death cast;; [Island of the Slaughter]

14. Courtney was caughet.

Regla #14: nunca niegues tus malas acciones.

DÍA TREINTA

10 de abril de 2007

Las rodillas de Leshawna se doblan. Ella cae al suelo, descansando justo detrás de Cody. Está colocada en ángulo para que, por encima del hombro tembloroso de Cody, pueda ver al niño muerto tirado sobre la madera, bañándose en un charco de su propia sangre. Sus gafas rotas yacían aplastadas por su oreja, y su cabeza estaba fea y magullada, pintada de un azul profundo y púrpura con un carmesí oscuro goteando por su rostro, sus ojos, las grietas de su piel, las grietas de sus labios. Tiene los ojos entrecerrados pero una expresión permanente de miedo se ha grabado en su rostro.

Observa cómo Cody entierra su rostro en la camisa de Harold. Cuando comienza a gritar por pura pena, los sollozos de Leshawna solo empeoran. Su estómago se aprieta y anhela la paz. Lo que más le jode la cabeza es el hecho de que hace sólo unas horas, Harold estaba vivo. Harold estaba vivo y coleando y, aunque no estaba feliz de ninguna manera, de alguna manera se las arreglaba. Era capaz de mantener una conversación, perfectamente capaz de formar frases coherentes y perfectamente capaz de hacer cosas normales que hace la gente normal. Pero no ahora. Ahora, su cadáver sin vida frente a ella y la imagen de su sonrisa tímida son lo único que le queda a Leshawna de él.

—Cody —Logra graznar entre lágrimas. —Déjalo ir.

Porque por más difícil que sea hacerlo, por más difícil que sea dejar a este niño atrás en este cobertizo sucio, tienen que hacerlo. Cody no puede pasar el resto de sus días aferrándose a su amigo que alguna vez fue una parte fundamental de su vida. No puede pasar el resto de su vida aferrándose a los muertos. Tiene que alejarse. Por mucho que quiera, no puede quedarse en este cobertizo para siempre.

¿Cómo puede suceder algo tan trágico en cuestión de minutos?

—No. —La voz de Cody queda amortiguada por la tela de la camisa de Harold. Sus nudillos se ponen blancos por su firme agarre sobre el material azul. Su cabello está pegado a su cabeza por las lágrimas.

Leshawna cierra los ojos con fuerza y ​​traga, tratando de deshacerse de las lágrimas. Respira hondo y se da vuelta para mirar detrás de ella. Levanta la vista para ver a Gwen, que está parada allí con los brazos cruzados sobre el pecho. Su mano parece estar palpando distraídamente su cuello en busca de algo, y sus ojos sólo se llenan de lágrimas aún más cuando no puede encontrar lo que está buscando.

Gwen no mira a Harold. De hecho, parece como si estuviera intentando hacer cualquier cosa menos eso. Sus ojos se mueven rápidamente por la habitación, desde las paredes de madera, hasta las mesas y el televisor en uno de los estantes. Ella hunde su barbilla en su puño ahora cerrado y cierra los ojos, mordiéndose el labio. Salta lentamente sobre las puntas de los pies. Se deshizo del maquillaje hace mucho tiempo, por lo que no es difícil pasar por alto las bolsas debajo de sus ojos.