de hecho, era real.

Ella siente que se está volviendo loca.

—Estás sola —Dice una voz familiar a su lado.

Courtney levanta la vista y abre los ojos. Junto a ella, mirando fijamente, está Duncan. Sus diversos piercings plateados brillan bajo la luz parpadeante del baño. Está tan cerca que Courtney puede ver cuán agrietados están sus labios. Tiene las manos en los bolsillos y Courtney se da cuenta, no por primera vez, de que su ropa tiene varios desgarros.